El azúcar alto en sangre (hiperglucemia) asociado con la prediabetes podría aumentar el riesgo de enfermedad de Alzheimer, sugiere un estudio reciente.
Los investigadores encontraron que la resistencia a la insulina, unos niveles más altos de lo normal de azúcar en sangre que a veces antecede a la diabetes tipo 2, se relacionaba con un peor rendimiento en pruebas de la memoria de los adultos de mediana edad tardía.
"Los hallazgos son interesantes porque las personas con diabetes están en un riesgo más alto de contraer enfermedad de Alzheimer, pero solo ahora nos enteramos del motivo de que quizá tengan un mayor riesgo", dijo la investigadora líder, Barbara Bendlin, profesora asistente de medicina de la Universidad de Wisconsin en Madison.
Los resultados del estudio sugieren que la resistencia a la insulina podría aumentar el riesgo de enfermedad de Alzheimer al alterar la forma en que el cerebro utiliza el azúcar (glucosa), que es su principal combustible, dijo.
Pero "al alterar la resistencia a la insulina en la mediana edad, quizá sea posible reducir el riesgo futuro de enfermedad de Alzheimer", planteó Bendlin. Los medicamentos y un estilo de vida saludable son formas posibles de lograrlo, dijo.
Según la Asociación Americana de la Diabetes (American Diabetes Association), 29.1 millones de estadounidenses sufren de diabetes, y más de la mitad de los adultos mayores de 64 años tienen prediabetes. Una mala dieta, la obesidad y los estilos de vida sedentarios se asocian con la resistencia a la insulina, anotó Bendlin.
"Unos estilos de vida más saludables podrían contribuir a un envejecimiento con un cerebro más sano, al reducir la resistencia a la insulina", señaló Bendlin.
Un experto advirtió que tener prediabetes, o resistencia a la insulina, no significa que uno esté condenado a contraer Alzheimer, la forma más común de demencia.
Este estudio muestra que la resistencia a la insulina podría empeorar el funcionamiento mental, y que tal vez se vincule con un uso reducido de la insulina en áreas del cerebro asociadas con la enfermedad de Alzheimer, pero esto no significa que la resistencia a la insulina conduzca al Alzheimer, aclaró el Dr. Luca Giliberto, investigador del Centro de Investigación para el Estudio de la Enfermedad de Alzheimer Litwin-Zucker, del Instituto Feinstein de Investigación Médica en Manhasset, Nueva York.
"No sabemos qué causa la enfermedad de Alzheimer", dijo Giliberto, que no participó en el estudio. "No sabemos si reducir el azúcar en sangre prevendrá el Alzheimer".
Para el estudio, el equipo de Bendlin administró pruebas de memoria a 150 adultos sin deterioro mental, con una edad promedio de 61 años. Los investigadores también midieron la resistencia a la insulina, y sometieron a los participantes a una TEP del cerebro.
Más de dos tercios de los participantes tenían un padre que sufría de Alzheimer, alrededor del 40 por ciento portaban una mutación genética asociada con el riesgo de Alzheimer, y más o menos el 5 por ciento sufrían de diabetes tipo 2, según el estudio.
Los investigadores encontraron que la resistencia a la insulina se asociaba con un peor procesamiento del azúcar en todo el cerebro. Se vinculó un peor rendimiento de la memoria inmediata con un metabolismo más bajo del azúcar en el lóbulo temporal medial izquierdo, dijeron los autores.
El informe se publicó en línea el 27 de julio en la revista JAMA Neurology.
El Dr. Sam Gandy, director del Centro de Salud Cognitiva del Hospital Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York, dijo que parece que podría haber una diferencia "entre la demencia relacionada con la diabetes en toda regla, que parece ser principalmente una demencia provocada por el endurecimiento de las arterias en el cerebro, y el impacto mental de la resistencia a la insulina, que algunos investigadores creen que se asocia con el Alzheimer".
En el cerebro, la insulina ayuda a transmitir mensajes entre neuronas, anotó.
"Hace mucho que pensamos sobre el Alzheimer como una enfermedad de señalización defectuosa en el cerebro", dijo Gandy, que no participó en el estudio. "Es concebible que también haya una enfermedad de señalización defectuosa de la insulina, lo que este trabajo respalda".
Si es así, añadió Gandy, "entonces unos esfuerzos por sensibilizar el cerebro a la insulina, usando fármacos como la pioglitazona [Actos, un medicamento para la diabetes] tendrían sentido, y podría bien conducir a que el deterioro sea más lento".
Giliberto recomendó una vida saludable como la mejor forma de mantener el azúcar en sangre bajo control, y quizá proteger la salud mental.
"Aumentar nuestra salud al reducir las grasas, reducir el azúcar y mejorar la resistencia a la insulina podría aminorar otros factores de riesgo, como la diabetes, de la susceptibilidad a la enfermedad de Alzheimer y el deterioro mental", aseguró Giliberto.
FUENTES: Barbara Bendlin, Ph.D., assistant professor, medicine, University of Wisconsin School of Medicine and Public Health, Madison, Wis.; Sam Gandy, M.D., Ph.D., director, Center for Cognitive Health, Mount Sinai Hospital, New York City; Luca Giliberto, M.D., Ph.D., investigator, physician, Litwin-Zucker Research Center for the Study of Alzheimer's Disease, Feinstein Institute for Medical Research, Manhasset, N.Y.; July 27, 2015, JAMA Neurology