Usted tal vez haya visto la cantidad de grasas hidrogenadas o trans en una etiqueta de información nutricional, pero sin saber a ciencia cierta por qué se incluye allí.
La ingesta de grasas trans se ha relacionado con un mayor riesgo de padecer cardiopatías coronarias, al contribuir a una acumulación de placa en el interior de las arterias que puede provocar un ataque cardiaco. Por este motivo, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) exige que el contenido de grasa trans de los alimentos sea incluido en la etiqueta de información nutricional para ayudar a los consumidores a determinar cómo es que cada alimento contribuye a su ingesta total de este tipo de grasas en su dieta. Muchos alimentos procesados contienen aceites parcialmente hidrogenados (PHO, por sus siglas en inglés), la principal fuente de grasas trans en los mismos.
Ahora, la FDA está tomando medidas para remover las grasas trans artificiales del suministro de alimentos. Se espera que este paso reduzca las enfermedades del corazón y prevenga miles de ataques cardíacos fatales cada año.
Ya no son generalmente considerados como seguros
En 2013, la FDA llegó a la determinación preliminar de que los aceites parcialmente hidrogenados ya no eran “generalmente considerados como seguros” o "GRAS", como se le conoce a esta clasificación por sus siglas en inglés. La FDA está por concretar dicha medida y, de ahora en adelante, considerará los aceites parcialmente hidrogenados como aditivos alimentarios que necesitan una aprobación previa a su comercialización.
“Llegamos a esta determinación con sustento en las pruebas científicas disponibles y en los hallazgos de distintos grupos de expertos”, explica la Dra. Susan Mayne, PhD, directora del Centro para la Seguridad Alimentaria y la Nutrición Aplicada de la FDA. "Los estudios muestran que la dieta y la nutrición juegan un papel clave en la prevención de problemas de salud crónicos, como las enfermedades cardiovasculares y la acción de hoy va de la mano con otras iniciativas de la FDA para mejorar la salud de los estadounidenses, incluyendo la actualización de la etiqueta de información nutricional", agrega.
Las grasas trans no desaparecerían por completo, señala la Dra. Mayne, ya que también se acumulan de manera natural en la carne y en los productos lácteos. También están presentes en cantidades muy pequeñas en otros aceites comestibles, en los que no es posible evitar producirlas durante el proceso de elaboración. Además, las empresas pueden pedirle a la FDA que permita usos específicos para ciertos aceites parcialmente hidrogenados.
Los aceites parcialmente hidrogenados, que son la principal fuente de grasas trans que se producen industrialmente, pueden encontrarse en muchos alimentos procesados, tales como los productos horneados y congelados a los que los estadounidenses cortos de tiempo recurren para alimentar a sus familias. Desde 1950, los aceites parcialmente hidrogenadosse han usado ampliamente como ingredientes para aumentar el tiempo de conservación de los alimentos procesados y estabilizar su sabor.
Sin embargo, con el tiempo, varios estudios han relacionado el consumo de grasas trans con enfermedades del corazón. Un informe publicado por el Instituto de Medicina de la Academia Nacional de Ciencias en 2002, develó una correlación directa entre el consumo de grasas trans y niveles más elevados de colesterol ligado a lipoproteínas de baja densidad (LBD), normalmente conocido como colesterol “malo”, y, por lo tanto, con un riesgo mayor de padecer cardiopatías.
La Dra. Mayne cuenta que la FDA empezó a exigir que las grasas trans se incluyeran en la etiqueta de información nutricional en enero de 2006. Muchas empresas respondieron de manera voluntaria cambiando la formulación de sus alimentos para reducir o eliminar las grasas trans dejando de usar aceites parcialmente hidrogenados, y los consumidores ya se estaban tomando en cuenta las advertencias de salud en la selección de sus alimentos.
Sin embargo, Mical E. Honigfort, una autoridad de seguridad alimentaria de la FDA, dice que algunos fabricantes todavía usan aceites parcialmente hidrogenados en alimentos procesados mencionados antes. Algunos ejemplos de estos productos que pueden contener aceites parcialmente hidrogenados son:
galletas saladas, galletas dulces, pasteles o tortas, tartas congeladas y otros productos horneados
refrigerios o snacks (tales como palomitas de maíz para microondas)
margarinas en barra
cremas para café
productos de masa refrigerada (tales como bollos y roles de canela)
glaseados listos para usar
Ahora que el aceite parcialmente hidrogenado ya no es generalmente reconocido como seguro, la FDA está exigiendo que la industria descontinúe gradualmente los usos restantes en un plazo de tres años o que obtenga una aprobación para dichos usos como aditivos alimentarios.
¿Qué debe hacer el consumidor?
Entretanto, ¿qué debe hacer el consumidor si observa que la etiqueta de información nutricional de su alimento favorito dice que contiene grasas trans?
Lo mejor es tomar en consideración las cantidades de grasas saturadas y grasas trans para elegir el producto que tenga la menor cantidad de estos nutrientes, afirma la Dra. Mayne.
Incluso si la envoltura de un alimento dice contener “0 gramos de grasas trans”, vale la pena leer la lista de ingredientes de la etiqueta, advierte Honigfort. De acuerdo con el reglamento actual, las empresas pueden hacer esta afirmación si el susodicho alimento contiene menos de 0.5 gramos de grasas trans por porción. No obstante, si la lista de ingredientes incluye un aceite parcialmente hidrogenado, el producto tendrá una pequeña cantidad de grasas trans. Seleccionar alimentos incluso con pequeñas cantidades de grasas trans puede terminar representando un consumo significativo.