El Gobierno nacional, desde el Ministerio de Salud, compartió el “Protocolo Aula Cuidada y Segura” para el manejo y control de la COVID-19 en establecimientos educativos de nivel inicial, primario y secundario.
El texto fue elaborado por las áreas técnicas de la cartera sanitaria nacional con los aportes recibidos del Ministerio de Educación de la Nación, la Sociedad Argentina de Pediatría, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Defensora de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes.Consta de seis pilares: vacunación, uso de barbijo, asistencia cuidada, ventilación, higiene y limpieza, y distancia.
Vacunación
• Se fortalecerá la aplicación de vacunas contra la COVID-19 así como la cobertura completa de las vacunas de Calendario Nacional, tanto en alumnos y alumnas como en docentes, no docentes y resto de comunidad educativa.
• Es importante la vacunación en toda la población y se enfatiza que la vacuna propia y del grupo es un pilar fundamental para proteger a las personas con factores de riesgo.
Uso de barbijo
• El barbijo deberá ser utilizado correctamente en las aulas, tapando nariz, boca y mentón, y permaneciendo bien ajustado a la cara durante toda la jornada educativa en espacios cerrados.
• En espacios abiertos no se requiere su uso y se aconseja mantener la distancia en ese contexto.
• Debe ser usado por niñas, niños y adolescentes a partir del nivel primario y por personas adultas de todos los niveles.
• Cuando no se puede usar barbijo, como en el momento de la comida o de la actividad física, se recomienda mantener una distancia de 1,5 metros.
Asistencia cuidada
• Las definiciones epidemiológicas de caso de COVID-19 aplicables en el ámbito escolar son las mismas que para la población general recomendadas por el Ministerio de Salud de la Nación, las cuales son dinámicas y sujetas a modificación.
• Se elimina el sistema de burbujas. La sospecha y confirmación de casos requiere que se investiguen y corrijan condiciones que puedan estar aumentando el riesgo de contagios. No implica necesariamente el cierre del aula ni la interrupción de las clases presenciales.
Es muy importante que las y los alumnos y el personal no asistan a la escuela –se queden en su casa– ante las siguientes situaciones:
- Presencia de síntomas o malestar general –asociado o no a COVID-19–, independientemente del estado de vacunación.
- Si tiene COVID-19 confirmado por test de laboratorio o criterio clínico-epidemiológico, aunque se trate de un caso asintomático.
- Si ha tenido contacto estrecho con un caso confirmado y no cuenta con vacunación o tiene esquema incompleto.
Las personas con sospecha o confirmación de COVID-19 por cualquiera de los criterios vigentes, ya sean alumnos, alumnas o personal docente y no docente, no deben acudir a la escuela y deberán permanecer en aislamiento siguiendo los criterios vigentes para la población general:
- Quienes cuenten con esquema de vacunación completo, realizarán 7 días de aislamiento desde la fecha de inicio de síntomas (o del diagnóstico en casos asintomáticos), con al menos 48 horas sin síntomas o con síntomas leves, más 3 días de cuidados especiales.
- Los casos confirmados sin vacunación o con esquema incompleto cumplirán 10 días de aislamiento desde la fecha de inicio de síntomas o, para personas asintomáticas, desde la fecha del diagnóstico.
-Pasado el período de aislamiento no será necesario realizar una prueba diagnóstica para el alta ni presentar certificado médico para reintegrarse a la actividad educativa presencial.
Los contactos estrechos de casos confirmados seguirán el protocolo vigente para la población general:
- Las personas asintomáticas menores de 18 que cuenten con esquema completo, o los asintomáticos mayores de 18 que tengan dosis de refuerzo, no realizarán aislamiento y podrán concurrir a la escuela siempre que cumplan de manera estricta con los cuidados indicados (uso adecuado de barbijo y ambientes ventilados). Deberán además evitar concurrir a eventos sociales o masivos y realizar un automonitoreo diario de síntomas.
-Los contactos asintomáticos que cuenten con esquema inicial de vacunación completo, o que hayan tenido COVID-19 en los últimos 90 días, no realizarán aislamiento pero, según definición jurisdiccional, se les podrá requerir un test diagnóstico negativo entre el día 3 y 5. Deberán asimismo cumplir de manera estricta con los cuidados indicados (uso adecuado de barbijo y ambientes ventilados), evitar concurrir a eventos sociales o masivos y realizar un automonitoreo diario de síntomas.
- Los contactos asintomáticos sin vacunación o con esquema incompleto deberán cumplir 10 días de aislamiento desde el momento del último contacto con un caso confirmado.
Se sospechará de un brote de COVID-19 en un aula ante la presencia de al menos 3 casos confirmados entre alumnos y alumnas de una misma aula –o entre alumnos, alumnas y docente, para el caso de docentes permanentes– asociados epidemiológicamente en un periodo igual o inferior a 7 días.
- Ante la sospecha, se deberá realizar una investigación de brote y emprender de forma inmediata medidas correctivas (como correcta ventilación, uso de barbijo, etc.). Serán las autoridades educativas y sanitarias quienes definan, de acuerdo a los resultados de las investigaciones, el alcance y temporalidad de las medidas adoptadas.
- La sospecha de brote en el aula no implicará la interrupción de las clases en la misma. La medida podrá ser evaluada como parte del control una vez que la autoridad sanitaria haya analizado y determinado que las medidas correctivas específicas resultan insuficientes para interrumpir cadenas de transmisión en el aula.
- Los casos confirmados (por cualquiera de los criterios vigentes) no deben acudir a la escuela y deberán permanecer en aislamiento siguiendo los criterios vigentes.
- El aislamiento de contactos estrechos no vacunados o incompletamente vacunados seguirá las mismas indicaciones de aislamiento que se proponen para la población general de acuerdo a la normativa vigente.
- Brote institucional: como parte de la investigación se estudiarán otros posibles focos dentro de la misma institución, en cuyo caso la autoridad sanitaria realizará la evaluación de riesgo pertinente y se encargará de definir junto a las autoridades educativas las medidas a adoptar.
Ventilación
• La ventilación del aula deberá ser constante y cruzada. De no ser esto posible, se recomienda el uso de ventilador hacia la ventana para mejorar el intercambio de aire con el exterior.
Higiene y limpieza
• El aula segura implicará limpieza y desinfección frecuente de los ambientes, así como adecuada higiene de manos (periódica y de calidad) de toda la comunidad educativa.
Distancia
• Se recomienda organizar los espacios comunes y compartidos (patios para recreos, comedores, etc.) considerando la necesidad de ventilación constante y el distanciamiento.
• Se recomienda asimismo priorizar el distanciamiento en los momentos en los que no se puede utilizar el barbijo, como los destinados a la alimentación, la actividad física y otros.