Antecedentes
Con motivo del Día Mundial de la Tuberculosis, el 24 de marzo, la OMS pide nuevos compromisos y acciones en la lucha mundial contra esta enfermedad, que es una de las principales causas infecciosas de muerte.
Ha habido enormes avances en los últimos años, y el mundo está en camino de alcanzar el Objetivo de Desarrollo del Milenio consistente en comenzar a reducir la propagación de la tuberculosis para 2015. Pero eso no basta. En 2013, 9 millones de personas enfermaron de tuberculosis y 1,5 millones murieron por esta causa.
Está claro que todos hemos de hacer algo más.
Estrategia para poner fin a la epidemia mundial de tuberculosis
En mayo del año pasado, la Asamblea Mundial de la Salud aprobó una ambiciosa estrategia que abarca un periodo de 20 años (2016-2035) para poner fin a la epidemia mundial de tuberculosis. Ahora es el momento de poner en marcha esa estrategia.
La estrategia de la OMS para poner fin a la tuberculosis aspira a un mundo sin tuberculosis en el que esta enfermedad no sea causa de mortalidad, morbilidad y sufrimiento. En la estrategia se fijan objetivos y se perfilan distintas medidas que habrán de adoptar los gobiernos y los asociados para prestar una atención centrada en el paciente, implantar políticas y sistemas que posibiliten la prestación de atención a la tuberculosis y su prevención, e impulsen la investigación y la innovación necesarias para acabar con la epidemia y eliminar esta enfermedad.
El Día Mundial de la Tuberculosis es una oportunidad para que los pacientes de tuberculosis, las comunidades afectadas, los gobiernos, las organizaciones de la sociedad civil, los profesionales sanitarios y los asociados internacionales puedan llegar, tratar y curar a todas las personas que están enfermas.
El 24 de marzo de 2015 es el día para cambiar de marcha y redoblar los esfuerzos para poner fin a la tuberculosis de forma definitiva.