En el calor de la pandemia, los informes de noticias se centraron en pacientes que estaban gravemente enfermos, en el hospital y con ventiladores. Afortunadamente, se trataba de una minoría de personas, y la mayoría de los enfermos con covid-19 permanecieron en sus hogares, algunos de ellos terriblemente mal pero que no necesitaban asistencia respiratoria. Otra cohorte estaba en riesgo de ingreso y requería llamadas telefónicas diarias y monitoreo regular de saturación de oxígeno.
Ahora que la primera ola está retrocediendo (UK), se estima que los pacientes que necesitan nuestra atención son uno de cada 10 con síntomas prolongados.
Muchas de estas personas estaban en buena forma física anteriormente y, aunque pudieron haber estado muy enfermos en marzo, no fueron al hospital. Como se les animó a cuidarse a sí mismos, en muchos casos ni siquiera se pusieron en contacto con el servicio de salud sobre su dificultad para respirar, tos y fiebre.
Si bien la expectativa general es que los síntomas del coronavirus se resuelvan en dos o tres semanas, un número significativo de pacientes no mejora.
Denominados en la prensa como "de larga distancia", muchas personas aún sufren síntomas a los tres meses de la enfermedad. Estos pacientes tienen en su mayoría alguna combinación de fiebre, agotamiento, dolor de cabeza, disnea y tos.
Los que estoy tratando tienen investigaciones normales, sin nada que ver en una radiografía simple de tórax y sin signos de infección, inflamación o coágulos de sangre en sus pruebas de laboratorio. Pero muchos de ellos están muy preocupados, y es comprensible. Si anteriormente corría 5km tres veces a la semana y ahora se siente sin aliento después de un solo tramo de escaleras, o si tose sin cesar y está demasiado exhausto para volver al trabajo, entonces el temor de que nunca recupere su salud anterior es muy real.
Con la experiencia de otras enfermedades, puedo trazar el territorio por delante y discutir el curso habitual de los acontecimientos que esperaría ver en pacientes con afecciones similares. Aunque los plazos pueden ser imprecisos, tenemos cierta experiencia y libros de texto para guiarnos. Con Covid-19 nuestras predicciones son pura conjetura, y nuestros pacientes lo saben.
Está claro que la ansiedad de los pacientes proviene de los síntomas en lugar de ser una explicación para ellos
Frente a un paciente sintomático con investigaciones normales, los médicos tienden a buscar explicaciones psicológicas para la experiencia del paciente. Aunque el miedo al futuro puede estar haciendo que los síntomas sean más difíciles de soportar con esta nueva enfermedad, está claro que la ansiedad de los pacientes proviene de los síntomas en lugar de ser una explicación para ellos.
Ante esta incertidumbre, necesitamos acceso a clínicas respiratorias dedicadas donde los pacientes con síntomas persistentes pueden tener más investigaciones si es necesario y pueden recibir el asesoramiento más experto disponible.
Los pacientes también necesitan nuestra empatía. Si nos sentimos incómodos por no tener explicación para sus síntomas, ¿cómo cree que se sienten ellos?