Durante cinco días

Tambalearon las estrategias para enfrentar el VIH

EE.UU. dio marcha atrás con la suspensión de una iniciativa que permite financiar parte de la respuesta mundial a la pandemia.

Autor/a: Claudia Nicolini

Fuente: IntraMed

Tormenta… TerremotoLas metáforas no ayudan a contar esta historia, que tiene un final abierto, y –al menos por ahora- desconcertante y preocupante.  Comenzó el 24 de enero, cuatro días después de la asunción del presidente Donald Trump, con un memorando emitido por el gobierno de Estados Unidos, desde la Oficina de Administración y Presupuesto, que ordenó  suspender “la financiación de toda la asistencia exterior”.

Eso incluyó el Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del SIDA (PEPFAR), una iniciativa que desde hace más de 20 años ha sido emblemática en la respuesta mundial al VIH. “La asistencia financiera debe destinarse a promover las prioridades de la Administración, enfocando los recursos de los contribuyentes en fortalecer y proteger a EE. UU., eliminar la carga financiera de la inflación para los ciudadanos, impulsar la producción de energía y la manufactura nacional, poner fin a la ‘ideología woke’ y la instrumentalización del gobierno, mejorar la eficiencia gubernamental y hacer que Estados Unidos vuelva a ser un país saludable”, señala el memorando en su fundamentación.

Las respuestas no se hicieron esperar. “La comunidad de la ayuda está lidiando con lo existencial que es esta suspensión de la ayuda”, dijo Abby Maxman, presidenta de Oxfam América, una de las pocas responsables de la ayuda dispuestas en ese momento a hablar públicamente sobre el impacto de la congelación “en medio de las advertencias de la Administración Trump de guardar silencio”, según destacó Euronews. Y agregó: “La decisión podría tener consecuencias de vida o muerte para niños y familias de todo el mundo”. La agencia también citó a Beatriz Grinsztejn, presidenta de la Sociedad Internacional de Sida: "Se trata de una cuestión de vida o muerte. Si se detiene la financiación, la gente va a morir y el VIH resurgirá".

 Por su parte,  la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios emitió un comunicado que señala: “La suspensión de la financiación de los programas contra el VIH puede poner a las personas que viven con el VIH en un riesgo inmediato de enfermarse y morir, y socavar los esfuerzos para prevenir la transmisión en las comunidades y los países. Estos programas proporcionan acceso a terapias vitales contra el VIH a más de 30 millones de personas en todo el mundo”.  

“La suspensión de la financiación de los programas contra el VIH puede poner a las personas que viven con el virus en riesgo inmediato de enfermarse y morir, y socavar los esfuerzos para prevenir la transmisión en las comunidades y los países - agrega el texto, publicado el 28-. Si se prolongan, estas medidas podrían provocar un aumento de nuevas infecciones y muertes, lo que revertiría décadas de progreso y podría hacer que el mundo volviera a (la situación de) los años 1980 y 1990, cuando millones de personas morían de VIH cada año en todo el mundo, incluidas muchas en los Estados Unidos”, agrega el texto.

Por ahora, un giro de 180 °

El 29, por la tarde, se anunció la marcha atrás, concretamente, una “Exención Humanitaria de Emergencia", con la  firma del secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio. “Para llevar a cabo la orden ejecutiva del Presidente de revaluar y realinear la ayuda exterior de Estados Unidos, aprobé ayer una exención adicional a la pausa para la asistencia humanitaria vital durante el período de la revisión.  Aquellos que implementan los programas existentes de asistencia humanitaria vital deben continuar o reanudar el trabajo si se han detenido, sujetos a las instrucciones descritas en esta exención. Esta reanudación es de carácter temporal y, con las limitadas excepciones que sean necesarias para continuar con los programas de asistencia humanitaria vital, no se suscribirán nuevos contratos”, señala el texto.

 Desde Ginebra, Suiza, llegó al mundo una “aliviada” declaración de prensa de ONUSIDA, que cita a Byanyima :“ONUSIDA acoge con satisfacción esta exención del gobierno de EE.UU. que garantiza que millones de personas que viven con el VIH puedan seguir recibiendo medicamentos que salvan vidas durante la evaluación de la asistencia al desarrollo exterior de EE.UU. Esta decisión urgente reconoce el papel crítico de PEPFAR en la respuesta al SIDA y restaura la esperanza a las personas que viven con el VIH."

¿Están aseguradas la medicación y la atención de las personas que viven con el virus?  La incertidumbre es grande: si las medidas oficiales cambiaron de rumbo en un par de días una vez, bien pueden hacerlo de nuevo, en sentido inverso.  Muchas vidas dependen de ello. Lo advierte ONUSIDA, lo saben todos.