Sanguínea e intraabdominal

La quimioterapia por dos vías en cáncer de ovario avanzado

Un estudio encontró que usar tanto un suero abdominal como la IV retrasó el avance de la enfermedad

Fuente: MedlinePlus

A algunas mujeres con un cáncer de ovario avanzado podría irles mejor si la quimioterapia se administra directamente en el abdomen, además de introducirla en el torrente sanguíneo por la vía intravenosa (IV) tradicional, encuentra un estudio reciente.

Los resultados de un ensayo clínico muestran que la combinación de quimioterapia abdominal e IV puede ralentizar el avance del cáncer de ovario mejor que la quimioterapia IV sola en las mujeres que ya se han sometido a una cirugía para extirpar todo, o casi todo, el cáncer.

Casi el 77 por ciento de las mujeres que recibieron el tratamiento combinado experimentaron un retraso de al menos nueve meses en el avance de su cáncer, en comparación con poco menos del 58 por ciento de las mujeres que solo recibieron la terapia IV.

La supervivencia total también fue más larga, de 59 meses, en comparación con 38 meses, respectivamente. Pero los investigadores dijeron que esta diferencia no fue estadísticamente significativa.

La supervivencia libre de progresión fue similar entre ambos grupos: de poco más de 11 meses en el grupo de la terapia IV en comparación con 12.5 meses con la quimioterapia IV/abdominal, mostraron los hallazgos.

De cualquier forma, estas estadísticas respaldan la utilización de la quimioterapia IV/abdominal en ciertas pacientes, apuntó el Dr. Don Dizon, director de oncología médica del programa de oncología de las mujeres del Hospital de Mujeres y Niños de Rhode Island. Dizon no participó en el estudio.

Con este método, las mujeres primero reciben quimioterapia tradicional para reducir el tamaño del tumor, y entonces se someten a una cirugía para extirpar la mayor cantidad posible de su cáncer, explicó Dizon.

Entonces, se instala un puerto en su vientre para permitir un goteo directo de la quimioterapia en sus cavidades abdominales, explicó. También reciben quimioterapia por vía IV.

"Creo que esto representa una opción muy válida para esta población, que reciben quimioterapia primaria antes de la cirugía y que luego se someten a una cirugía con éxito", dijo Dizon. "Pienso que hay que mencionar esta opción y estos datos cuando se hable con estas pacientes sobre el tratamiento".

Los investigadores continuarán siguiendo a las pacientes del estudio, con la esperanza de averiguar cuáles son las mejores recipientes posibles de esta terapia combinada, apuntó la investigadora principal, la Dra. Helen Mackay, directora de la división de oncología médica y hematología del Centro Oncológico Sunnybrook Odette, en Toronto.

"Si podemos identificar a las supervivientes a largo plazo, esperamos que nos ayude a predecir mejor quién de verdad se beneficia con este método", comentó Mackay.

Se anticipa que unas 22,280 mujeres reciban un diagnóstico de cáncer de ovario en 2016, y unas 14,240 mujeres morirán de la enfermedad, según la Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society). El cáncer de ovario es la quinta causa más común de muerte por cáncer entre las mujeres.

En el nuevo ensayo clínico participaron 200 mujeres que primero se sometieron a quimioterapia para reducir su tumor, seguida de una cirugía para extirpar el cáncer. Después, se asignaron al azar a recibir quimioterapia IV o quimioterapia IV/abdominal.

Los investigadores presentaron los hallazgos el domingo en la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (American Society of Clinical Oncology), en Chicago.

Esta opción terapéutica administra la quimioterapia directamente en las células tumorales, sin tener que sortear el torrente sanguíneo, anotó el Dr. Linus Chuang, profesor de obstetricia, ginecología y ciencias reproductivas de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York.

Chuang apuntó que en nueve de cada 10 pacientes de cáncer de ovario, el cáncer se limita al abdomen cuando se les diagnostica por primera vez.

Administrar quimioterapia directamente en el abdomen "podría mejorar la eficacia al aumentar la concentración del agente citotóxico directamente contra el tumor en la cavidad abdominal", explicó Chuang.

Los investigadores también anotaron que esta técnica permite la administración de unas dosis más altas de quimioterapia al tumor, al mismo tiempo que protege a otras partes del cuerpo de los efectos secundarios.

La tasa de efectos secundarios graves fue ligeramente más baja entre las mujeres que recibieron la terapia combinada, de alrededor de un 16 por ciento, frente a un 23 por ciento. Pero la diferencia no fue estadísticamente significativa.


FUENTES: Don Dizon, M.D., director, medical oncology, women's oncology program, Women & Infants Hospital of Rhode Island; Helen Mackay, M.D., divisional head, medical oncology and hematology, Sunnybrook Odette Cancer Center, Toronto; Linus Chuang, M.D., professor of obstetrics, gynecology and reproductive science, Icahn School of Medicine at Mount Sinai, New York City; June 5, 2016, presentation, American Society of Clinical Oncology annual meeting, Chicago