"Tener un factor de riesgo [genético] no significa que alguien sufrirá de la enfermedad"
Se sabe que ciertas variantes genéticas aumentan el riesgo de enfermedad de Alzheimer de una persona. Pero un nuevo estudio encuentra que incluso entre las personas que portan ese ADN, factores como el sexo y la actividad física o mental pueden afectar ese riesgo.
El estudio siguió las tasas de demencia de 642 personas que tenían entre 53 y 95 años de edad al comenzar el estudio. Todas portaban al menos uno de dos tipos de ADN vinculados con un riesgo más alto de Alzheimer: las variantes genéticas APOEe4 o CLU CC.
Portar la variante APOEe4 "confiere un riesgo de desarrollar enfermedad de Alzheimer hasta entre 10 y 14 veces más alto en comparación con los no portadores", explicó el Dr. Luca Giliberto, que revisó los nuevos hallazgos.
Giliberto es investigador del Alzheimer en el Instituto de Investigación Médica Feinstein en Manhasset, Nueva York.
Pero Giliberto enfatizó que "tener un factor de riesgo [genético] no significa que alguien sufrirá de la enfermedad". Y eso es lo que el nuevo estudio encontró, sobre todo en personas con ciertas características.
Los investigadores, dirigidos por Kirstie McDermott, de la Universidad de Alberta en Edmonton, Canadá, siguieron a los portadores de los genes del Alzheimer durante nueve años.
El estudio encontró que el sexo parecía importar. Mientras que un 47 por ciento de los hombres mostraron señales de declive en el nivel y la estabilidad de la memoria durante el periodo del estudio, esa cifra fue de más o menos un 32 por ciento de las mujeres.
También se encontró que esta "resiliencia de la memoria" mejoró con el tiempo en ambos sexos entre las personas que tenían un nivel educativo más alto, un mejor tono muscular, o que participaban en actividades intelectuales "desafiantes todos los días", como jugar al bridge, por ejemplo.
Específicamente en las mujeres, tener unos pulmones sanos, una buena velocidad al caminar y una vida social activa (cosas como el voluntariado y visitar a los familiares y amigos) también se vincularon con mantener una memoria sana, encontró el estudio.
Un factor pareció ser específico de los hombres para mantener la demencia a raya: evitar la depresión.
Los hallazgos no sorprendieron a Giliberto.
"Tener un estilo de vida activo, un nivel educativo más alto y la actividad física son predictores razonables de un mejor envejecimiento", apuntó. "Por tanto, no es sorprendente que su efecto también sea evidente en portadores de un riesgo genético de la enfermedad de Alzheimer".
El Dr. Ezriel Kornel es director del Instituto de Neurociencias, Ortopedia y la Médula Espinal del Hospital de Northern Westchester en Mount Kisco, Nueva York.
"Lo que todo esto significa, en resumen, es que si uno se cuida a nivel mental y físico, y participa en la comunidad, es más probable que mantenga una memoria que funcione bien" aunque porte ADN vinculado con el Alzheimer, dijo Kornel.
Los hallazgos fueron presentados el domingo en la Conferencia Internacional de la Asociación del Alzheimer (Alzheimer's Association) en Washington, D.C. Los hallazgos presentados en reuniones médicas por lo general se consideran preliminares hasta que se publican en una revista revisada por profesionales.
FUENTES: Luca Giliberto, M.D., Ph.D., neurologist, Northwell Health's Neuroscience Institute, Manhasset, N.Y., and investigator physician, Litwin-Zucker Research Center for the Study of Alzheimer's Disease, Feinstein Institute for Medical Research in Manhasset, N.Y.; Ezriel (Ed) Kornel, M.D., director, Neurosciences, Orthopedic and Spine Institute, Northern Westchester Hospital, Mount Kisco, N.Y.; Alzheimer's Association's International Conference