Un estudio, basado en datos de más de 88.000 participantes del Biobanco del Reino Unido, sugiere que irse a dormir a las 10 p.m. o poco después se asocia con un menor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares en comparación con quedarse dormido más temprano o más tarde por la noche.
El estudio no puede probar que la hora de acostarse temprano o tarde contribuya al desarrollo de enfermedades cardiovasculares, sobre todo porque cuando las personas se duermen puede estar relacionado con otras condiciones de salud o comportamientos, como quedarse fuera hasta tarde y beber, que pueden estar relacionados con el riesgo de enfermedad cardiovascular. Además, el estudio no examinó de cerca la calidad del sueño de los participantes, solo la duración y el tiempo.
Sin embargo, el Dr. David Plans, jefe de investigación de Huma Therapeutics y profesor principal de la Universidad de Exeter, coautor del estudio, dijo que una posibilidad era que la hora de acostarse temprano o tarde podría hacer que las personas pierdan señales importantes como la luz del día por la mañana. que ayudan a restablecer el reloj interno del cuerpo todos los días.
Si el reloj biológico no se reinicia correctamente durante un largo período de tiempo, "esa desalineación de los comportamientos y el reloj circadiano aumenta la inflamación y puede afectar la regulación de la glucosa, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular", dijo Plans.
|
Objetivos La creciente evidencia sugiere que la mala salud del sueño está asociada con el riesgo cardiovascular. Sin embargo, la investigación en esta área a menudo se basa en cuestionarios o diarios que dependen de la recolección. Los acelerómetros proporcionan una herramienta alternativa para medir los parámetros del sueño de manera objetiva. Este estudio examina la asociación entre el tiempo de inicio del sueño derivado del acelerómetro de muñeca y la enfermedad cardiovascular (ECV). Métodos y resultados Derivamos el inicio del sueño y el tiempo de despertar a partir de los datos del acelerómetro recopilados de 103.712 participantes del Biobanco del Reino Unido durante un período de 7 días. A partir de esto, examinamos la asociación entre el momento del inicio del sueño y la incidencia de ECV utilizando una serie de modelos de riesgos proporcionales de Cox. Se notificaron un total de 3172 casos de ECV durante un período de seguimiento medio de 5,7 (± 0,49) años. Un análisis de base controlado por edad y sexo encontró que la hora de inicio del sueño de 10:00 p. M. A 10:59 p. M se asoció con la incidencia más baja de ECV. Un modelo adicional, que controlaba la duración del sueño, la irregularidad del sueño y los factores de riesgo de ECV establecidos, no atenuó esta asociación, produciendo cocientes de riesgo de 1,24 (intervalo de confianza del 95%, 1,10–1,39; P <0,005), 1,12 (1,01–1,25; P = 0,04) y 1,25 (1,02-1,52;P = 0,03) para el inicio del sueño <10:00 p. M., 11:00 p. M. A 11:59 p. M. Y ≥12:00 a. M., respectivamente, en comparación con las 10:00 p. M. A 10:59 p . M. Es importante destacar que los análisis de sensibilidad revelaron esta asociación con un mayor riesgo de ECV fue más fuerte en las mujeres, y solo el inicio del sueño <10:00 pm fue significativo para los hombres. Conclusiones Nuestros hallazgos sugieren la posibilidad de una relación entre el momento del inicio del sueño y el riesgo de desarrollar ECV, particularmente para las mujeres. También demostramos la utilidad potencial de recopilar información sobre los parámetros del sueño a través de dispositivos portátiles con capacidad de acelerometría, que pueden servir como nuevos indicadores de riesgo cardiovascular. |
