Las recompensas financieras que buscan animar a los empleados obesos a perder peso no funcionan, encuentra un estudio reciente.
Muchas compañías grandes de EE. UU. ofrecen reducciones en las primas del seguro médico u otros incentivos financieros para animar a los trabajadores a adoptar estilos de vida saludables y a perder peso, apuntaron unos investigadores de la Universidad de Pensilvania.
Pero su estudio de 197 empleados obesos concluyó que quizá unos incentivos más creativos podrían ser un mejor medio de producir cambios en la conducta.
"Con frecuencia se da por sentado que el tamaño de la recompensa es lo único que importa", comentó el Dr. Kevin Volpp, director del Centro Penn de Incentivos para la Salud y la Economía Conductual. "En realidad, la efectividad de los sistemas de incentivos varía según qué tan bien diseñados estén", explicó en un comunicado de prensa de la universidad.
Los participantes se inscribieron en programas de bienestar en el trabajo, y se les fijó la meta de perder un 5 por ciento de su peso. Se asignaron al azar a un grupo de control sin incentivos financieros para perder peso, o a uno de tres programas que ofrecían un incentivo para perder peso con un valor de 550 dólares.
Dos de los programas ofrecían reducciones en las primas del seguro médico, y el tercero ofrecía participación en una lotería diaria.
Tras doce meses, no se observaron cambios significativos en la pérdida promedio de peso en ninguno de los cuatro grupos, según el estudio, que aparece en la edición de enero de la revista Health Affairs.
"Más del 80 por ciento de las empresas grandes usan incentivos financieros para fomentar la salud", comentó en el comunicado de prensa el Dr. Mitesh Patel, profesor asistente de medicina y gestión de la atención sanitaria. "Muchas usan ajustes en la prima del seguro médico, pero esos incentivos con frecuencia son postergados, e incluso cuando no lo son, normalmente se ocultan en los salarios junto con otras deducciones y pagos".
Patel y sus colaboradores dicen que los hallazgos sugieren que las empresas deben pensar en evaluar alternativas a los incentivos de 550 dólares en las primas usadas en este estudio.
Volpp añadió que "en este caso, los ajustes en las primas tuvieron poco impacto sobre el peso, y los incentivos en forma de lotería que usamos se vieron refrenados por tener que pesarse en el trabajo. Esto hizo que la participación y la conducta sostenidas fueran más difíciles".
Aunque los participantes del estudio no experimentaron una pérdida significativa de peso, eso no significa que todos los programas de incentivos carezcan de efectividad, apuntaron los investigadores.
Bajo la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, con frecuencia llamada "Obamacare", las compañías pueden usar hasta el 30 por ciento de las primas de seguro médico (unos 1,800 dólares para el empleado promedio) para animar a los empleados a adoptar unos estilos de vida saludables.
FUENTE: University of Pennsylvania