Historia
El 16 de octubre de 1945, 42 países se reunieron en Quebec, Canadá, para crear la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Su objetivo era liberar a la humanidad del hambre y la malnutrición, y gestionar de forma eficaz el sistema alimentario mundial. Puede encontrar más información sobre el origen de la FAO aquí.
La FAO celebra cada año el Día Mundial de la Alimentación el 16 de octubre, al conmemorar la fundación de la Organización en 1945. Se organizan eventos en más de 150 países de todo el mundo, haciendo que sea uno de los jornadas más celebrados del calendario de la ONU. Estos eventos promueven la concienciación y la acción en todo el mundo a favor de aquellos que padecen hambre y para recordar la necesidad de garantizar la seguridad alimentaria y dietas nutritivas para todos.
La finalidad del Día Mundial de la Alimentación, proclamado en 1979 por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), es aumentar los acontecimientos de la población sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza. El Día coincide con la fecha de fundación de la FAO en 1945. En 1980, la Asamblea General de la ONU respaldó la celebración del Día por considerar que “la alimentación es un requisito para la supervivencia y el bienestar de la humanidad y una necesidad humana fundamental”.
Mensaje del Secretario General de la ONU con motivo del Día Mundial de la Alimentación
En nuestro mundo de abundancia, una de cada nueve personas no tiene suficiente para comer. Alrededor de 820 millones de personas siguen padeciendo hambre. La mayoría de ellas son mujeres. Unos 155 millones de niños padecen malnutrición crónica y pueden sufrir los efectos del retraso del crecimiento durante todas sus vidas. Y el hambre es la causa de casi la mitad de las muertes de niños menores de 1 año en todo el mundo. Esta situación es intolerable.
En este Día Mundial de la Alimentación, comprometámonos a lograr un mundo sin hambre: un mundo en el que todas las personas tengan acceso a una alimentación sana y nutritiva. Para alcanzar el objetivo del hambre cero debemos aunar esfuerzos. Países y empresas, instituciones y particulares: cada uno de nosotros debe hacer lo que le corresponde para lograr sistemas alimentarios sostenibles.