A pesar del estereotipo de que los estadounidenses están comiendo más alimentos malsanos que les hacen vulnerables a varias enfermedades, un nuevo estudio sugiere que lo contrario podría ser cierto.
Unos investigadores de la Universidad de Harvard afirman que han encontrado evidencias de que tener una dieta mejor ha salvado a más de un millón de personas de fallecer de forma prematura desde 1999. También creen que estas dietas mejoradas han reducido significativamente los casos de diabetes y enfermedades cardiacas, e incluso han bajado ligeramente los casos de cáncer.
Los hallazgos plantean una imagen sorprendente de la salud de los estadounidenses. Pero el autor del estudio, Dong Wang, estudiante de postgrado en el departamento de nutrición y epidemiología de la Facultad de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard, en Boston, advirtió que no es el momento de cantar victoria en la batalla contra la alimentación malsana.
"La dieta general de los estadounidenses sigue siendo deficiente", comentó. "Tiene un gran margen de mejora".
Los investigadores deseaban comprender cómo los cambios en la dieta de los estadounidenses en el siglo XXI habían afectado a su salud a lo largo del tiempo. Para saber más sobre la respuesta, analizaron los resultados de 7 encuestas sobre salud y nutrición que incluyeron a casi 34,000 adultos, de a partir de 20 años de edad, entre 1999 y 2012.
Los investigadores clasificaron las dietas en una escala de 0 (dieta deficiente) a 110 (dieta perfecta). De 1999 a 2012, la clasificación general aumentó, de 40 a 48.
El lado positivo, a lo largo del tiempo, es que los estadounidenses comieron más fruta, granos integrales, frutos secos y legumbres y ácidos grasos poliinsaturados, dijo Wang. También comieron menos grasas trans y carne roja y procesada, y bebieron menos bebidas y jugos azucarados. Pero la ingesta de sal en realidad aumentó.
Los investigadores extrapolaron sus hallazgos y estimaron que la mejora en las dietas previno más de un millón de muertes prematuras y redujo los casos de enfermedades cardiacas en casi un 9 por ciento, los casos de diabetes tipo 2 en casi un 13 por ciento y los de cáncer en un poco más del 1 por ciento.
Según Wang, los hallazgos del estudio sugieren que las dietas más sanas reducen el riesgo de fallecimiento de varias formas. Entre otras cosas, las dietas mejoradas parecen reducir el riesgo de enfermedades crónicas y mejorar el nivel de supervivencia de las personas que tienen esas afecciones. Incluso un año o dos con una dieta mejor parece tener el poder de afectar a las tasas de supervivencia, señaló.
Los autores del estudio no analizaron si sus estimaciones coinciden con las tasas de mortalidad reales en Estados Unidos. Pero otra investigación ha observado una reducción en las tasas de mortalidad este siglo, dijo Wang.
La Dra. Sonia Anand, profesora de medicina y epidemiología en la Universidad de McMaster en Hamilton, Canadá, alabó el estudio y dijo que es "razonable" vincular los cambios en la dieta con las tasas de mortalidad de esta forma. Pero, señaló, una investigación sobre la alimentación como esta tiene limitaciones, porque se basa en lo que las personas recuerdan que comieron. Como resultado, dijo, es fundamental examinar varios estudios y ver si la tendencia se mantiene.
Según Wang, el autor del estudio, las grasas trans casi se han eliminado de la cadena alimenticia, de modo que lo que se necesita ahora es más impuestos sobre las bebidas azucaradas y más regulaciones que requieran que se reduzca la sal en los alimentos.
También dijo que el gobierno puede hacer más cosas para mejorar las dietas de las personas pobres, que no han experimentado el mismo nivel de mejora que otros grupos. Una opción, dijo, sería aumentar la cantidad de mercados de productores que acepten cupones de alimentos.
El estudio aparece en la edición de noviembre de la revista Health Affairs.
FUENTES: Dong Wang, graduate student, departments of nutrition and epidemiology, Harvard T.H. Chan School of Public Health, Boston; Sonia Anand, M.D., Ph.D., professor, medicine and epidemiology, McMaster University, Hamilton, Canada; November 2015, Health Affairs