Revisión

El rol del sistema nervioso entérico en la salud

El sistema nervioso entérico es una vasta colección de al menos 100 millones de neuronas que residen en el tracto gastrointestinal.

Autor/a: Dra Valeria Pogorelsky; Dr Jorge A Olmos*.

Indice
1. Desarrollo
2. Percepción y dolor desde el intestino
3. Bibliografía

El sistema nervioso entérico (SNE) constituye el conjunto más grande de neuronas fuera de la médula espinal y el cerebro. Las células se organizan en dos redes compuestas por: 1- grupo de nervios llamados ganglios y 2- interneuronas que conectan éstos grupos entre sí. Estos plexos se ubican en la submucosa (plexo submucoso) y entre la capa muscular circular y la longitudinal del intestino (plexo mientérico).

Estos plexos crean una red de neuronas que envuelve al tracto gastrointestinal en dos capas. Estas neuronas son responsables de coordinar las actividades primarias del intestino: motilidad y secreción. El SNE o "pequeño cerebro" del intestino en automático, y puede controlar las funciones gastrointestinales por sí mismo. De hecho, se demostró experimentalmente que el intestino delgado del cerdo de Guinea, denervado de todo estímulo nervioso externo (vago y nervios simpáticos), puede trasladar una arveja con movimientos peristálticos ordenados desde un extremo del intestino al otro. Además de los reflejos locales del SNE, existen reflejos que involucran los ganglios viscerales mayores (celíaco y mesentérico) y los ganglios prevertebrales.

La estimulación de estas vías puede estimular o inhibir al intestino en las mismas áreas o en diferentes zonas. El sistema nervioso parasimpático envía estímulos desde el cerebro hacia el intestino que generalmente promueven la motilidad y la secreción y están originados en el vago y en el plexo sacro. El sistema nervioso simpático lleva señales de inhibición hacia el intestino a través de los nervios esplácnicos toracolumbares. Estos dos sistemas modulan los eventos intestinales basados en los estímulos cerebrales que inclinan la balanza hacia el simpático en períodos de "lucha" o hacia el parasimpático en períodos de "alimentación".

Control Motor

La motilidad intestinal tiene 3 tipos básicamente: propagación, mezcla y contracciones tónicas. La propagación es una función del control nervioso intrínseco del intestino. Como la distensión del intestino ocurre en un lugar determinado del mismo debido al bolo alimentario, las neuronas aferentes entéricas locales detectan ésta distensión. Estas neuronas se proyectan hacia  interneuronas, las cuales se proyectan a su vez en sentido cefálico (ascendente) o caudal (descendente).

Las interneuronas que se proyectan en sentido ascendente son estimulatorias, actuando a través de la acetilcolina o la sustancia P. Esto estimula a las neuronas motoras colinérgicas para empezar la contracción, propagando el bolo alimenticio en sentido caudal. Las interneuronas que se proyectan en sentido descendente inducen la relajación (interneuronas inhibitorias), utilizando como neurotransmisores la somatostatina y el ácido g aminobutírico (GABA). Estas interneuronas inhibitorias regulan otras interneuronas que utilizan opioides endógenos, péptido intestinal vasoactivo (VIP), y óxido nítrico (ON) como neurotransmisores para inhibir la contracción muscular. La coordinación de la contracción en sentido ascendente y la relajación en sentido descendente propulsa el bolo alimenticio hacia distal. Una serie de nervios sensoriales son estimulados  llevando una onda de relajación seguida de una onda de contracción  moviéndose en sentido caudal (descendente).

Para facilitar la absorción del alimento, agua y bilis, el bolo alimenticio debe ser correctamente mezclado. Esto se logra gracias a las ondas de propagación. El SNE tiene múltiples capacidades y puede realizar funciones preprogramadas dependiendo de las demandas del momento. Los esfínteres actúan como barreras de los movimientos ascendentes y descendentes de los fluidos intestinales. El esfínter pilórico previene el pasaje del alimento ingerido al duodeno hasta que éste es homogeneizado  por las contracciones antrales  a partículas menores o iguales a 2 mm. También previene el pasaje de ácidos biliares y jugo pancreático desde el duodeno hacia el estómago.

Las funciones de marcapaso del intestino se encuentran en el estómago, intestino delgado y colon. Esta función corresponde a las células intersticiales de Cajal, localizadas entre la capa muscular circular y longitudinal del intestino. Son parte del SNE aunque no son verdaderos nervios ni células musculares lisas. Se despolarizan a intervalos rítmicos, permitiendo una onda de propagación con un potencial transmembrana reducido, que se propaga distalmente por las células musculares  a través de las "gap junctions".

Este ritmo propagado de potencial reducido se llama ritmo eléctrico basal (REB). El REB puede no inducir contracciones. Aunque cuando el SNE secreta neurotransmisores estimulatorios como la acetilcolina, las condiciones locales favorecerán una despolarización completa llamada  "spike  burst". Sobreimpuesto al REB, el "spike burst" causa la liberación de calcio intracelular y se desencadena la cascada de eventos que llevan a la contracción muscular. El SNE controla el acoplamiento de las contracciones mecánicas, pero no puede desencadenar estímulos contráctiles a una velocidad más rápida que el REB.

Los patrones motores de actividad gastrointestinal que ocurren durante el ayuno se describen como fase I, II y III del complejo motor migratriz (CMM). Estas fases pueden ser grabadas a través de la manometría en el estómago e intestino delgado y pueden funcionar aún en un asa de intestino delgado con denervación extrínseca. La fase I predomina durante el ayuno, con una actividad contráctil mínina. El patón motor de la fase II es similar al que se encuentra durante al ingesta, con ondas peristálticas y antiperistálticas (movimiento de mezcla) particularmente en el intestino delgado.

Finalmente, en la fase III existen grupos de contracciones peristálticas de gran amplitud, que barren el contenido desde el estómago hasta el íleon. Esta fase de barrido sirve para eliminar las sustancias indigeribles, incluyendo los parásitos y bacterias. La fase III coincide con la liberación de motilina, la cual podría desencadenar el CMM. La motilina es quimicamente similar a la eritromicina, la cual puede actuar como un agente proquinético por estimulación farmacológica del receptor de motilina. El CMM ocurre aprocimadamente cada 90 minutos durante el período de ayuno. La ingesta del alimento permite que la actividad de fase II persista.

* El Dr. Jorge Olmos es editor responsable de IntraMed en la especialidad de Gastroenterología.