Salud continúa el trabajo coordinado con Chubut por el brote de hantavirus en Epuyén
Con el objetivo de estudiar y contener el brote de la enfermedad, autoridades y equipos técnicos de ambas jurisdicciones mantuvieron reuniones para evaluar la evolución del brote que afecta a la localidad patagónica.
Funcionarias de la Secretaría de Gobierno de Salud de la Nación mantienen reuniones en Epuyén y distintos municipios de la Comarca Andina para analizar junto a las autoridades locales la evolución del brote de hantavirus que afecta a la mencionada localidad chubutense y supervisar las tareas que vienen realizando los equipos multidisciplinarios de la provincia y de la Nación desde su inicio en diciembre pasado.
Luego de reunirse con el intendente local, Antonio Reato, la subsecretaria de Prevención y Control de Enfermedades Comunicables e Inmunoprevenibles, Miriam Burgos y la directora nacional de Epidemiología y Análisis de la Situación de Salud, Patricia Angeleri, participaron de la sala de situación que se constituyó en el lugar y que concentra la información oficial del brote. “Tuvimos una sala de situación muy importante, los profesionales están trabajando muy bien y a destajo para contener el brote y detectar y prevenir nuevos casos”, afirmó Burgos.
“Hay que destacar el trabajo comprometido de médicos, infectólogos, epidemiólogos, laboratoristas, expertos en zoonosis y de los agentes sanitarios locales que visitan frecuentemente a los contactos que están aislados”, agregó.
Además las funcionarias se reunieron con autoridades y especialistas de Bariloche, de Esquel y de El Maitén. En todas las reuniones “intercambiamos información, respondimos las consultas y ofrecimos apoyo y colaboración a la provincia como vinimos haciendo desde el inicio del brote”, aseguró Burgos.
Según el parte oficial de la provincia, hasta el momento el número de casos confirmados es 26 de los cuales 9 fallecieron.
Desde el inicio del brote, los equipos técnicos del área de Epidemiología de la Secretaría de Gobierno de Salud se encuentran junto a sus pares locales relevando información respecto a los casos, la vía de transmisión y los contactos. Además de contribuir en el seguimiento de las personas con indicación de aislamiento y realizar, junto a especialistas en salud mental, un trabajo diario con la comunidad para reforzar las medidas de prevención y cuidado, así como de contención psicológica.
En este sentido, el trabajo coordinado entre Nación y Chubut consistió en diseñar el circuito de derivación para la atención de las personas, y colectar y procesar la información necesaria para formular los alertas sanitarios que emitieran oportunamente la provincia y la Nación de acuerdo al monitoreo de la situación.
Dentro del despliegue de recursos humanos, expertos en bioseguridad de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS) “Dr. Carlos G. Malbrán” viajaron a Epuyén, así como también trabajaron con los profesionales de Chubut para brindar apoyo al laboratorio provincial, y realizar la confirmación de los resultados de laboratorio de los casos, garantizando la calidad de los mismos.
Además, desde el Laboratorio Nacional de Referencia para Hantavirus, INEI-ANLIS, en colaboración con autoridades del Hospital Zonal Esquel se realizó un estudio de infección por hantavirus en el personal de salud expuesto a los primeros casos del brote (antes del 13 de diciembre). Este análisis tuvo dos finalidades, detectar infecciones antes del inicio de la sintomatología de la enfermedad para poder aislar el paciente y cortar la cadena de transmisión y extremar la vigilancia y hacer el tratamiento de soporte en caso de encontrar algún caso positivo.
El ANLIS también envió personal para capacitar en el desarrollo de test rápidos de screening y colaboró en el procesamiento de muestras de personas con sospecha diagnóstica así como también de muestras obtenidas de roedores capturados en la región. También realizó capacitaciones para los equipos de guardia, enfermería y unidad de terapia intensiva en utilización de elementos de protección personal en el Hospital de Bariloche, el Hospital de Esquel y el Hospital de Epuyén. A estas acciones se sumaron la elaboración y revisión de procedimientos de bioseguridad para el manejo de pacientes, muestras y residuos asociados a casos y aislamientos de riesgo en los hospitales zonales.
ANLIS inició además estudios de secuenciación de genoma viral y de genoma humano completo para poder identificar si existen mutaciones que aumenten la transmisibilidad y letalidad.
El hantavirus es una enfermedad viral aguda grave, causada por el virus Hanta que se transmite a las personas a través del contacto con la saliva, las heces y la orina de los ratones silvestres infectados (principalmente los colilargos) que una vez secas, pueden ser inhaladas. Existen distintas especies de virus hanta y la que provocó este brote es la cepa Andes Sur.
La enfermedad, para la que no existe vacuna ni tratamiento específico, puede afectar la función de los pulmones y el corazón debido a una respuesta inadecuada del sistema inmune y como consecuencia en algunos casos llevar a la muerte.
Cabe destacar que a partir de la investigación epidemiológica de los casos y la información con la que se cuenta, los especialistas sostienen la hipótesis de que en el actual brote de hantavirus de Epuyén exista la posibilidad de transmisión de persona a persona, hipótesis que se encuentra a la espera de resultados concluyentes del análisis de la Unidad Operativa Centro de Contención Biológica del ANLIS.
Al momento, la letalidad observada en este brote es la esperada para la cepa Andes Sur de hantavirus (entre 30% y 50%).
En Argentina se han identificado cuatro regiones endémicas: Norte (Salta, Jujuy), Centro (Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos), Noreste (Misiones) y Sur (Neuquén, Río Negro y Chubut). Entre el 2013 y 2018 se reportaron en Argentina 111 casos fallecidos de hantavirosis.
¿Qué es?
El hantavirus es una enfermedad viral aguda grave, causada por el virus Hanta. Los ratones silvestres (principalmente los colilargos) lo transmiten a las personas, eliminando el virus en la saliva, las heces y la orina.
¿Cómo se transmite?
- Por inhalación: Es la causa más frecuente. Ocurre cuando respiramos en lugares abiertos o cerrados (galpones, huertas, pastizales) donde las heces o la orina de los roedores infectados desprendieron el virus contaminando el ambiente.
- Por contacto directo: Al tocar roedores vivos o muertos infectados, o las heces o la orina de estos roedores.
- Por mordeduras: Al ser mordidos por roedores infectados.
- Por vía interhumana: puede transmitirse entre personas a través del contacto estrecho con una persona infectada durante los primeros días de síntomas, a través de la vía aérea.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas se parecen a un estado gripal: fiebre, dolores musculares, escalofríos, cefaleas (dolores de cabeza) náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea. Después de algunos días puede haber dificultad respiratoria que puede agravarse produciendo lo que se conoce como "síndrome cardiopulmonar por hantavirus", que puede llevar a la muerte si la persona no es internada a tiempo.
¿Cómo es el tratamiento?
No existe tratamiento específico. Aquellos pacientes con síndrome cardiopulmonar por hantavirus deben ser asistidos en establecimientos hospitalarios, de preferencia con unidades de terapia intensiva que cuenten con asistencia respiratoria mecánica.
¿Cómo puede prevenirse?
En Argentina se han identificado cuatro regiones endémicas: Norte (Salta, Jujuy), Centro (Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos), Noreste (Misiones) y Sur (Neuquén, Río Negro y Chubut). Para prevenir esta enfermedad, en estas zonas es importante:
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ALERTA EPIDEMIOLÓGICA
Aumento de casos de hantavirosis en Epuyén, provincia de Chubut
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Fortalecimiento de la Vigilancia de Síndrome Febril Agudo Inespecífico / Brote de Hantavirus en la Localidad de Epuyén, Provincia de Chubut
A partir de la existencia de un Brote de Hantavirus en la provincia de Chubut, localidad de Epuyén, donde se presentaron hasta ahora 23 casos confirmados y seis pacientes fallecidos por esta enfermedad, la Gerencia Operativa de Epidemiología insta a todos los efectores de la Ciudad a intensificar la sospecha frente a los casos de Síndrome Febril Agudo Inespecífico (SFAI), con antecedente epidemiológico de haber residido o viajado a áreas con circulación viral activa o haber sido contacto estrecho con un caso confirmado.
Bajo la denominación de SFAI se incluyen no sólo la hantavirosis sino que agrupa varias patologías que comparten la misma definición de caso general:
Todo paciente que presente al momento de la consulta (o haya presentado en los últimos 45 días) fiebre aguda de menos de 7 días de duración, mialgias o cefaleas, sin afección de las vías aéreas superiores y sin etiología definida. |
A esta definición corresponden: la Fiebre Chikungunya, Fiebre del Nilo Occidental, Paludismo, Hantavirosis, Rickettsiosis, Fiebre Hemorrágica Argentina (FHA), Fiebre Q, Dengue, Leptospirosis, Enfermedad por virus del Zika, Encefalitis de San Luis, Fiebre Amarilla, Enfermedad por el Virus de Oropouche.
Todas estas patologías son de notificación obligatoria y deben notificarse de manera oficial, de acuerdo a la normativa vigente, a través Software del Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS 2.0), dentro del Grupo de Eventos Síndrome Febril Agudo Inespecífico (SFAI).
Para incrementar la sospecha hacia uno u otro evento, es fundamental tener en cuenta y consignar los antecedentes epidemiológicos del paciente, además de síntomas adicionales en cada una de estas patologías bajo vigilancia.
Si bien las infecciones por hantavirus tienen una baja incidencia, son de importancia para la salud pública por su mortalidad, por el riesgo de la presentación de brotes y por el hecho de que no existe un tratamiento específico, por lo que es imprescindible adoptar ciertas medidas de prevención en las áreas donde viven roedores.
Epidemiología
Todas las personas sin infección previa son susceptibles. Si bien se desconoce la protección y duración de la inmunidad conferida por la infección previa, no se han identificado reinfecciones. Las infecciones por hantavirus afectan con mayor frecuencia al sexo masculino, y a personas jóvenes. Además, dado que tiene un reservorio silvestre propio de las aéreas rurales, la población que habita en estas zonas es la más afectada.
Sin embargo, en ciertas zonas como el corredor Bs As- La Plata el carácter rural no es el habitual, habiéndose observado hábitos periurbanos y domiciliarios en poblaciones de roedores.
Diversos estudios de seroprevalencia en humanos realizados en nuestro país, mostraron un amplio rango según las regiones estudiadas, abarcando desde un 0.5% en las provincias del sur hasta un 6% en Salta.
La transmisión al humano generalmente ocurre al introducirse en el hábitat de los roedores en zonas suburbanas y ambientes rurales, principalmente en los peri-domicilios y durante el desarrollo de actividades laborales, recreativas, o en lugares cerrados como galpones o depósitos infestados por roedores. La infección dentro del domicilio puede ocurrir por invasión de roedores silvestres en busca de alimento o refugio.
Se considera que presentan mayor riesgo de exposición para contraer el síndrome cardiopulmonar por hantavirus los siguientes grupos de población:
• Pobladores rurales, camioneros o transportistas, guardafaunas, guardaparques, gendarmes, policía, trabajadores de vialidad, trabajadores municipales, recolectores de residuos, de sectores rurales donde habita el reservorio. • Turistas, acampantes, pescadores, etc. que ocupan cabañas que han permanecido cerradas o refugios naturales en áreas con evidencia de roedores. • Convivientes, familiares directos de la persona enferma, agentes de salud, vinculados a la atención de estos pacientes que no hayan tomado medidas de aislamiento respiratorio y adecuada protección. |
GUÍA PARA EL EQUIPO DE SALUD
1. Introducción
Los cambios sociales, económicos, demográficos y ambientales sumados al potencial cambio y capacidad de adaptación de los microorganismos han determinado la emergencia de ciertas enfermedades.
Así es como la competencia inter-específica, los cambios climáticos, los predadores, la intervención del hombre en talas o desmontes y la introducción de especies exóticas o cambios en la agricultura y urbanización, podrían alterar la dinámica poblacional de los roedores silvestres que actúan como reservorios, favoreciendo el aumento del número de los mismos y como consecuencia, la emergencia de las infecciones por hantavirus en humanos.
Las infecciones por hanta virus representan una zoonosis emergente, trasmitida al hombre por roedores infectados por dichos virus. Los reservorios naturales de la infección son ciertos roedores silvestres, que presentan una infección crónica asintomática con viremia persistente y eliminan el virus a través de la orina, saliva y excretas.
Los hantavirus son virus ARN que pertenecen a la familia Bunyaviridae. Esta familia incluye agentes causales de dos graves enfermedades humanas, la Fiebre Hemorrágica con Síndrome Renal en Asia y Europa y el Síndrome Cardiopulmonar por Hantavirus en América.
Si bien estos virus tienen distribución mundial y en Asia se reconocían desde principio del siglo XX, las enfermedades causadas por este grupo de virus recién fueron conocidas por los médicos de occidente durante la década del 50, en la guerra de Corea.
Los reservorios de los hantavirus son aquellos roedores de la familia Muridae, subfamilia Sigmodontinae, como el Oligoryzomys longicaudatus, el Oligoryzomys chacoensis y Oligoryzomys flavescens entre otros, que habitan entornos rurales; sus madrigueras pueden hallarse entre arbustos, árboles, grietas o huecos que encuentren en troncos o debajo de ellos u otros objetos, aunque también pueden construir sus nidales en el suelo.
En América se reconocen más de 20 genotipos, cada uno asociado a un reservorio específico. Entre estos se encuentran: el virus Sin Nombre en América de Norte; el virus Laguna Negra en Paraguay y Bolivia; el virus Juquitiba en Brasil, el virus Andes en Argentina y Chile y el virus Choclo en Panamá.
En Argentina circulan al menos 10 genotipos diferentes, y 8 de ellos han sido asociados al síndrome cardiopulmonar por hantavirus: virus Andes; Lechiguanas, HU39694, Central Plata; Orán, Laguna Negra, Bermejo y Juquitiba. Además se presentan 2 genotipos en roedores no asociados con enfermedad en humanos: Maciel y Pergamino.
Si bien las infecciones por hantavirus tienen una baja incidencia, son de importancia para la salud pública por su mortalidad, por el riesgo de la presentación de brotes y por el hecho de que no existe un tratamiento específico, por lo que es imprescindible adoptar ciertas medidas de prevención en las áreas donde viven roedores.