Los hombres que comen muchos alimentos grasos podrían hallarse en necesidad de una siesta vespertina, sugiere un estudio reciente.
Los investigadores encontraron que entre casi 800 hombres de 35 a 80 años de edad, los que tenían dietas ricas en grasas reportaban más problemas con la somnolencia diurna. El peso corporal, los niveles de ejercicio ni los problemas de salud crónica, como la diabetes o la depresión, explicaron la conexión.
El estudio, que aparece en una edición reciente de la revista Nutrients, no prueba que una dieta grasa en sí induzca a la somnolencia.
No está claro por qué una dieta grasa podría afectar a la somnolencia, según Yingting Cao, candidata doctoral de la Universidad de Adelaida, en Australia.
Pero Cao apuntó que los estudios en laboratorio sugieren que ciertas "neurohormonas intestinales" fomentan la somnolencia, así que es plausible que una dieta rica en grasa pudiera de alguna manera afectar a la somnolencia diurna.
Según Cao, se necesita más investigación para comprender cómo los alimentos grasos podrían fomentar la somnolencia, y si el momento en que se consumen comidas ricas en grasa es importante. Por ejemplo,
Los hallazgos del estudio se basan en 784 hombres australianos encuestados sobre su dieta y su estilo de vida. Los hombres también se sometieron a un estudio en casa para detectar síntomas de apnea del sueño, un trastorno de la respiración nocturna que puede provocar ronquidos ruidosos y somnolencia diurna.
El equipo de Cao encontró que, en general, la cuarta parte de los hombres que presentaban la ingesta diaria más alta de grasa eran más propensos a quejarse de somnolencia diurna que la cuarta parte que menos grasa comían.
Los investigadores encontraron que un 46 por ciento de los hombres del grupo con la ingesta más alta de grasa tenían sueño habitualmente durante el día, frente al 37 por ciento de los hombres del grupo con la ingesta más baja.
Los investigadores sopesaron varios factores más, como el peso corporal, los niveles de ejercicio, la diabetes, la depresión, y los hábitos de tabaquismo y consumo de alcohol. Y los hombres con la ingesta más alta de grasa seguían teniendo un 78 por ciento más de probabilidades de quejarse de somnolencia que los que tenían los niveles más bajos de grasa en la dieta.
Los hombres que más grasa comían también tenían un riesgo más alto de síntomas de apnea del sueño, aunque un mayor peso corporal pareció explicarlo, sugirieron los hallazgos.
En contraste, no hubo una conexión clara entre la ingesta de carbohidrato o proteínas de los hombres y los problemas con la somnolencia diurna.
Aunque los autores del estudio intentaron tomar en cuenta otros factores que podrían provocar la somnolencia, es difícil culpar a un solo nutriente, según Jim White, dietista registrado y vocero de la Academia de Nutrición y Dietética (Academy of Nutrition and Dietetics).
"Hay muchos factores que pueden provocar somnolencia diurna", dijo White, que no participó en el estudio.
"Este estudio muestra una relación con una mayor ingesta de grasa y el sueño", dijo. "Pero debemos observar el estilo de vida general y la conducta alimentaria de las personas, en lugar de señalar a un macronutriente".
Aunque no está claro si una dieta rica en grasa le quita energía a un hombre, Cao señaló que ya hay motivos para tener cuidado con la ingesta de grasa.
"Llevar una dieta ligera y equilibrada siempre es adecuado para todo el mundo", planteó.
White se mostró de acuerdo respecto a la necesidad de equilibrio. "La mejor oportunidad de tener unos niveles de energía altos durante el día es incorporar una dieta que consista de granos integrales, proteínas magras, frutas y verduras, lácteos bajos en grasa y una ingesta de grasas de alta calidad", planteó.
Según White, "alta calidad" significa grasas insaturadas de fuentes que incluyan los aceites vegetales, los aguacates, los frutos secos, las semillas y la mantequilla de cacahuate.
FUENTES: Yingting Cao, Ph.D. candidate, population research and outcome studies, University of Adelaide, Adelaide, Australia; Jim White, R.D.N., spokesperson, Academy of Nutrition and Dietetics, Chicago; April 8, 2016, Nutrients