Las enfermedades cardiacas, la depresión y el estrés pueden ser una combinación mortal, según un estudio reciente.
Los investigadores, que observaron el efecto de un estrés significativo y una depresión profunda en casi 4,500 pacientes con enfermedades cardiacas, llamaron al emparejamiento una "tormenta psicosocial perfecta".
"La combinación de mucho estrés y unos síntomas intensos de depresión podría ser particularmente perjudicial para los adultos con enfermedades cardiacas durante un periodo inicial de vulnerabilidad", dijo la investigadora principal, Carmela Alcántara, científica de investigación asociada en el Centro Médico de la Universidad de Columbia de la ciudad de Nueva York.
"Hallamos que los que reportaron un nivel alto de estrés y de depresión tenían un 48 por ciento más de probabilidades que los que presentaban un nivel bajo de estrés y de depresión de sufrir otro ataque cardiaco o de fallecer en los primeros 2.5 años de seguimiento", comentó.
Sin embargo, un seguimiento más prolongado no mostró una asociación significativa.
Las personas con estrés y depresión eran propensas a reportar momentos de llanto recientes, y a sentir que se enfrentaban a dificultades abrumadoras y que no podían manejar los problemas personales.
Los tratamientos conductuales, que quizá incluyan la terapia y el ejercicio, podrían reducir sus probabilidades de muerte o ataque cardiaco en un futuro cercano, dijo Alcántara.
El nivel alto de estrés por sí solo, o la depresión por sí sola, no aumentaron el riesgo de sufrir otro ataque cardiaco ni de muerte, dijo.
Para el reporte, publicado el 10 de marzo en la revista Circulation, Alcántara y sus colaboradores recogieron datos de 4,487 pacientes con enfermedades cardiacas de más de 44 años de edad, inscritos en el estudio Razones de las diferencias geográficas y raciales en un accidente cerebrovascular.
Se entrevistó a los participantes en sus casas y se les preguntó con qué frecuencia se habían sentido deprimidos, solos o tristes, o habían tenido momentos de llanto durante la semana anterior. También les preguntaron con qué frecuencia se sintieron incapaces de controlar cosas importantes de sus vidas, se sintieron abrumados, sintieron confianza en su capacidad de manejar sus problemas personales y sintieron que las cosas les iban bien durante el mes anterior.
Durante un promedio de 6 años de seguimiento, 1,337 participantes fallecieron o sufrieron un ataque cardiaco, hallaron los investigadores. El riesgo fue un 48 por ciento más alto para los que sufrían de estrés y una depresión severa que para los que no se sentían agotados emocionalmente, pero solamente durante los primeros 2.5 años.
El Dr. Gregg Fonarow, profesor de cardiología de la Universidad de California en Los Ángeles, advirtió que este estudio solamente halló una asociación y que no demostró que los niveles altos de estrés o de depresión causaran los ataques cardiacos o las muertes.
"Se ha encontrado con anterioridad que la depresión y el estrés se asocian con el desarrollo de enfermedades cardiacas además de con ataques cardiacos y ACV mortales y no mortales en hombres y mujeres que ya sufren alguna enfermedad cardiaca", señaló.
Sin embargo, este estudio no pudo hallar una relación de causalidad entre las enfermedades cardiacas, el estrés y la depresión, y un aumento del riesgo de ataque cardiaco o muerte, añadió.
FUENTES: Carmela Alcantara, Ph.D., associate research scientist, Columbia University Medical Center, New York City; Gregg Fonarow, M.D., professor, cardiology, University of California, Los Angeles; March 10, 2015, Circulation