Las personas con diabetes tipo 1 podrían enfrentarse a un riesgo más elevado de contraer problemas del pensamiento y de la memoria a medida que envejecen que la población general, sugiere una investigación reciente.
El estudio encontró que las personas con diabetes tipo 1 tenían un 83 por ciento más de probabilidades de contraer demencia en la vejez.
"Nuestro estudio encontró un riesgo modestamente más alto de demencia por todas las causas en las personas con diabetes tipo 1. El próximo paso es averiguar lo que significa, y cómo podemos ayudar a las personas con diabetes tipo 1 a envejecer con éxito", planteó la autora del estudio, Rachel Whitmer, científica principal de la división de investigación de Kaiser Permanente en Oakland, California.
Pero Whitmer también anotó que el estudio no prueba que la diabetes tipo 1 provocara la demencia, solo que ambas enfermedades están asociadas. "Se trata de un estudio observacional que muestra asociación, no causalidad. No tenemos tejido del cerebro de esas personas", añadió.
Whitmer planifica presentar los hallazgos el lunes en la Conferencia Internacional de la Asociación del Alzheimer (Alzheimer's Association) en Washington, D.C. Los hallazgos presentados en reuniones generalmente se consideran preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales. El estudio fue financiado por el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de EE. UU.
Investigaciones anteriores han mostrado un vínculo entre la diabetes tipo 2 y el riesgo de demencia. Como las personas con diabetes tipo 1 viven ahora normalmente hasta la vejez, Whitmer y sus colaboradores se preguntaron si lo mismo sucedería con esos pacientes.
Aunque tanto la diabetes tipo 1 como la tipo 2 provocan problemas con la regulación del azúcar en la sangre, la causa de cada enfermedad es distinta. En la diabetes tipo 1, el sistema inmunitario ataca por error a las células beta, que producen la insulina en el páncreas. Esto deja a las personas con diabetes tipo 1 con poca o ninguna insulina, según la Asociación Americana de la Diabetes (American Diabetes Association, ADA).
La insulina es una hormona necesaria para que las células del cuerpo puedan utilizar los carbohidratos de los alimentos como combustible. En la diabetes tipo 2, el cuerpo desarrolla resistencia a la insulina y no usa los carbohidratos con efectividad, aclaró la ADA.
Para el estudio, los investigadores revisaron los expedientes de todos los miembros de Kaiser Permanente del Norte de California. Encontraron más de 490,000 personas mayores de 60 años sin antecedentes de demencia hasta 2002. Los investigadores recolectaron información desde 2002 hasta mediados de 2014.
En ese grupo, encontraron 334 personas con diabetes tipo 1. Durante el periodo del estudio, el 16 por ciento de los participantes con diabetes tipo 1 contrajeron demencia. Whitmer dijo que observaron todos los tipos de demencia, incluyendo la enfermedad de Alzheimer y la demencia vascular.
En el resto del grupo, un 12 por ciento de las personas contrajeron demencia, encontraron los investigadores. La tasa de demencia en las personas con diabetes tipo 2 del estudio fue de casi un 15 por ciento, dijo Whitmer.
"Un cuatro por ciento más de personas con diabetes tipo 1 contrajeron demencia por cualquier causa que en la muestra completa. No observamos una duplicación del riesgo, pero es un aumento real", dijo Whitmer.
Cuando los observadores eliminaron a las personas con diabetes tipo 2 de la muestra de la población general, la asociación entre la diabetes tipo 1 y la demencia se hizo incluso más firme.
Pero cuando los investigadores ajustaron más los datos para tomar en cuenta factores como el sexo, la edad, la raza, el accidente cerebrovascular, la enfermedad arterial periférica y la hipertensión, el vínculo entre la diabetes tipo 1 y la demencia se redujo. Tras esos ajustes, las personas con diabetes tipo 1 tenían un 73 por ciento más de probabilidades de sufrir de demencia que el resto del grupo.
Whitmer dijo que es posible que, como en la diabetes tipo 2, los niveles altos de azúcar en sangre puedan provocar algún tipo de daño en los vasos sanguíneos que contribuya a la demencia en las personas con diabetes tipo 1. Pero el motivo de la asociación no está claro a partir de este estudio, y se necesita más investigación, planteó.
"La correlación entre la diabetes tipo 2 y la demencia es muy firme, pero todavía no se había mostrado una correlación con la diabetes tipo 1", dijo Helen Nickerson, directora de investigación traslacional de la JDRF (antes conocida como la Juvenile Diabetes Research Foundation).
Y aunque el estudio actual encuentra una asociación, Nickerson dijo que planteó más preguntas que las que respondió. Por ejemplo, preguntó, ¿tienen menos demencia las personas con una mejor gestión del azúcar en sangre que aquellas cuyo azúcar en sangre está menos controlado? Dijo que es importante anotar que la muestra de diabetes tipo 1 del estudio no fue grande.
Pero, dijo, "algunas personas con diabetes tipo 1 tienen distintos grados de resistencia a la insulina [además de la diabetes tipo 1], y esa podría ser la conexión. Es algo que es importante observar".
Un factor que Nickerson cree que probablemente no se relacione con el desarrollo de la demencia es la hipoglucemia (azúcar bajo en la sangre). "Las personas con diabetes tipo 1 pueden sufrir mucho de hipoglucemia, así que si la hipoglucemia tuviera algo que ver, creo que ser vería una asociación más potente", planteó.
Tanto Whitmer como Nickerson se mostraron de acuerdo en que hasta que se realicen más estudios para definir la conexión entre la diabetes tipo 1 y la demencia, mejorar el control del azúcar en sangre y mantener los niveles de presión arterial y colesterol bajo vigilancia es una buena idea.
Whitmer añadió que es importante que este tema "esté en el radar de los médicos. La diabetes tipo 1 es una enfermedad que requiere de una vigilancia y un autocuidado constantes. Debemos comprender cómo la cognición se ve afectada con la edad".
Ambas expertas también apuntaron que la población de este estudio nació en la década de los 40 o antes, y que probablemente se les diagnosticara diabetes tipo 1 hace bastante tiempo. Desde ese entonces, la gestión de la enfermedad ha cambiado de forma significativa, así que estos hallazgos quizá no apliquen a las personas que hayan sido diagnosticadas con diabetes tipo 1 más recientemente.
FUENTES: Rachel Whitmer, Ph.D., senior scientist, division of research, Kaiser Permanente, Oakland, Calif.; Helen Nickerson, Ph.D., JDRF, New York City; July 20, 2015, presentation, Alzheimer's Association International Conference, Washington D.C.