Antecedentes
Los alimentos ultraprocesados proporcionan el 58% de la energía total en la dieta de los EE. UU., sin embargo, su asociación con las enfermedades cardiovasculares (ECV) sigue siendo poco estudiada.
Objetivos
Los autores investigaron las asociaciones entre los alimentos ultraprocesados y la incidencia y mortalidad de ECV en la cohorte prospectiva de descendientes de Framingham.
Métodos
La muestra analítica incluyó 3.003 adultos libres de ECV con datos dietéticos válidos al inicio del estudio. Los datos sobre la dieta, medidos por el cuestionario de frecuencia alimentaria, las medidas antropométricas y los factores sociodemográficos y de estilo de vida se recopilaron cada cuatro años desde 1991 hasta 2008.
Los datos sobre la incidencia y la mortalidad de las ECV estuvieron disponibles hasta 2014 y 2017, respectivamente. Los alimentos ultraprocesados se definieron de acuerdo con el marco NOVA.
Los autores utilizaron modelos de riesgos proporcionales de Cox para determinar la asociación multivariable entre la ingesta de alimentos ultraprocesados (porciones diarias ajustadas en función de la energía) y las ECV duras incidentes, las cardiopatías coronarias duras (ECC), las ECV en general y la mortalidad por ECV. Los modelos multivariables se ajustaron por edad, sexo, educación, consumo de alcohol, tabaquismo y actividad física.
Resultados
Durante el seguimiento (1991 a 2014/2017), los autores identificaron 251, 163 y 648 casos de ECV duras incidentes, CC duras y ECV en general, respectivamente.
En promedio, los participantes consumieron 7.5 porciones por día de alimentos ultraprocesados al inicio del estudio. Cada porción diaria adicional de alimentos ultraprocesados se asoció con un 7% (intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,03 a 1,12), 9% (IC del 95%: 1,04 a 1,15), 5% (IC del 95%: 1,02 a 1,08) y un aumento del 9% (IC del 95%: 1,02 a 1,16) en el riesgo de ECV dura, CC dura, ECV general y mortalidad por ECV, respectivamente.
Conclusiones Los hallazgos actuales apoyan que un mayor consumo de alimentos ultraprocesados se asocia con un mayor riesgo de incidencia y mortalidad por ECV. Aunque se justifica la investigación adicional en poblaciones étnicamente diversas, estos hallazgos sugieren los beneficios cardiovasculares de limitar los alimentos ultraprocesados. |