Un estudio español realizado durante la primera ola pandémica encuentra que los adultos hospitalizados con COVID-19 tenían tres veces más probabilidades de morir en 30 días y 90 días que los hospitalizados por influenza estacional
Los adultos (a partir de 18 años) hospitalizados por COVID-19 tienen mayor riesgo de complicaciones y muerte que los que padecen gripe, a pesar de ser más jóvenes y tener menos enfermedades crónicas, según un estudio de cohortes retrospectivo realizado en el Hospital del Mar de Barcelona.
Los hallazgos, presentados en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (ECCMID) de este año en Lisboa, Portugal, también sugieren que el COVID-19 está asociado con estadías más prolongadas en el hospital y en cuidados intensivos, y cuesta casi el doble de lo que hay que tratar.
Para el estudio, los investigadores examinaron los registros médicos de 187 pacientes (edad promedio 76 años, 55 % hombres) ingresados en el hospital con infección por influenza estacional entre 2017 y 2019, y 187 pacientes con COVID-19 (edad promedio 67 años, 49 % hombres) hospitalizados durante la primera ola de la pandemia entre marzo y mayo de 2020, quienes requirieron oxigenoterapia al ingreso.
En ambas cohortes, los pacientes se inscribieron de forma consecutiva hasta alcanzar el tamaño de muestra requerido. El estudio comparó las características clínicas, los resultados del uso de recursos de atención médica (incluida la duración de la estadía, la admisión a cuidados intensivos), los costos hospitalarios y la muerte.
Los pacientes con influenza tendían a tener más enfermedades crónicas existentes y problemas para realizar actividades de la vida diaria que los pacientes con COVID-19, pero tenían menos probabilidades de tener sobrepeso u obesidad (IMC de 25 kg/m² o más).
El análisis encontró que COVID-19 se asoció con un mayor riesgo de gravedad de la infección e ingreso a la UCI (26 [14 %] influenza frente a 69 [39 %] para COVID-19; consulte la tabla en las notas para los editores).
Además, los pacientes con COVID-19 tenían más probabilidades de experimentar ciertas complicaciones, como lesión renal aguda, coágulos de sangre y síndrome de dificultad respiratoria aguda de moderado a grave (donde los pulmones no pueden proporcionar suficiente oxígeno a los órganos vitales del cuerpo); mientras que los pacientes con influenza tenían más probabilidades de sufrir neumonía bacteriana (ver la tabla en las notas a los editores/resumen).
En general, 29/187 (15 %) pacientes con COVID-19 y 10/187 (5 %) pacientes con influenza murieron por cualquier causa dentro de los 30 días posteriores a la hospitalización, y la tasa de mortalidad después de 90 días fue aún mayor (19 %; 35/ 187 frente a 6%; 12/187). Los autores señalan que no hubo diferencias en las tendencias de mortalidad entre los tres períodos de influenza estacional estudiados.
Después de tener en cuenta los posibles factores de confusión, como la edad, las comorbilidades, el sexo, la gravedad de la enfermedad, la presencia de neumonía y el tratamiento con corticosteroides, los investigadores encontraron que los pacientes con COVID-19 tenían más del triple de probabilidades de morir dentro de los 30 y 90 días de ser admitidos en el hospital que pacientes gripales.
Análisis adicionales mostraron que los pacientes con COVID-19 pasaron mucho más tiempo en el hospital (promedio [mediana] 14 días frente a 11 días) y en la UCI (17 frente a 10 días) en comparación con los pacientes con influenza. Además, el coste medio de los cuidados críticos para los pacientes con COVID-19 fue casi el doble que para los pacientes con gripe (21.350 € frente a 12.082 €). Los costos de tratamiento y pruebas de farmacia también fueron significativamente más altos en el grupo de COVID-19.
“Nuestros hallazgos sugieren que el COVID-19 es mucho más letal que la influenza”, dice la autora principal, la Dra. Inmaculada López Montesinos, del Hospital del Mar en Barcelona, España. “A pesar de que los pacientes con influenza son mayores y tienen más enfermedades comórbidas, los pacientes con COVID-19 tuvieron resultados de salud consistentemente peores y fueron considerablemente más costosos de tratar. Incluso aquellas personas que tienen la suerte de sobrevivir al COVID-19 y salir del hospital, quedarán marcadas para siempre por las consecuencias. Es vital que las personas se vacunen por completo y se potencien contra ambos virus”.
Los autores reconocen varias limitaciones de su estudio, incluido que se realizó en un hospital de atención terciaria en España, por lo que los hallazgos podrían no ser generalizables a otras poblaciones. También señalan que no se realizaron estudios de genotipado y, aunque es muy probable que los pacientes con COVID-19 se hayan visto afectados por el B.1 de tipo salvaje, es posible que los resultados no reflejen el escenario actual en el que circulan múltiples variantes del SARS-CoV-2. globalmente. Asimismo, la ausencia de pacientes COVID-19 vacunados durante el período de estudio puede no reflejar el perfil actual de pacientes hospitalizados con COVID-19.