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Microbiota en lugar de antibióticos, nuevas vacunas y biomarcadores basados en bacterias

Distinguir lo relevante en la avalancha de noticias científicas es difícil. En IntraMed, destacamos algunos avances de las últimas semanas que podrían tener impacto futuro en la práctica clínica.

Autor/a: Leonardo Biolatto

Fuente: IntraMed

Sabemos que el tiempo es valioso y que estar al día con los desarrollos más relevantes en salud puede ser un desafío. Por ello, esta selección es una guía curada de noticas que, en el futuro próximo, pueden convertirse en realidad para el ejercicio de los profesionales de la salud.

Microbiota para combatir a C. difficile

Fuente: A designed synthetic microbiota provides insight to community function in Clostridioides difficile resistance

El tratamiento de las infecciones por C. difficile es complicado, ya que la bacteria suele ser resistente a variados antibióticos. Además, el uso prolongado de los fármacos para limitar su multiplicación puede alterar la microbiota intestinal como efecto secundario.

Una de las estrategias más efectivas para el abordaje ha sido el trasplante fecal, con el fin de restaurar el equilibrio de bacterias en el intestino. Sin embargo, el procedimiento tiene riesgos inherentes, ya que es difícil garantizar la ausencia de patógenos en las muestras fecales utilizadas.

Para desarrollar una terapia sintética más segura, el equipo investigador de la Universidad de Penn State utilizó datos de 12 estudios previos sobre la microbiota humana, que incluían análisis genómicos y diagnósticos clínicos de colonización por C. difficile. Con la ayuda de sistemas de aprendizaje automático, identificaron los microorganismos que tienen una relación positiva o negativa con la presencia de la bacteria.

Los resultados revelaron que 37 cepas de bacterias estaban negativamente correlacionadas con C. difficile, lo que significa que su presencia en el intestino inhibe su multiplicación. Por otro lado, encontraron 25 cepas que tendían a coexistir con C. difficile, sugiriendo que las mismas podrían facilitar su multiplicación. Con esta información, los investigadores combinaron las bacterias inhibitorias y crearon una versión sintética de un trasplante fecal en el laboratorio para probarlo en ratones.

Un dato clave del estudio fue que una sola cepa bacteriana, Peptostreptococcus, resultó ser más efectiva que las otras para suprimir C. difficile. Los investigadores creen que este enfoque no solo podría transformar el tratamiento de las diarreas, sino también abrir nuevas vías para combatir otras enfermedades, como la enfermedad inflamatoria intestinal.

Biomarcador para enfermedad de Crohn y espondiloartritis axial

Fuente: IgG-seq identifies immune-reactive enteric bacteria in Crohn’s disease with spondyloarthritis

Un reciente estudio dirigido por la Universidad de Weill Cornell Medicine encontró que las personas con enfermedad de Crohn e inflamación articular presentan una microbiota intestinal distinta. Se destacó a la bacteria Mediterraneibacter gnavus como un posible biomarcador de esta condición compartida.

Hasta un 30 % de los pacientes con enfermedad de Crohn también presentan inflamación en las articulaciones. No obstante, las razones detrás del síntoma asociado siguen sin estar claras. Normalmente, el revestimiento intestinal debería actuar como una barrera para mantener a las bacterias confinadas en el tracto digestivo. Sin embargo, en los pacientes con Crohn y espondiloartritis, la barrera estaría debilitada, permitiendo que ciertas bacterias interactúen con el sistema inmunitario y desencadenen una respuesta inflamatoria.

El análisis de los investigadores reveló que el 33 % de los pacientes con Crohn y espondiloartritis periférica, y el 29 % de aquellos con Crohn y espondiloartritis axial, presentaban bacterias M. gnavus recubiertas con IgG. En contraste, solo el 11 % de los pacientes con Crohn sin inflamación y de los sujetos sanos mostraban esta respuesta.

Lograr identificar el epítopo específico responsable de esta reacción podría abrir la puerta a nuevas estrategias terapéuticas para reducir la inflamación articular en los pacientes con Crohn. El objetivo final es descubrir cómo dirigirse a estas bacterias o mitigar sus efectos sobre la inflamación articular. Los resultados podrían sentar las bases para nuevas opciones de tratamiento, incluyendo el uso de probióticos, antibióticos selectivos o terapias inmunomoduladoras dirigidas a la microbiota.

Nueva fase para la vacuna oral contra el norovirus

Fuente: An oral norovirus vaccine tablet was safe and elicited mucosal immunity in older adults in a phase 1b clinical trial

La nueva vacuna oral llamada VXA-G1.1-NN ha demostrado ser segura y capaz de inducir respuestas inmunitarias en adultos mayores, según los resultados del último ensayo clínico de fase 1b. Esto es relevante, ya que la infección por este virus provoca alrededor de 70 000 hospitalizaciones y hasta 800 muertes cada año, solo en Estados Unidos. Los adultos mayores, especialmente aquellos en residencias geriátricas, son los más afectados. Se estima que el 90 % de las muertes relacionadas con el norovirus ocurren en personas de 65 años o más.

El ensayo se diseñó aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo. Se incluyeron 65 participantes sanos de entre 55 y 80 años, divididos en dos grupos: dos tercios recibieron la vacuna VXA-G1.1-NN y el resto, un placebo. Además, se probaron tres dosis diferentes con una estrategia de refuerzo a los 28 días.

En términos de respuesta inmunitaria, la vacunación generó un aumento dependiente de la dosis en los anticuerpos IgG e IgA específicos del VP1, una proteína clave del virus. Estos anticuerpos permanecieron elevados por más de 210 días después de la vacunación. La respuesta inmune en la mucosa también fue evidente. Se detectaron concentraciones elevadas de IgA en la saliva y la mucosa nasal desde el día 28, que persistieron hasta el día 210.

Si bien este ensayo de fase 1b se centró en la seguridad e inmunogenicidad, aún falta evaluar la eficacia de la vacuna en la prevención concreta de las infecciones. Actualmente, se está llevando a cabo un ensayo clínico de fase 2 para probar una versión bivalente, de modo que se analice si hay protección cruzada contra diferentes variantes del virus. Con estos avances, la posibilidad de contar con una vacuna eficaz contra el norovirus está más cerca.