Buena hidratación vinculada a un envejecimiento saludable

Los hallazgos del NIH pueden proporcionar pistas tempranas sobre el aumento de los riesgos de envejecimiento biológico avanzado y muerte prematura.

Fig. 1 Sodio sérico en personas de mediana edad y riesgo de mortalidad por todas las causas en el estudio Atherosclerosis Risk in Communities (ARIC). a) Resumen del estudio ARIC y criterios de exclusión. b, c, d) Dividir a los participantes del estudio en cuatro grupos utilizando el algoritmo de árboles de clasificación y regresión (CART) basado en el sodio sérico promedio medido en las visitas 1 y 2 y la mortalidad acumulada al final de los 25 años de seguimiento. b) Resumen del resultado del algoritmo CART para la división del grupo. c) Histogramas que muestran las distribuciones de los participantes del estudio según el sodio sérico. Los grupos identificados por el algoritmo CART se muestran en diferentes colores. La tasa de mortalidad al final de los 25 años de seguimiento y el número de personas en cada grupo se muestran arriba del histograma. d) La edad promedio no difiere entre los grupos de sodio. e, f) Evaluación del riesgo relativo de mortalidad por todas las causas en cuatro grupos de sodio. e) Análisis de supervivencia de Kaplan-Meier: P < 0,001 (prueba de rango logarítmico). Todos los procedimientos de comparación múltiple por pares): ∗P = 0,04, ∗∗P = 0,001 (método de Holm-Sidak). Consulte la Tabla S2 para N en riesgo en cada punto de tiempo. f) Análisis de tiempo hasta el evento: modelo de riesgos proporcionales de COX. Las personas cuyo sodio sérico de mediana edad supera los 144 mmol/l o es inferior a 137 mmol/l tienen un mayor riesgo de morir a una edad más temprana. Consulte también la Tabla S2 para obtener estadísticas descriptivas y datos demográficos para estos cuatro grupos de sodio.

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Los adultos que se mantienen bien hidratados parecen ser más saludables, desarrollan menos afecciones crónicas, como enfermedades cardíacas y pulmonares, y viven más que aquellos que no obtienen suficientes líquidos, según un estudio de los Institutos Nacionales de la Salud publicado en eBioMedicine.

Usando datos de salud recopilados de 11.255 adultos durante un período de 30 años, los investigadores analizaron los vínculos entre los niveles séricos de sodio, que aumentan cuando disminuye la ingesta de líquidos, y varios indicadores de salud. Descubrieron que los adultos con niveles séricos de sodio en el extremo superior de un rango normal tenían más probabilidades de desarrollar enfermedades crónicas y mostrar signos de envejecimiento biológico avanzado que aquellos con niveles séricos de sodio en los rangos medios. Los adultos con niveles más altos también tenían más probabilidades de morir a una edad más temprana.

"Los resultados sugieren que una hidratación adecuada puede retrasar el envejecimiento y prolongar una vida libre de enfermedades", dijo Natalia Dmitrieva, Ph.D., autora del estudio e investigadora en el Laboratorio de Medicina Regenerativa Cardiovascular de la Universidad Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI), parte de los NIH.

El estudio amplía la investigación que los científicos publicaron en marzo de 2022, que encontró vínculos entre rangos más altos de niveles normales de sodio sérico y mayores riesgos de insuficiencia cardíaca. Ambos hallazgos provinieron del estudio Atherosclerosis Risk in Communities (ARIC), que incluye subestudios en los que participaron miles de adultos negros y blancos de todo Estados Unidos. El primer subestudio ARIC comenzó en 1987 y ha ayudado a los investigadores a comprender mejor los factores de riesgo de las enfermedades cardíacas, al tiempo que da forma a las pautas clínicas para su tratamiento y prevención.

Para este último análisis, los investigadores evaluaron la información que los participantes del estudio compartieron durante cinco visitas médicas: las dos primeras cuando tenían 50 años y la última cuando tenían entre 70 y 90 años. Para permitir una comparación justa entre cómo la hidratación se correlacionaba con los resultados de salud, los investigadores excluyeron a los adultos que tenían niveles altos de sodio sérico en los controles iniciales o con afecciones subyacentes, como la obesidad, que podrían afectar los niveles séricos de sodio.

Luego evaluaron cómo los niveles séricos de sodio se correlacionaban con el envejecimiento biológico, que se evaluó a través de 15 marcadores de salud. Esto incluyó factores, como la presión arterial sistólica, el colesterol y el azúcar en la sangre, que proporcionaron información sobre qué tan bien funcionaba el sistema cardiovascular, respiratorio, metabólico, renal e inmunológico de cada persona. También ajustaron factores como la edad, la raza, el sexo biológico, el tabaquismo y la hipertensión.

Descubrieron que los adultos con niveles más altos de sodio sérico normal, con rangos normales entre 135 y 146 miliequivalentes por litro (mEq/L), tenían más probabilidades de mostrar signos de un envejecimiento biológico más rápido. Esto se basó en indicadores como la salud metabólica y cardiovascular, la función pulmonar y la inflamación.

Por ejemplo, los adultos con niveles séricos de sodio superiores a 142 mEq/L tenían un aumento asociado del 10 al 15 % en las probabilidades de ser biológicamente mayores que su edad cronológica en comparación con rangos entre 137 y 142 mEq/L, mientras que los niveles superiores a 144 mEq/L se correlacionaban con un aumento del 50%. Asimismo, los niveles de 144,5-146 mEq/L se asociaron con un aumento del 21 % en el riesgo de muerte prematura en comparación con los rangos entre 137-142 mEq/L.

De manera similar, los adultos con niveles séricos de sodio superiores a 142 mEq/L tenían hasta un 64 % más de riesgo asociado de desarrollar enfermedades crónicas como insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular, fibrilación auricular y enfermedad arterial periférica, así como enfermedad pulmonar crónica, diabetes y demencia. Por el contrario, los adultos con niveles séricos de sodio entre 138 y 140 mEq/L tenían el riesgo más bajo de desarrollar enfermedades crónicas.

Los hallazgos no prueban un efecto causal, anotaron los investigadores. Se necesitan ensayos controlados aleatorios para determinar si una hidratación óptima puede promover un envejecimiento saludable, prevenir enfermedades y conducir a una vida más larga. Sin embargo, las asociaciones aún pueden informar la práctica clínica y guiar el comportamiento de salud personal.

“Las personas cuyo sodio sérico es de 142 mEq/L o más se beneficiarían de una evaluación de su ingesta de líquidos”, dijo Dmitrieva.

Anotó que la mayoría de las personas pueden aumentar su ingesta de líquidos de manera segura para alcanzar los niveles recomendados, lo que se puede hacer con agua y otros líquidos, como jugos o verduras y frutas con un alto contenido de agua. Las Academias Nacionales de Medicina, por ejemplo, sugieren que la mayoría de las mujeres consumen alrededor de 6 a 9 vasos (1,5 a 2,2 litros) de líquidos al día y para los hombres, 8 a 12 vasos (2 a 3 litros).

Otros pueden necesitar orientación médica debido a condiciones de salud subyacentes. “El objetivo es garantizar que los pacientes tomen suficientes líquidos, mientras se evalúan los factores, como los medicamentos, que pueden conducir a la pérdida de líquidos”, dijo Manfred Boehm, M.D., autor del estudio y director del Laboratorio de Medicina Regenerativa Cardiovascular. “Es posible que los médicos también deban diferir el plan de tratamiento actual de un paciente, como limitar la ingesta de líquidos para la insuficiencia cardíaca”.

Los autores también citaron investigaciones que encuentran que aproximadamente la mitad de las personas en todo el mundo no cumplen con las recomendaciones para la ingesta diaria total de agua, que a menudo comienza en 6 tazas (1,5 litros).

“A nivel mundial, esto puede tener un gran impacto”, dijo Dmitrieva. “La disminución del contenido de agua corporal es el factor más común que aumenta el sodio sérico, por lo que los resultados sugieren que mantenerse bien hidratado puede ralentizar el proceso de envejecimiento y prevenir o retrasar las enfermedades crónicas”. Esta investigación fue apoyada por la División de Investigación Interna del NHLBI. El estudio ARIC ha sido apoyado por contratos de investigación de NHLBI, NIH y el Departamento de Salud y Servicios Humanos.

Evidencia antes de este estudio

En este estudio, nuestro objetivo fue evaluar los efectos pro-envejecimiento de la hipohidratación subclínica leve que activa los mecanismos de conservación de agua que conducen a la excreción de un menor volumen de orina más concentrada pero que no eleva el sodio plasmático y la osmolalidad más allá de los rangos normales.

Realizamos búsquedas en PubMed y Web of Science, sin ninguna restricción de idioma, utilizando combinaciones de los términos "sodio sérico", "hidratación", "envejecimiento", "envejecimiento biológico", "enfermedades crónicas", "mortalidad". Nos centramos en encontrar estudios que evaluaran las asociaciones entre el estado de hidratación de personas sanas de mediana edad o más jóvenes con resultados a largo plazo relacionados con el envejecimiento, como el desarrollo futuro de enfermedades crónicas o la mortalidad prematura.

También buscábamos estudios que estimaran la edad biológica en relación con los marcadores de baja hidratación habitual como el sodio sérico. No encontramos estudios que relacionen marcadores de hipohidratación subclínica en la mediana edad con la velocidad del envejecimiento biológico. Varios estudios epidemiológicos observacionales identificaron asociaciones de los marcadores de hidratación con el desarrollo futuro de insuficiencia cardíaca, enfermedad metabólica y mortalidad. Se demostró un mayor riesgo de mortalidad después de 3 a 6 años de seguimiento entre las personas con sodio sérico en el extremo superior del rango normal.

Valor añadido de este estudio

El estudio actual presenta un análisis exhaustivo de un gran estudio observacional basado en la población con un seguimiento prolongado de 25 años.

El análisis demostró que el sodio sérico en la mediana edad en la parte superior del rango normal (135–146 mmol/l) es capaz de predecir una tasa más rápida de envejecimiento biológico y una mayor carga de enfermedades crónicas más adelante en la vida, incluida la insuficiencia cardíaca, demencia, enfermedad pulmonar crónica, accidente cerebrovascular, diabetes, enfermedad vascular periférica y fibrilación auricular.

El análisis identificó un umbral de sodio sérico de 142 mmol/l que se puede utilizar en la práctica clínica para identificar a las personas en riesgo.

Discusión

En este estudio, informamos que el sodio sérico en la parte superior del rango normal es un factor de riesgo para el envejecimiento acelerado. En el estudio ARIC, las probabilidades de ser biológicamente mayores que la edad cronológica aumentaron en los participantes del estudio cuyo sodio sérico excedía los 142 mmol/l, alcanzando un aumento del 50 % en las probabilidades con niveles de sodio superiores a 144 mmol/l. Una BA tan elevada en la mediana edad (47-68 años) se traduce en un aumento de aproximadamente el 20 % del riesgo de mortalidad prematura con niveles de sodio superiores a 144 mmol/l y un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, que ya era evidente en concentraciones de sodio superiores a 140 mmol/l y aumentaron aproximadamente un 40 % más de riesgo en el grupo de 143–146 mmol/l.

Además del riesgo elevado de mortalidad y enfermedades crónicas en el extremo superior del rango normal de sodio sérico, también fue evidente un mayor riesgo en el extremo inferior del rango normal de sodio. Esto es consistente con informes previos de aumento de la mortalidad y la incidencia de enfermedades cardiovasculares (ECV) en sujetos de la comunidad con sodio normal bajo (135–137 mmol/l) que se atribuye a enfermedades que causan desregulaciones electrolíticas.

Nuestros resultados indican que el rango de sodio sérico entre 138 y 142 mmol/l se asocia con un riesgo más bajo de enfermedades crónicas y/o mortalidad prematura. Este rango corresponde a una definición más conservadora de rango normal propuesta por Kumar y Berl.

Dado que la disminución del agua corporal es la razón más común para aumentar la concentración de sodio, estos resultados sugieren que para las personas cuyo sodio sérico supera los 142 mmol/l, mantener una hidratación óptima de forma constante puede ralentizar el proceso de envejecimiento.

En resumen, nuestro estudio muestra que las personas cuyo sodio sérico en ayunas supera los 142 mmol/l tienen un mayor riesgo de ser biológicamente mayores, desarrollar enfermedades crónicas y morir a una edad más temprana. Este umbral se puede utilizar en la práctica clínica para identificar a las personas en riesgo.

Dado que la disminución de la hidratación es uno de los principales factores que elevan el sodio sérico, los resultados son consistentes con la hipótesis de que la disminución de la hidratación puede acelerar el envejecimiento. Sin embargo, se necesitan ensayos de intervención para probar este vínculo. Las encuestas mundiales encuentran que más del 50% de las personas no beben las cantidades recomendadas de líquidos.

Por lo tanto, los resultados de nuestro estudio brindan razones adicionales para reforzar las recomendaciones ya existentes para una ingesta óptima de líquidos. Recientemente se ha propuesto una estrategia para desarrollar recomendaciones personales sobre la ingesta óptima de líquidos en función del estado de salud.

Implicaciones de toda la evidencia disponible

Los hallazgos de este y estudios anteriores son consistentes con la hipótesis de que la disminución de la hidratación puede acelerar el envejecimiento. Los hallazgos sugieren que las personas cuyo sodio sérico supera los 142 mmol/l pueden beneficiarse de una evaluación clínica más exhaustiva de su estado de hidratación, incluidos los hábitos de ingesta de líquidos y las condiciones patológicas que pueden predisponer a una mayor pérdida de agua. Los resultados justifican probar los posibles efectos antienvejecimiento de una hidratación mejorada en ensayos de intervención y respaldan la adición de recomendaciones para una ingesta óptima de líquidos en las pautas de prevención.

Fondos

Este trabajo fue financiado por el programa de Investigación Intramural del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI). El estudio ARIC ha sido financiado en su totalidad o en parte con fondos federales del NHLBI; los Institutos Nacionales de Salud (NIH); y el Departamento de Salud y Servicios Humanos.