Los médicos saben que un trastorno del ritmo cardiaco conocido como fibrilación auricular aumenta las probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular (ACV). Pero menos de la mitad de los pacientes de fibrilación auricular con el riesgo más alto de ACV reciben recetas de los anticoagulantes recomendados por los cardiólogos, halla una investigación reciente.
"Los hallazgos de nuestro estudio son sorprendentes, dado que esos pacientes de fibrilación auricular fueron tratados por un especialista cardiovascular, que debería conocer las recomendaciones de las directrices" respecto a los anticoagulantes, como la warfarina, señaló el líder del estudio, el Dr. Jonathan Hsu, cardiólogo y profesor asistente de medicina de la Universidad de California, en San Diego.
El equipo de Hsu siguió a más de 400,000 pacientes de fibrilación auricular en Estados Unidos durante cuatro años. Los investigadores hallaron que a la mayoría les recetaron anticoagulantes, hasta cierto punto. Pero más del 50 por ciento de los pacientes con el riesgo más elevado de todos salían del consultorio del médico sin una receta de un anticoagulante que podría potencialmente salvarles la vida.
No está claro si los médicos están ignorando o malinterpretando las directrices, dijo.
"Igual que con muchos temas de la medicina, es probable que haya varios motivos", sugirió Hsu.
Parte del problema podría ser sencillamente "las preferencias de los pacientes", dijo. Por otro lado, quizá los cardiólogos enfaticen demasiado el riesgo de sangrado que los anticoagulantes plantean. Pero en la mayoría de los pacientes los beneficios hacen que el riesgo valga la pena, enfatizó Hsu.
Los hallazgos del estudio aparecen en la edición en línea del 16 de marzo de la revista JAMA Cardiology.
La fibrilación auricular, que se caracteriza por irregularidades eléctricas que hacen que las cámaras superiores del corazón funcionen de forma anómala, puede aumentar el riesgo de coágulos sanguíneos y ACV cinco veces, señalan los expertos.
Una cuarta parte de todos los estadounidenses mayores de 40 años están en riesgo de desarrollar fibrilación auricular en algún momento de sus vidas, anotaron los autores del estudio.
Además de warfarina (Coumadin), entre los anticoagulantes que se recetan en Estados Unidos se encuentran Pradaxa (dabigatran), Xarelto (rivaroxaban) y Eliquis (apixaban).
El Dr. Gregg Fonarow, profesor de cardiología de la Universidad de California, en Los Ángeles, dijo que hay evidencias abrumadoras de que los anticoagulantes benefician a los pacientes de fibrilación auricular con un riesgo de ACV entre moderado y alto.
"Este estudio muestra un problema muy grave, ya que esos pacientes se enfrentan a un exceso de riesgo de ACV cardioembólicos que se hubieran podido prevenir", dijo Fonarow, coautor de un editorial que acompaña al estudio en la revista. Los accidentes cerebrovasculares cardioembólicos son provocados por coágulos sanguíneos que se desarrollan en el corazón y se desplazan al cerebro.
Para ver cómo se aborda el riesgo de ACV en los pacientes de fibrilación auricular, el equipo del estudio utilizó datos de casi 430,000 pacientes atendidos en 144 prácticas de Estados Unidos entre 2008 y 2012. La edad promedio de los pacientes era de 71 años.
El riesgo de ACV de cada paciente se calificó según pruebas estandarizadas, y se comparó con los patrones de emisión de recetas.
En todo el espectro del riesgo de ACV planteado por la fibrilación auricular, los investigadores hallaron que al 45 por ciento de los pacientes se les recetó un anticoagulante, mientras que a más o menos una cuarta parte se les recetó aspirina, que también diluye la sangre, en vez de un anticoagulante. A cerca del 6 por ciento se les ofreció aspirina más un anticoagulante de la clase de las tienopiridinas. Estos incluyen a Plavix (clopidogrel), Effient (prasugrel) y Ticlid (ticlopidina). Casi una cuarta parte no recibieron ningún medicamento para el riesgo de ACV.
En general, el equipo determinó que las probabilidades de que se recetara un anticoagulante aumentaron con cada incremento de un punto en la puntuación estandarizada de riesgo de ACV del paciente.
Pero las probabilidades de recibir una receta de un anticoagulante alcanzaron un tope, dejando a más de la mitad de los pacientes con el riesgo más alto sin protección, halló el estudio.
"El hecho de que pareció haber un tope en la emisión de recetas de anticoagulantes entre los que tenían el riesgo más alto de ACV debería ser una alarma para todos lo que tratamos a pacientes de fibrilación auricular", comentó Hsu.
Fonarow se mostró de acuerdo, y dijo que los hallazgos demuestran "una necesidad urgente de mejorar la calidad de la atención de los pacientes de fibrilación auricular en esas prácticas".
FUENTES: Jonathan C. Hsu, M.D., M.A.S., assistant professor, section of cardiac electrophysiology, division of cardiology, department of medicine, University of California, San Diego, La Jolla; Gregg Fonarow, M.D., professor, cardiology, University of California, Los Angeles; March 16, 2016, JAMA Cardiology