Se debate indicación de CDI

Se reduce la muerte súbita en insuficiencia cardíaca

Los investigadores lo atribuyen a unos mejores medicamentos, ya que los pacientes viven más y mejor

Fuente: MedlinePlus

Un número menor de pacientes de insuficiencia cardiaca están falleciendo de paro cardiaco

Los pacientes de insuficiencia cardiaca son mucho menos propensos a fallecer hoy en día de un paro cardiaco repentino, muestra una nueva investigación.

Las tasas de muerte súbita por insuficiencia cardiaca se han reducido en casi la mitad a lo largo de las últimas dos décadas, según los datos recogidos de una docena de ensayos clínicos distintos.

Unos mejores medicamentos para el corazón usados en combinaciones efectivas están alargando las vidas de las personas con insuficiencia cardiaca, dijo el autor principal del estudio, el Dr. John McMurray, profesor de cardiología en la Universidad de Glasgow, en Escocia.

"Los pacientes con insuficiencia cardiaca y una fracción de eyección reducida ciertamente están viviendo más tiempo, y creo que también están viviendo mejor", comentó McMurray. "La terapia moderna farmacológica y con dispositivos es muy efectiva, y ahora estamos viendo muy habitualmente a pacientes con una recuperación sustancial o incluso completa de la disfunción del músculo cardiaco".

De hecho, los medicamentos se han vuelto tan efectivos que muchos pacientes de insuficiencia cardiaca con un riesgo bajo quizá no necesiten recibir un desfibrilador cardioversor implantable (DCI) para proteger su vida, comentaron McMurray y sus colegas internacionales.

"Nuestros hallazgos se suman al debate reciente sobre quién debería recibir un DCI, dado que se trata de dispositivos caros, y la implantación de los mismos se puede asociar con complicaciones", dijo McMurray. "La mayoría de los pacientes que reciben un DCI nunca lo usan. Así que aunque todo el mundo está de acuerdo en que los DCI son un tratamiento valioso y que salva vidas, todavía no hemos averiguado quién necesita y se beneficia más de un DCI; por ejemplo, cómo centrar el uso de los DCI para los pacientes con el riesgo más alto".

Para realizar este estudio, los investigadores analizaron los datos de más de 40,000 pacientes con insuficiencia cardiaca inscritos en 12 ensayos clínicos realizados entre 1995 y 2014.

La insuficiencia cardiaca se produce cuando el corazón se debilita demasiado y no puede bombear suficiente sangre como para satisfacer las necesidades del cuerpo. La mayoría de los pacientes de insuficiencia cardiaca desarrollan una fracción de eyección reducida, una afección en la que las cámaras bajas del corazón (los ventrículos) no aprietan lo suficiente como para bombear sangre rica en oxígeno al resto del cuerpo.

Los pacientes con una fracción de eyección reducida con frecuencia fallecen de forma súbita de paro cardiaco porque sus ventrículos desarrollan un ritmo cardiaco peligrosamente errático, explicaron los investigadores en las notas de respaldo.

Para prevenir esto, muchos pacientes con insuficiencia cardiaca reciben un DCI, indicaron los investigadores. Estos dispositivos monitorizan el ritmo cardiaco y administran un choque eléctrico para restaurar el ritmo normal si la frecuencia cardiaca empieza a descontrolarse.

Pero a lo largo de las dos últimas décadas, han aparecido muchos nuevos medicamentos que son efectivos a la hora de ayudar al corazón a latir con fuerza y de forma organizada cuando empieza a tener problemas, comentó McMurray.

Los datos combinados de los ensayos clínicos mostraron que las tasas de muerte súbita se han reducido en un 44 por ciento en los pacientes con insuficiencia cardiaca que no recibieron un DCI.

El informe apareció el 6 de julio en la revista New England Journal of Medicine.

El estudio documentó una tendencia que han observado los cardiólogos, dijo el Dr. David Majure, director médico de soporte circulatorio mecánico en el Hospital Cardiaco Sandra Atlas Bass, parte del Hospital Universitario de North Shore en Manhasset, Nueva York.

"Las personas con insuficiencia cardiaca tienden a fallecer por un fallo del bombeo, pero no tanto por una muerte súbita cardiaca", dijo Majure. "Fue muy interesante que ellos [los investigadores del nuevo estudio] documentaran que realmente esto es así".

Los investigadores también encontraron que la tasa de muerte súbita no era más alta entre los pacientes a los que se diagnosticó recientemente una insuficiencia cardiaca.

Las directrices actuales aconsejan que los pacientes tomen medicamentos durante 3 meses antes de que su médico decida si necesitan un DCI. Estos nuevos hallazgos sugieren que los médicos quizá puedan esperar de forma segura hasta un año antes de decidir si implantar un DCI, comentó McMurray.

"Ciertamente, no deberíamos tener prisa para implantarlos, dado que un periodo de terapia médica efectiva podría llevar a la suficiente mejora en la fracción de eyección para descartar la necesidad de un DCI", dijo McMurray.

Un cardiólogo de la UCLA, el Dr. Gregg Fonarow, se mostró de acuerdo en que los pacientes de insuficiencia cardiaca están viviendo más tiempo y mejor gracias a los nuevos tratamientos.

Pero Fonarow no está convencido de que los implantes cardiacos ya no sean necesarios para muchos pacientes.

"Los pacientes que reciben todos los medicamentos para la insuficiencia cardiaca recomendados por las directrices actuales siguen teniendo un riesgo residual de muerte súbita que se puede reducir de forma efectiva con los DCI", señaló Fonarow, codirector del Programa de Cardiología Preventiva de la Facultad de Medicina David Geffen de la UCLA.

Se necesitará hacer más investigaciones para identificar los tipos específicos de pacientes con insuficiencia cardiaca que podrían ser tratados solamente con medicamentos, dijo el Dr. Chris O'Connor, editor jefe de la revista JACC: Heart Failure.

Los investigadores que realizaron el nuevo estudio podrían estar precipitándose al decir que los médicos tienen más tiempo para decidir si un implante es necesario para los pacientes individuales, añadió O'Connor, director general del Instituto Cardiaco y Vascular Inova de Falls Church, Virginia.

Indicó que los pacientes de los ensayos clínicos reciben mucha más atención que los pacientes promedio con problemas cardiacos del mundo real, ya que los investigadores monitorizan de cerca si toman sus medicamentos y realizan la atención de seguimiento.

"En el mundo real, simplemente no damos a los pacientes todos estos medicamentos con las dosis correctas, así que no veremos esta reducción óptima en los casos de muerte súbita", afirmó O'Connor.


FUENTES: John McMurray, M.D., professor, cardiology, University of Glasgow, Scotland; David Majure, M.D., medical director, mechanical circulatory support, Sandra Atlas Bass Heart Hospital, North Shore University Hospital, Manhasset, N.Y.; Gregg Fonarow, M.D., co-director, UCLA Preventative Cardiology Program, David Geffen School of Medicine, UCLA; Chris O'Connor, M.D., CEO, Inova Heart and Vascular Institute, Falls Church, Va.; July 6, 2017, New England Journal of Medicine