Muestra su efectividad en clínicas de salud

Un tratamiento preventivo contra el VIH

Una nueva investigación encuentra que apenas dos personas de más de 400 se infectaron en un año

Fuente: Medlineplus

Los medicamentos que se toman para prevenir la infección con el VIH en personas en alto riesgo parece funcionar bien cuando se utiliza en la "vida real", sugiere un estudio reciente.

Durante un año de tomar profilaxis previa a la exposición (PrEP), apenas dos personas de más de 400 individuos en alto riesgo se infectaron con el VIH, el virus que causa el SIDA. Y parece que las que se infectaron no tomaron el medicamento de forma adecuada, según el estudio.

El nuevo estudio encontró que la tasa de infección con el VIH fue hasta 20 veces más bajas que en estudios anteriores sobre el VIH, según la información de respaldo de la investigación actual.

Los hombres homosexuales y bisexuales en alto riesgo de infección con el VIH "deben recibir consejería sobre la profilaxis previa a la exposición", planteó el Dr. Kenneth Mayer, director de Investigación sobre la Prevención del VIH del Centro Médico Beth Israel Deaconess, en Boston, que está familiarizado con los hallazgos. Dijo que ya "los expedientes de farmacia sugieren que decenas de miles la usan".

Pero el tratamiento no está libre de problemas. La dificultad más importante es que la PrEP es cara, dado que cuesta potencialmente unos 1,300 dólares al mes, apuntó el autor líder del estudio, el Dr. Albert Liu, director de investigación clínica del Departamento de Salud Pública de San Francisco. Pero la mayoría de compañías aseguradoras cubren el tratamiento, y hay programas de asistencia farmacológica disponibles, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

El tratamiento también puede provocar efectos secundarios leves, como molestias estomacales, pérdida del apetito y dolor de cabeza leve. Pero la mayoría desaparecen poco después de iniciar el tratamiento, según AIDS.gov.

La profilaxis previa a la exposición combina dos fármacos (tenofovir y emtricitabina) en una pastilla, que se comercializa como Truvada. La meta del tratamiento es evitar que las personas en alto riesgo se infecten de VIH. El tratamiento fue aprobado para su uso en Estados Unidos en 2012, según la información de respaldo del estudio.

Los hombres homosexuales y bisexuales conforman dos tercios de las nuevas infecciones con el VIH, según el estudio.

El nuevo estudio es único porque ofrece información sobre cómo el tratamiento preventivo funciona en la comunidad general en lugar de en personas reclutadas para un estudio, apuntó Liu.

El estudio siguió a más de 400 hombres homosexuales y bisexuales y mujeres transgénero que visitaron clínicas de enfermedades de transmisión sexual en San Francisco y en Miami, y un centro de salud comunitaria en Washington, D.C. Los participantes acudieron a las clínicas entre 2012 y 2015.

Todos los participantes tomaron Truvada de forma gratuita. El tratamiento del estudio duró 48 semanas.

Según los análisis sanguíneos de casi 300 participantes, el estudio encontró que un 80 por ciento o más parecieron usar la terapia de forma constante, según los niveles de los fármacos en sus organismos.

Las dos personas que contrajeron el VIH durante el estudio parecieron haber tomado el medicamento dos veces o menos por semana en lugar de hacerlo a diario según las recomendaciones.

El nivel de otras enfermedades de transmisión sexual permaneció estable entre los participantes, halló el estudio. Los investigadores también encontraron que las personas que tomaban el tratamiento no aumentaron su nivel de sexo anal sin condones. El porcentaje de los que participaban en esa práctica sexual permaneció constante, en alrededor de un 66 por ciento.

Las personas que eran más propensas a tomar el tratamiento de forma constante incluyeron a las que tenían una vivienda estable y las que participaban en prácticas sexuales más arriesgadas, que se definieron como tener sexo anal sin condón con dos parejas en los tres meses anteriores, anotó el estudio.

En general, los resultados del estudio ofrecen una "evidencia firme" para fomentar el uso de la profilaxis previa a la exposición entre los hombres homosexuales y bisexuales en esos tipos de clínicas, dijo Liu. "Observamos unos niveles más altos de adherencia entre las personas que tenían conductas con un riesgo más alto, lo que es alentador, y probablemente aumente la rentabilidad y el impacto de la profilaxis previa a la exposición".

Julia Marcus, investigadora sobre el VIH y miembro postdoctoral de la División de Investigación de Kaiser Permanente del Norte de California, que está familiarizada con el estudio, lo dijo de esta forma: "Observamos que la profilaxis previa a la exposición funciona extremadamente bien cuando se toma".

Pero el estudio señala los problemas a los que se enfrentan los defensores de la salud al promover el uso de este tratamiento.

Un cinco por ciento de los participantes dejaron de tomar el medicamento debido a los efectos secundarios, dijo Liu.

Y también está el problema del dinero. En este caso, los investigadores del estudio ayudaron a los participantes a encontrar acceso a un tratamiento continuo, aunque se podrían enfrentar a copagos y deducibles altos si tienen un seguro que lo cubra, apuntó. La mayoría de programas de seguro, así como Medicaid, cubren la profilaxis previa a la exposición, apuntó Liu.

También hay preocupación porque los investigadores encontraron que los negros eran menos propensos que otros a tomar el medicamento de forma constante: apenas un 57 por ciento lo hicieron.

Un segundo estudio encontró un uso incluso más bajo de la PrEP entre los negros. Ese estudio encuestó a más de 600 hombres negros jóvenes homosexuales o bisexuales sexualmente activos de Chicago, y encontró que entre los que no eran VIH positivos, apenas el 4 por ciento usaban profilaxis previa a la exposición.

Las encuestas se realizaron entre 2013 y 2014. El 80 por ciento tenían ingresos de menos de 20,000 dólares al año. Apenas la mitad de ese grupo contaba con algún seguro de salud, encontró el estudio. Solo el 40 por ciento sabían que la profilaxis previa a la exposición existía, reveló la encuesta.

No está claro qué sucede, dijo Liu, pero es posible que los negros tengan más desconfianza del sistema médico y menos conocimiento sobre sus opciones de salud.

Los estudios aparecen en la edición del 16 de noviembre de la revista JAMA Internal Medicine.


FUENTES: Albert Liu, M.D., M.P.H., clinical research director, Bridge HIV, San Francisco Department of Public Health; Kenneth Mayer, M.D., director, HIV Prevention Research, Beth Israel Deaconess Medical Center, and professor of medicine, Harvard Medical School, and medical research director, The Fenway Institute, Fenway Health, Boston; Julia Marcus, Ph.D., M.P.H., postdoctoral fellow, Division of Research, Kaiser Permanente Northern California, Oakland; Nov. 16, 2015, JAMA Internal Medicine