Guía 2021

Uso de resonancia magnética para la esclerosis múltiple

Un informe de consenso de tres organizaciones sobre esclerosis múltiple

Autor/a: Prof Mike P Wattjes, Prof Olga Ciccarelli, Daniel S Reich, MD, et al.

Fuente: 2021 MAGNIMSCMSCNAIMS consensus recommendations on the use of MRI in patients with multiple sclerosis

Los expertos de las organizaciones patrocinadoras se reunieron recientemente para actualizar las recomendaciones de consenso internacional sobre cómo y cuándo utilizar la resonancia magnética (IRM) para el diagnóstico, pronóstico y seguimiento del tratamiento de la esclerosis múltiple (EM).

Las directrices de 2015 sobre resonancia magnética en la esclerosis múltiple y del Consorcio de centros de esclerosis múltiple de 2016 sobre el uso de la resonancia magnética en el diagnóstico y seguimiento de la esclerosis múltiple constituyeron un paso importante hacia el uso apropiado de la resonancia magnética en la práctica clínica habitual.

Desde su promulgación, ha habido avances sustanciales y relevantes en el conocimiento, incluidas las revisiones de 2017 de los criterios de diagnóstico de McDonald, renovadas preocupaciones de seguridad con respecto a los agentes de contraste intravenosos a base de gadolinio y el valor de la resonancia magnética de la médula espinal para fines de diagnóstico, pronóstico y monitoreo. Estos desarrollos sugieren un papel cambiante de la resonancia magnética para el tratamiento de pacientes con esclerosis múltiple.

Esta revisión de 2021 de las pautas anteriores sobre el uso de la resonancia magnética en pacientes con esclerosis múltiple fusiona las recomendaciones del grupo de estudio Magnetic Resonance Imaging in Multiple Sclerosis, Consortium of Multiple Sclerosis Centers y North American Imaging in Multiple Sclerosis Cooperative, y traduce los hallazgos de la investigación en la práctica clínica. para mejorar el uso de la resonancia magnética para el diagnóstico, pronóstico y seguimiento de personas con esclerosis múltiple.

Recomendamos cambios en los protocolos de adquisición de resonancia magnética, como enfatizar el valor de la recuperación de inversión atenuada por fluido tridimensional como la secuencia de pulso cerebral central para mejorar la precisión del diagnóstico y la capacidad de identificar nuevas lesiones para monitorear la efectividad del tratamiento, y brindamos recomendaciones para el uso juicioso de agentes de contraste a base de gadolinio para fines clínicos específicos.

Además, ampliamos las recomendaciones al uso de la resonancia magnética en pacientes con esclerosis múltiple en la infancia, durante el embarazo y en el posparto. Finalmente, discutimos enfoques de resonancia magnética prometedores que podrían merecer su introducción en la práctica clínica en un futuro próximo.

Puntos clave

Los aspectos más destacados del informe incluyen:

  • Los protocolos estandarizados recomendados para el cerebro, la médula espinal y el nervio óptico se definen para la intensidad del campo, el grosor, la resolución y la cobertura. Se enumeran las secuencias opcionales.
     
  • El gadolinio debe incluir un retraso de al menos 5 minutos y, de manera más óptima, un retraso de 10 minutos. El gadolinio se recomienda para la exploración diagnóstica inicial y para una variedad de escenarios de monitorización, si la presencia de una lesión de gadolinio pudiera cambiar el tratamiento.
     
  • Para los síndromes aislados clínica y radiológicamente que no cumplen los criterios de EM, las imágenes de seguimiento deben incluir resonancia magnética cerebral cada 6 a 12 meses con parámetros de imagen idénticos, sin gadolinio.
     
  • La interpretación y el informe de imágenes estandarizados deben incluir recuentos de lesiones T2, recuentos de lesiones de gadolinio, tipos de lesiones y cambios de intervalo.
     
  • Se deben incluir imágenes de la médula espinal y del nervio óptico en determinadas circunstancias. Por ejemplo, las imágenes de la médula espinal son importantes para el diagnóstico y el pronóstico, las imágenes del nervio óptico para el diagnóstico diferencial y para los nuevos síntomas visuales.
     
  • La resonancia magnética debe repetirse de 3 a 6 meses después del inicio del tratamiento. La resonancia magnética debe considerarse anualmente, con intervalos más largos para pacientes clínicamente estables después de los primeros años de tratamiento.
     
  • La resonancia magnética debe utilizarse para el control de la seguridad de los medicamentos, como en el caso de la leucoencefalopatía multifocal progresiva (LMP) y la meningitis criptocócica.
     
  • Para los medicamentos que confieren un alto riesgo de leucoencefalopatía multifocal progresiva, se debe realizar una resonancia magnética del cerebro antes de cambiar al siguiente agente.

Qué ha cambiado

Estas pautas representan una consolidación de las elaboradas en las pautas MAGNIMS de 2015 y de la CMSC de 2016 sobre el uso de la resonancia magnética en el diagnóstico y seguimiento de la EM.

Estas recomendaciones se basan en una revisión exhaustiva de la literatura hasta la fecha y brindan buenos detalles sobre los problemas y variables clave con la resonancia magnética en las decisiones de atención y tratamiento de la EM. Además, pueden ayudar a los neurorradiólogos a actualizar sus protocolos e informes.