El hábito de fumar

Tres de cada cuatro adolescentes creen que los cigarrillos electrónicos son más seguros que el tabaco, según una encuesta

Pero los dispositivos administran la misma cantidad de nicotina, o más, que los cigarrillos, señalan expertos en tabaquismo

Fuente: MedlinePlus

Casi tres cuartas partes de los adolescentes estadounidenses creen que los cigarrillos electrónicos son menos nocivos que los cigarrillos reales, encuentra un estudio reciente. No se puede decir lo mismo sobre sus ideas respecto a la seguridad de los cigarros y el tabaco sin humo. Y la percepción sobre la seguridad de esos productos se relaciona de forma directa con su popularidad, añadieron los investigadores.

"Actualmente los cigarrillos electrónicos son el producto de tabaco de uso más común entre los jóvenes de EE. UU., y los aumentos en la seguridad percibida de los cigarrillos electrónicos se hacen eco de los aumentos observados en su utilización", señaló el investigador líder, el Dr. Stephen Amrock, del departamento de medicina de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón, en Portland.

"Así, nuestra investigación ofrece un vínculo descriptivo que faltaba sobre los motivos de la creciente popularidad de esos productos", comentó.

Los cigarrillos, que funcionan con una batería, calientan un líquido que contiene nicotina, saborizantes y otras sustancias. Entonces, el vapor se inhala.

Los niños que usan cigarrillos electrónicos son más propensos que los que no a luego consumir cigarrillos tradicionales, añadió Amrock.

"No es una situación libre de riesgo. Hace poco la FDA comenzó a pensar en los cigarrillos electrónicos como tabaco y a regularlos en consecuencia. Es una parte importante del proceso de sacar esos productos de las manos de los niños", dijo.

Usando datos de la Encuesta nacional de jóvenes y tabaco de 2012 y 2014, Amrock y sus colaboradores encontraron que un 73 por ciento de los adolescentes creían que los cigarrillos electrónicos eran menos dañinos que los cigarrillos. Esto es en comparación con un 20 por ciento que creían que el tabaco sin humo era menos nocivo, y un 26 por ciento que pensaba que los cigarros hacían menos daño.

Además, un 47 por ciento creían que los cigarrillos electrónicos eran menos adictivos que los cigarrillos, pero solo un 14 por ciento creían que el tabaco sin humo era menos adictivo. Y un 31.5 por ciento creían que los cigarros eran menos adictivos, encontró el equipo de Amrock.

Los adolescentes que pensaban que los cigarrillos electrónicos eran menos nocivos o adictivos tendían a ser de sexo masculino, blancos o a vivir con alguien que utilizaba esos productos, dijo Amrock. Entre 2012 y 2014, una creciente cantidad de adolescentes decidieron que los cigarrillos electrónicos eran menos nocivos que los cigarrillos, añadió.

Los hallazgos aparecen en la edición en línea del 25 de octubre de la revista Pediatrics.

"Hay una preocupación de que los cigarrillos electrónicos estén volviendo a normalizar el hecho de fumar", advirtió Amrock. "Los niños y los padres deben comprender que esos productos contienen nicotina y que son potencialmente nocivos, tanto en el momento en que se usan como porque se han vinculado con un uso posterior de cigarrillos".

Stanton Glantz, profesor del Centro de Control, Investigación y Educación sobre el Tabaco de la Universidad de California, en San Francisco, dijo que el estudio amplía las evidencias de que los cigarrillos electrónicos están expandiendo la epidemia de tabaco.

El hallazgo de que los adolescentes creen que los cigarrillos electrónicos son menos adictivos que los convencionales es particularmente preocupante, "porque los cigarrillos electrónicos están diseñados para administrar nicotina, la misma droga adictiva que hay en los cigarrillos", señaló.

"De hecho, el cigarrillo electrónico ideal administra la misma cantidad, o incluso más, nicotina que un cigarrillo convencional", añadió Glantz.

Según Glantz, el hecho de que la administración de Obama ordenara a la FDA que descartara la regulación sobre los sabores de la norma reciente en que asume la jurisdicción sobre los cigarrillos electrónicos complica el problema.

"El efecto de esa eliminación retrasará durante años la regulación de los sabores en los cigarrillos electrónicos, que son atractivos para los niños, conduciendo a que más jóvenes se hagan adictos a la nicotina", indicó.

Erika Sward, vicepresidenta asistente de defensoría nacional de la Asociación American del Pulmón (American Lung Association), dijo que "sabemos que a los niños les atraen mucho los sabores de los cigarrillos electrónicos, y también sabemos que es probable que haya mucho más uso de esos productos".

Un estudio reciente encontró que "varios sabores impactaban la toxicidad de los cigarrillos electrónicos, y el sabor a fresa fue uno de los más tóxicos que se encontraron", advirtió.

Algunos miembros del Congreso intentan debilitar la autoridad de la FDA sobre los cigarrillos electrónicos, apuntó Sward, "en esencia para hacer exenciones de todos los productos que estén en el mercado, de forma que la FDA no pueda eliminar los que son los más peligrosos".

"Es esencial que el Congreso combata los intentos de algunos de dar este trato deferencial a la industria de los cigarrillos electrónicos. Es bastante abominable", agregó.

"Observamos una amenaza a todo el trabajo que hemos hecho como país para reducir la letal carga del tabaquismo", lamentó Sward.


♦ Fuentes: Stephen Amrock, M.D., department of medicine, Oregon Health and Science University, Portland; Erika Sward, assistant vice president, national advocacy, American Lung Association; Stanton Glantz, Ph.D., professor, medicine, Center for Tobacco Control, Research and Education, University of California, San Francisco; Oct. 25, 2016, Pediatrics, online