En un estudio reciente publicado en la revista Gut Microbes, un equipo de investigadores analizó si la ingesta regular de yogur está vinculada a la reducción del riesgo de cáncer colorrectal, con un enfoque en los tumores que contienen la bacteria Bifidobacterium. El trabajo encontró que si bien el consumo de yogur no estaba vinculado a un menor riesgo general de cáncer colorrectal, se asoció con un riesgo reducido de un subtipo específico, aquellos que contiene Bifidobacterium, particularmente en el colon proximal. |
Probióticos y Cáncer Colorrectal
El cáncer colorrectal es una gran preocupación mundial en materia de salud, responsable de más de 900.000 muertes cada año. Un creciente grupo de investigación también ha destacado la conexión entre la dieta, las bacterias intestinales y el desarrollo del cáncer. El yogur, rico en probióticos como Bifidobacterium, es conocido por promover la salud intestinal y se ha relacionado con la reducción de los riesgos de diabetes, enfermedades cardiovasculares y trastornos digestivos.
En el presente estudio, los investigadores llevaron a cabo un análisis a gran escala utilizando datos de dos estudios prospectivos en curso de cohortes en Estados Unidos (EE.UU.), incluyendo a más de 130.000 participantes.
Estos trabajos recogieron información detallada sobre la dieta, el estilo de vida y la salud de los participantes durante varias décadas. Se les preguntó sobre su consumo de yogur usando cuestionarios validados de frecuencia de alimentos cada cuatro años. Los investigadores calcularon la ingesta media de yogur a largo plazo de cada persona y agruparon a los participantes en categorías que van desde menos de una porción al mes hasta dos o más porciones por semana.
Además, se identificaron casos de cáncer colorrectal a través de cuestionarios, registros médicos y certificados de defunción. Se obtuvieron muestras de tejidos de casos confirmados de cáncer colorrectal de hospitales de todo Estados Unidos.
Patólogos analizaron estas muestras para determinar las características del tumor y extrajeron ADN para medir la presencia de Bifidobacterium utilizando qPCR. Los tumores fueron clasificados como Bifidobacterium-positivo o Bifidobacterium-negativo. El estudio también consideró la ubicación del cáncer, distinguiendo entre los cánceres de colon proximal, distal y recto.
Los investigadores utilizaron varios métodos estadísticos para explorar si la ingesta de Bifidobacterium se asoció con el riesgo de cáncer colorrectal, examinando específicamente si la asociación difirió entre los tumores negativos de Bifidobacterium-positivo y Bifidobacterium-negativo. También dieron cuenta de factores como la edad, la actividad física, el tabaquismo, la ingesta de alcohol, el peso corporal, el consumo de carne roja y procesada y la ingesta de vitaminas.
Principales hallazgos |
Los investigadores informaron que la ingesta de yogur a largo plazo no se asoció con un menor riesgo de cáncer colorrectal en general. Sin embargo, se vinculó a un menor riesgo de cáncer colorrectal Bifidobacterium-positivo, particularmente en el colon proximal. Las personas que comían al menos dos porciones de yogur por semana tenían un riesgo potencialmente menor de desarrollar cáncer colorrectal Bifidobacterium-positivo en comparación con aquellos que comían menos de una porción al mes.
Además, la asociación protectora fue más notable por los cánceres en el colon proximal. Sin embargo, este efecto no alcanzó significación estadística (p = 0,06), lo que confirma que se necesita más investigación para confirmar este vínculo potencial. En particular, el consumo de yogur no redujo el riesgo de cáncer colorrectal Bifidobacterium-negativo e incluso se asoció con un ligero aumento del riesgo para estos tumores.
Entre los participantes que consumieron dos o más porciones de yogur semanalmente, el riesgo de desarrollar cáncer de colon proximal Bifidobacterium-positivo fue casi 50% menor en comparación con aquellos que rara vez comieron yogur. Esto sugirió que los beneficios potenciales del yogur podrían estar vinculados a su papel en el apoyo a la función de barrera intestinal en lugar de simplemente aumentar los niveles de Bifidobacterium en los tumores.
Sin embargo, el estudio tenía numerosas limitaciones. La evaluación de la ingesta de yogur se basó en datos auto-reportados, introduciendo la posibilidad de errores en la evaluación dietética. Además, mientras que el estudio se centró en Bifidobacterium, no se midieron otras bacterias beneficiosas encontradas en el yogur, como Lactobacillus. Dado que la microbiota intestinal es altamente compleja, el papel de las múltiples especies bacterianas en el riesgo de cáncer colorrectal sigue sin estar claro.
A pesar de estas limitaciones, los hallazgos indicaron que la ingesta de yogur a largo plazo podría influir selectivamente en el riesgo de cáncer colorrectal, caracterizado por desequilibrios bacterianos y función de barrera intestinal deteriorada. El equipo está de acuerdo, sin embargo, en que se necesita más investigación para confirmar estos resultados en poblaciones más amplias y aclarar cómo interactúan el yogur y las bacterias intestinales para influir en el desarrollo del cáncer.
Conclusiones |
En general, los hallazgos insinuaron que la ingesta de yogur no se asoció con una reducción general del riesgo de cáncer colorrectal, pero puede tener un efecto selectivo en tipos específicos de tumores, particularmente Bifidobacterium-positivo en el colon proximal. Esto también se sumó a los crecientes datos sobre el papel potencial de la dieta en la influencia de las bacterias intestinales y el riesgo de cáncer.
Aunque los hallazgos son prometedores, no establecen un vínculo causal entre la ingesta de yogur y la prevención del cáncer. Investigaciones futuras son necesarias para confirmar estos resultados en diferentes poblaciones y analizar los mecanismos potenciales mediante los cuales el yogur y la microbiota intestinal interactúan en relación con el desarrollo del cáncer.