Modelos explicativos

Se necesita un nuevo paradigma para explicar el COVID prolongado

Los modelos explicativos coherentes y relacionables son clave para involucrar a los pacientes con el tratamiento adecuado

Autor/a: Chloe Saunders, Søren Sperling, Elisabeth Bendstrup

Fuente: A new paradigm is needed to explain long COVID

Ahora tenemos datos adecuados para describir los síntomas principales, el curso y la prevalencia de la COVID prolongado que incluyen dificultad para respirar, dolor muscular, anosmia, hormigueo en las extremidades y cansancio general. Muchos de estos síntomas no son específicos, pero se observan en tasas más altas en personas con COVID prolongado de lo que se esperaría en la población general.

A pesar de la intensa investigación en el área, no se ha establecido una patogenia clara que pueda explicar la gama completa de síntomas prolongados de COVID.

Los estudios han encontrado que los síntomas de los pacientes en muchos casos persisten más allá del punto en el que las observaciones fisiopatológicas pueden explicarlos adecuadamente.

Los síntomas no explicados adecuadamente por los paradigmas de la investigación médica tradicional son comunes en toda la medicina y representan el diagnóstico más común en algunas especialidades.

Los síntomas persistentes son muy prevalentes en la población general e incluso dentro de cohortes de enfermedades bien definidas, a menudo hay poca asociación entre la fisiopatología objetiva y la carga de síntomas.

Los modelos explicativos coherentes y relacionables son clave para involucrar a los pacientes con el tratamiento adecuado y actúan como un modelo para guiar la investigación. Esta necesidad de modelos explicativos en COVID prolongado invita a diversas respuestas.

  1. La primera respuesta es continuar la búsqueda de un mecanismo fisiopatológico que lo abarque todo.
     
  2. La segunda respuesta es seguir un enfoque de medicina personalizada a través de intentos de agrupar fenotipos clínicos.
     
  3. Proponemos una tercera respuesta que permite una comprensión más compleja de las relaciones recíprocas entre desencadenantes, mecanismos condicionantes y síntomas.

El COVID largo podría explicarse como una condición encarnada con factores heterogéneos biológicos, psicológicos (experienciales) y sociales (o ambientales) integrados en relaciones complejas (figura).


Modelo causal de interacción de factores biológicos, sociales, experienciales y psicológicos en COVID prolongado

Estas relaciones complejas en la generación y persistencia de los síntomas han sido investigadas más extensamente por quienes trabajan en el campo de los trastornos funcionales.

Los procesos causales lineales específicos dentro de los órganos y tejidos no pueden explicar todo el sufrimiento físico.

Para algunas condiciones, es necesario abordar el tratamiento de manera integral en lugar de una base fisiopatológica individual. Se conocen tratamientos y enfoques de rehabilitación efectivos para los trastornos funcionales y muchos de ellos ya están empleados en clínicas de COVID prolongado. Sin embargo, los modelos explicativos explícitos que abordan la necesidad de una provisión de tratamiento multidisciplinario e integrado son clave para mejores servicios clínicos. Los modelos explicativos mal integrados contribuyen a la mala atención y al estigma de las personas que están enfermas de estas formas específicas.

En resumen, damos la bienvenida a la investigación sobre los mecanismos celulares y fisiológicos detrás de los síntomas persistentes, incluida la fatiga posviral. Sin embargo, está cada vez más claro que las relaciones causales simples entre la fisiopatología y los síntomas explican de manera inadecuada muchas enfermedades y condiciones de salud crónicas, incluido el COVID prolongado.

Existe un cuerpo de literatura disponible sobre los múltiples factores involucrados en la generación, percepción y persistencia de síntomas funcionales, y modelos a través de los cuales integrarlos. Nos estamos moviendo hacia una nueva era en la investigación y el tratamiento prolongados de COVID que se beneficiarían de un paradigma integrado a través del cual comprender la enfermedad humana. Sugerimos que es hora de romper los tabúes basados en una comprensión dualista de la enfermedad física versus la mental e incorporar el conocimiento existente sobre los síntomas somáticos funcionales para brindar mejores explicaciones y tratamientos.