Los padres preocupados quizá podrían sentirse consolados con unas nuevas estadísticas que muestran que el tabaquismo ha descendido un 64 por ciento entre los adolescentes estadounidenses en los últimos años, pero el mismo informe también señala que el uso de la marihuana se ha duplicado.
Y muchos adolescentes siguen fumando. Un 30 por ciento de los adolescentes blancos, negros e hispanos fumaron cigarrillos, cigarros o marihuana en 2013, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. Los investigadores observaron las tasas de fumadores adolescentes entre 1997 y 2013.
"El gran avance que se ha logrado en el país en la reducción del tabaquismo adolescente desde 1997 es una magnífica noticia, pero falta mucho para ganar la batalla", dijo Vince Willmore, vicepresidente de comunicación de Campaign for Tobacco-Free Kids.
"Este estudio nos recuerda que sabemos exactamente qué hay que hacer para reducir más el tabaquismo: aumentar los impuestos sobre el tabaco, promulgar leyes que prohíban fumar en determinados espacios, financiar unos programas efectivos de prevención, e implementar campañas mediáticas masivas y contundentes. Esas estrategias comprobadas deben continuar y fortalecerse", añadió Willmore.
Los investigadores también recomendaron programas dirigidos de intervención y políticas que involucren a los padres, las escuelas, las comunidades y los medios de comunicación.
En general, la cantidad de adolescentes que fumaban cigarrillos o cigarros bajó del 20.5 por ciento a poco más del 7 por ciento, mientras que el consumo de marihuana aumentó del 4 al 10 por ciento, encontró el informe.
Notablemente, el uso de marihuana aumentó del 51 al 62 por ciento entre los adolescentes que fumaban cigarrillos o cigarros, según los hallazgos.
En 2013, los estudiantes negros e hispanos conformaban un porcentaje considerable del aumento en el consumo de marihuana, hallaron los investigadores. Entre 2009 y 2013, el consumo de marihuana entre los adolescentes negros aumentó de poco menos de un 11 por ciento a casi un 17 por ciento, y aumentó del 8.5 por ciento a poco más de un 14 por ciento en los adolescentes hispanos.
"Los avances en la salud adolescente que resultan de un consumo más bajo de cigarrillos y cigarros podrían verse atenuados por aumentos en el consumo de marihuana, que varían según el subgrupo racial o étnico", escribieron en su informe los investigadores de los CDC, liderados por Italia Rolle.
El Dr. Tim McAfee, director de la Oficina de Tabaquismo y Salud de los CDC, considera que una mayor aceptación de la marihuana como una droga inocua fomenta el aumento en el consumo entre los adolescentes.
"En los últimos 10 o 15 años, ha habido un cambio en la percepción pública sobre la marihuana", dijo. "Existe la idea de que la marihuana no es algo de lo que haya que preocuparse".
Debido a que la marihuana ha sido ilegal, se sabe poco sobre sus efectos a largo plazo, añadió McAfee. "No ha habido un esfuerzo [por realizar investigaciones] sobre el aspecto negativo del consumo de la marihuana", advirtió.
Pero una de las desventajas es su efecto negativo sobre el cerebro adolescente en desarrollo, advirtió McAfee. Y algunos adolescentes pueden hacerse dependientes de la droga, añadió.
Además, a diferencia de lo que sucede con los cigarrillos, no hay una campaña parecida a la antitabaco que les diga a los niños que no consuman marihuana, apuntó McAfee. "No se está haciendo nada", dijo.
El informe aparece en la edición del 16 de octubre de la revista de los CDC, Morbidity and Mortality Weekly Report (MMWR).
En otro informe publicado en la misma edición de la MMWR, investigadores liderados por S. Rene Lavinghouze encontraron que, en Estados Unidos, más personas intentan abandonar el hábito de fumar. La cantidad de fumadores que intentaron dejar de fumar en el año anterior aumentó de forma significativa en 29 estados y en las Islas Vírgenes de EE. UU.
Entre 2011 y 2013, la proporción de fumadores que intentaron abandonar el hábito aumentó en Hawái y Puerto Rico, pero se redujo en Nuevo México. En 2013, la cantidad de fumadores que intentaron dejar de fumar varió entre un 56 por ciento en Kentucky y un 76 por ciento en Puerto Rico y Guam, mostró el informe.
Los investigadores aconsejan el uso continuo de programas antitabaquismo para alcanzar el objetivo de Gente Sana 2020 de un 80 por ciento o más fumadores que hayan hecho el intento de dejar de fumar en el año anterior.
"Esas intervenciones incluyen aumentar el precio de los productos de tabaco, la implementación de leyes libres de humo integrales, llevar a cabo campañas de educación en los medios masivos y ofrecer cobertura de seguro para todos los tratamientos efectivos de cesación, además del acceso a las líneas telefónicas de ayuda para dejar de fumar", escribieron Lavinghouze y sus colaboradores.
FUENTES: Tim McAfee, M.D., director, Office on Smoking and Health, U.S. Centers for Disease Control and Prevention; Vince Willmore, vice president, communications, Campaign for Tobacco-Free Kids, Washington, D.C.; Oct. 16, 2015, Morbidity and Mortality Weekly Report