Los médicos de atención primaria deben evaluar la depresión mayor en todos los pacientes de 12 a 18 años de edad, pero no en los niños más pequeños, señalan unos expertos en salud preventiva.
La evaluación de los adolescentes debe venir acompañada por un diagnóstico preciso, un tratamiento efectivo y un seguimiento adecuado, comentó en una recomendación final publicada el lunes el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. (USPSTF).
Hay herramientas de detección disponibles para ayudar a los médicos de atención primaria a identificar con precisión la depresión mayor en los pacientes adolescentes, y hay tratamientos efectivos para ese grupo de edad, según el grupo de trabajo.
Pero no hay suficientes evidencias para medir los beneficios y riesgos de evaluar a los niños de 11 años o menos, y se necesita más investigación sobre la evaluación y el tratamiento de la depresión en ese grupo de edad, señaló el grupo de trabajo.
La depresión mayor puede afectar el rendimiento en la escuela y en el trabajo de los adolescentes, así como sus relaciones con amigos y familiares. La afección con frecuencia no se diagnostica, y se vincula con un aumento en el riesgo de depresión y suicidio en la adultez.
"Los médicos de atención primaria pueden desempeñar un rol importante al ayudar a identificar a los adolescentes con un trastorno depresivo mayor y conseguirles la atención que necesitan. Por tanto, el grupo de trabajo recomienda que los médicos de atención primaria evalúen esta afección en todos los adolescentes de 12 a 18 años de edad", señaló el un comunicado de prensa del USPSTF el Dr. Alex Krist, miembro del grupo de trabajo. Krist es profesor asociado de medicina familiar y salud poblacional de la Universidad del Estado de Virginia.
Aunque el grupo de trabajo necesitará más evidencias para realizar una recomendación a favor o en contra de la evaluación de los niños que tienen 11 años o menos de edad, el Dr. Alex Kemper, miembro del grupo de trabajo, apuntó que las preocupaciones sobre los niños más pequeños nunca se deben pasar por alto.
"Es importante tomarse en serio cualquier preocupación sobre la depresión, independientemente de la edad, y cualquier padre que esté preocupado sobre el estado de ánimo o la conducta de su hijo debe hablar con el médico de atención primaria del niño", enfatizó en el comunicado de prensa. Kemper es profesor de pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke en Durham, Carolina del Norte.
La recomendación aparece en la edición en línea del 9 de febrero de las revistas Annals of Internal Medicine y Pediatrics.
El grupo de trabajo es un panel independiente y voluntario de expertos nacionales que revisan regularmente las evidencias científicas y realizan recomendaciones sobre los procedimientos de evaluación de la salud y la medicina preventiva.
FUENTE: U.S. Preventive Services Task Force