La cirugía oportuna después de una fractura de cadera, dentro de las 24 o 48 horas, reduce la morbilidad y mortalidad de los pacientes, pero se desconoce si la consulta de subespecialidad afecta la puntualidad en pacientes que están siendo comandados por cirujanos ortopédicos y hospitalistas.
Los investigadores evaluaron retrospectivamente a unos 500 pacientes co-manegeados que ingresaron por reparación de fractura de cadera en un solo hospital de EE. UU. Durante 2 años.
Los pacientes que recibieron consultas preoperatorias de subespecialidad (aproximadamente un tercio de la cohorte) rara vez recibieron recomendaciones importantes de los consultores (<5% de las consultas). Alrededor del 90% de todas las consultas fueron a cardiología.
Los pacientes con consultas de subespecialidad tenían más probabilidades que aquellos sin consultas de tener un tiempo de cirugía de más de 24 horas (76% frente a 41%) o más de 48 horas (23% frente a 10%), mayor estadía en el hospital (mediana , 6 frente a 5 días) y una tasa de reingreso superior a 30 días (13% frente a 7%). En los análisis ajustados, todas estas diferencias fueron significativas.
Conclusiones: La mayoría de las consultas de especialidad preoperatorias no influyeron significativamente en el tratamiento y pueden haber aumentado la morbilidad al retrasar la cirugía. Nuestros datos sugieren que, a menos que un paciente con fractura de cadera sea inestable y que requiera un tratamiento activo por parte de un consultor, tales consultas ofrecen un beneficio limitado cuando se comparan con el impacto negativo del retraso quirúrgico. |
Comentario
Aunque este estudio está limitado por el diseño retrospectivo y el riesgo de confusión no medida, sugiere que la consulta de subespecialidad para pacientes con fractura de cadera podría afectar negativamente los resultados clave.
Solo los pacientes con afecciones cardíacas activas (p. Ej., enfermedades valvulares sintomáticas, síndrome coronario agudo, insuficiencia cardíaca descompensada aguda) recibieron recomendaciones importantes de consultores de cardiología.
Por lo tanto, limitar la consulta preoperatoria a las raras ocasiones en que los pacientes tienen una enfermedad cardíaca (u otra) activa probablemente sea un enfoque prudente y seguro.