Robert Preidt
Hacer ejercicio hace que sea más probable que se prevenga la diabetes para las personas con estudios universitarios que para los que tienen un nivel educativo menor, según un estudio reciente.
Los investigadores examinaron los datos de la Encuesta nacional de examen de salud y nutrición de EE. UU. de 2007 a 2012, y hallaron que los adultos con estudios universitarios que eran físicamente activos tenían un 6 por ciento menos de probabilidades de presentar síntomas prediabéticos o un nivel elevado de azúcar en la sangre que los que no eran activos.
Para los adultos que solamente tenían estudios universitarios sin ser graduados, el diploma de secundaria o que nunca terminaron los estudios de secundaria, el hecho de estar físicamente activos redujo el riesgo de síntomas prediabéticos en solamente un 1 por ciento.
En general, estar activo físicamente redujo el riesgo de contraer diabetes propiamente dicha, pero esto también variaba en función del nivel educativo. Las probabilidades de tener diabetes fueron del 2.5 por ciento entre los graduados universitarios que eran físicamente activos y del 4.4 por ciento entre los que estaban inactivos. Las tasas entre los adultos que no finalizaron los estudios de secundaria eran del 5 por ciento para los activos y del 7.2 por ciento para los inactivos.
"Esencialmente, los que se han graduado en la universidad o tienen un nivel educativo aún mayor se benefician más de la conducta positiva para la salud de la actividad física que otros grupos. Eso va a crear más desigualdad en el futuro", dijo el autor del estudio, Kyle Chapman, candidato doctoral de sociología en la Universidad de Kansas, en un comunicado de prensa de la universidad.
El estudio fue presentado el 24 de agosto en la reunión anual de la Asociación Americana de Sociología (American Sociological Association) en Chicago. Las investigaciones presentadas en reuniones se deben considerar preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.
El estudio respalda los hallazgos anteriores que señalaban que las personas con un mejor nivel educativo tienen un mejor acceso a los recursos que fomentan un modo de vida saludable, como la membresía al gimnasio o un hogar en vecindarios donde se anima a salir a caminar.
Los resultados podrían ofrecer un punto de partida para la discusión sobre cómo prevenir y gestionar la diabetes en todos los estadounidenses.
"Esto es real, y si seguimos por este camino, vamos a ayudar más a las personas con estudios universitarios que a los que tienen un nivel educativo menor. Las personas con un nivel educativo menor son en realidad las que más lo necesitan", dijo Chapman.
FUENTE: University of Kansas