Históricamente, la diabetes tipo I se ha asociado a un riesgo de muerte más elevado y precoz y a otras complicaciones graves de salud a largo plazo. En un nuevo estudio se examinó si mantener un control continuado más riguroso de la glucemia contribuye a reducir el riesgo de muerte a largo plazo en estos pacientes.
Importancia
No se ha establecido si la mortalidad en la diabetes mellitus de tipo I se ha visto afectada después del tratamiento glucémico intensivo.
Objetivo
Determinar si la mortalidad difería entre el grupo de tratamiento intensivo original y el grupo de tratamiento convencional en la cohorte de seguimiento a largo plazo del ensayo de control y de complicaciones de la diabetes (Diabetes Control and Complications Trial, DCCT).
Diseño, configuración y participantes
Tras la finalización del DCCT (1983-1993), se supervisó a los pacientes mediante un estudio observacional multicéntrico (27 centros clínicos académicos estadounidenses y canadienses) llamado EDIC (Epidemiology of Diabetes Control and Complications [Epidemiología del control y de las complicaciones de la diabetes]) hasta el 31 de diciembre de 2012.
Los participantes eran 1.441 voluntarios sanos con diabetes mellitus que, al inicio, oscilaban entre los 13 y los 39 años de edad con una duración de la diabetes de entre 1 y 15 años, con o sin complicaciones microvasculares incipientes, y sin hipertensión, cardiopatías preexistentes ni otras enfermedades potencialmente mortales.
Intervenciones y exposiciones
Durante el transcurso del ensayo clínico, se asignó un tratamiento intensivo a los pacientes de forma aleatoria (n = 711), con el propósito de mantener la glucemia a unos niveles lo más próximos posible a los niveles no diabéticos de la forma más segura posible, o un tratamiento convencional (n = 730), con el propósito de evitar la hipoglucemia e hiperglucemia sintomáticas.
Al final del DCCT, tras una media de 6,5 años, se recomendó e instruyó el tratamiento intensivo a todos los participantes y se reinstauró el seguimiento de la diabetes por parte de los médicos de cabecera.
Resultados y medidas principales
Se evaluó la mortalidad total y con causas específicas mediante contacto anual con la familia y amigos y gracias a registros recopilados durante un seguimiento de unos 27 años de media.
Resultados
Se comprobó el estado vital de 1.429 pacientes (99,2 %). Se produjeron 107 muertes, 64 en el grupo convencional y 43 en el grupo de tratamiento intensivo.
La diferencia de riesgo absoluto fue de −109 por cada 100.000 pacientes-años (IC del 95 %, −218 a −1), con un riesgo de mortalidad por todas las causas en el grupo de tratamiento intensivo (cociente de riesgos [CR] = 0,67 [IC del 95 %, 0,46-0,99]; P = 0,045).
Las principales causas de muerte fueron las enfermedades cardiovasculares (24 muertes; 22,4 %), cáncer (21 muertes; 19,6 %), complicaciones agudas de la diabetes (19 muertes; 17,8 %) y accidentes o suicidio (18 muertes; 16,8 %).
Los niveles más altos de glucohemoglobina (HbA1c) se asociaron a la mortalidad por todas las causas (CR = 1,56 [IC del 95 %, 1,35-1,81 por un aumento relativo de un 10 % en la HbA1c]; P < 0,001), así como el desarrollo de albuminuria (CR = 2,20 [IC del 95 %, 1,46-3,31]; P < 0,001).
Conclusiones y relevancia
Tras un media de unos 27 años de seguimiento de los pacientes con diabetes de tipo I, se asoció el tratamiento intensivo inicial de 6,5 años a una modesta bajada en la proporción de mortalidad por todas las causas en comparación con el tratamiento convencional.