Cuatro sociedades científicas, entre ellas la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), lanzan el documento de Consenso STAR (PROCESO DE TRANSICIÓN DEL ADOLESCENTE CON ASMA GRAVE) que constituye la primera hoja de ruta en España para que los equipos especialistas de pediatría y adultos garanticen los aspectos clave del proceso de transición de los pacientes adolescentes con asma grave desde las unidades de asma pediátricas a las del adulto.
La elaboración y lanzamiento de este importante documento se anuncia con motivo del Día Mundial del Asma, que se celebra este 3 de mayo, bajo el lema "Cerrar brechas en la atención del asma", y que organiza la Iniciativa Global para el Asma (GINA, por sus siglas en inglés). Las Sociedades que han participado en la elaboración de esta guía han sido la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), la Sociedad Española de Neumología Pediátrica (SENP), la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) y SEPAR.
Para ello, se ha desarrollado una encuesta de 61 cuestiones basada en las guías clínicas para otras patologías crónicas, que cubren aspectos de la planificación, la transición, la preparación, la transferencia efectiva y el seguimiento de los pacientes de distintas enfermedades. Y se ha evaluado el nivel de consenso existente entre 98 expertos mediante el método Delphi (escala Likert de 9 puntos), en dos rondas. De los 98 expertos encuestados, ha habido 25 neumólogos, 24 alergólogos y 49 pediatras.
Estos panelistas alcanzaron el consenso respecto a 42 preguntas formuladas, por tanto, el 70% de todas ellas. Además, el principal objetivo de este Consenso era lograr que, durante la transición de los adolescentes desde las unidades pediátricas hasta las de adultos, estos ganaran autonomía para manejar su asma grave y los tratamientos que se les prescriben para controlarla.
“Este documento de Consenso presenta una guía clara para ayudar a los profesionales a realizar la transición de los pacientes adolescentes con asma grave desde las unidades pediátricas hasta las de adulto, puesto que van a seguir requiriendo atención médica. Pero, además, tiene como objetivo empoderar a los adolescentes con esta enfermedad para que conozcan su enfermedad, el autocuidado y cuándo necesitan y deben pedir ayuda médica ante una crisis”, explica la Dra. Marina Blanco, neumóloga, coordinadora del Área de asma de SEPAR y firmante del artículo de este Consenso en Journal of Investigational Allergology and Clinical Immunolog.
La Dra. Ana Martínez-Cañavate, presidenta de SEICAP, añade: “este consenso es el resultado de un trabajo conjunto entre los profesionales sanitarios que vemos con más frecuencia a niños y adolescentes con asma grave y que estamos involucrados en su tratamiento. Es un avance muy importante para dar continuidad a la atención de estos pacientes, marcando las pautas para una correcta transición desde las unidades pediátricas hasta las de adulto.”
Los panelistas destacaron que, además de trabajar para lograr la autonomía del paciente adolescente, también era importante desarrollar un plan individualizado e identificar los factores clave del entorno familiar que pueden influir en esta transición. Este proceso comprende tres etapas: la preparación o planificación, la transferencia, que debe ser efectiva, y el seguimiento.
“El proceso de transición de los pacientes desde los especialistas pediátricos a los de adultos es complejo por el momento en que debe realizarse, adolescencia con todos sus problemas principalmente de adherencia a las recomendaciones del médico, y por las características particulares de organización de los centros hospitalarios. Por ello, la existencia de un consenso escrito con los puntos principales a conseguir durante el mismo resulta de una importancia capital en las enfermedades crónicas como el asma grave”, explica el Dr. Joan Figuerola Mulet, presidente de la SENP, que también firma este artículo científico.
“El asma es la enfermedad crónica más común de la infancia. De acuerdo con el estudio ‘Alergológica 2015’, el asma supone el 32% de las primeras consultas de los menores de 14 años en los Servicios de Alergología. No debemos olvidar que la mayor parte del asma en las primeras décadas de la vida es de causa alérgica, por lo tanto, después del diagnóstico de asma es fundamental el estudio alergológico para identificar el/los alérgeno/s responsables de su alergia respiratoria. De hecho, el correcto diagnóstico alergológico permitirá utilizar la administración de vacunas alergénicas cuando esté indicado", detalla el doctor Antonio Valero, presidente de SEAIC.
"La detección del asma en la edad pediátrica es clave para la salud del niño. Por ello, cuando se diagnostica asma a un paciente pediátrico es fundamental que esté controlado y que lleve un seguimiento por parte del especialista. Por estos motivos, la hoja de ruta STAR supone un gran avance para atender con garantías al paciente con asma grave en todas las etapas de la vida", añade.
Respecto a la etapa de preparación, hubo un 90% de acuerdo en que los pediatras deberían iniciar el proceso de transición y un 92% en que se debería realizar con un plan individualizado. En 11 de 12 cuestiones referentes al empoderamiento de los pacientes adolescentes con asma los panelistas alcanzaron el consenso (98% y 85% en las diferentes rondas). Los especialistas en pediatría deberían educarlos y prepararlos en el manejo de la enfermedad, detección de exacerbaciones, adherencia al tratamiento y hábitos de vida saludables.
“Si conseguimos que los pacientes adolescentes asimilen lo importante que es el autocuidado para lograr un buen control del asma, lograremos adultos con una buena adherencia terapéutica. Recordemos que el buen cumplimiento terapéutico es una asignatura pendiente en el caso de muchos pacientes crónicos como los asmáticos adultos. Si conseguimos que el adolescente se responsabilice de su asma, podremos conseguir adultos con un buen control de los síntomas de su enfermedad y, por tanto, menos crisis”, destaca la Dra. Blanco.
Respecto a la transferencia de los adolescentes a las unidades de adultos desde las unidades pediátricas, se ha acordado iniciar este proceso de transición centrado en la preparación del paciente, con un informe médico estandarizado y citas programadas.
La mayoría de los pediatras dijeron que una edad apropiada para iniciar la transición a unidades de adultos sería los 14 años y, en promedio, los panelistas indicaron que este proceso podría durar un promedio de 8,5 meses. Al respecto, los neumólogos y alergólogos pediátricos consideran que el proceso debe durar un promedio de 10 meses, mientras que los alergólogos y neumólogos de adultos dijeron que se puede completar en 5,9 meses y 8,1 meses respectivamente.
Mantener los tratamientos biológicos |
Para llevar a cabo una transición efectiva, el equipo de atención médica para los adultos alcanzó el consenso respecto a que se debe tener experiencia en asma grave, productos biológicos y el manejo que requieren los pacientes adolescentes. Hubo un 97% de acuerdo en que los equipos de salud pediátricos y de adultos deben compartir información clínica actualizada antes de iniciar la transición; se consensuó que no se deben cambiar los tratamientos biológicos hasta que finalice el proceso de transición; y un 71% de acuerdo en realizar una visita conjunta in situ con el paciente antes del traslado efectivo.
Por último, se inicia el seguimiento del paciente adolescente en la unidad de adultos, una vez completado el proceso de transición. En esta etapa, los neumólogos y alergólogos, responsables de la salud de los adultos, deben seguir de cerca al paciente adolescente para garantizar la correcta técnica del inhalador, la adherencia al tratamiento y la asistencia a las citas médicas.
Este documento de consenso proporciona la primera hoja de ruta para que los equipos españoles de pediatría y los de adultos se aseguren de que se cubren los aspectos clave del proceso de transición en el asma grave. La implementación de estas recomendaciones mejorará la calidad de la atención que se ofrece al paciente adolescente con asma, según los autores del trabajo.