Muchas veces, una imagen vale más que mil palabras. Pero otras, puede generar una idea falsa. Es lo que ocurre con las que típicamente se usan para ilustrar las noticias sobre el sarampión: la gran mayoría acude a fotos de niños pequeños con el cuerpo cubierto por pequeñas manchas rojizas. No porque no sea un signo caracterizante, que lo es. Sino porque si nos limitamos a ese signo, podemos generar un obstáculo para que el gran público entienda y/o recuerde que -como señala un informe que emitió en noviembre de 2024 la Organización Panamericana de la Salud (OPS)- el sarampión “es una enfermedad vírica sumamente contagiosa” y “se propaga fácilmente cuando una persona infectada respira, tose o estornuda”. En otras palabras, se trata de una infección respiratoria, que se transmite del mismo modo que el Covid-19: por microgotas que emiten las personas infectadas, y “puede provocar una enfermedad grave, complicaciones o la muerte”, añade el texto de la OPS.
Para el 3 de marzo de este año, esas más o menos serenas recomendaciones de la OMS se habían transformado en una alerta. Esta daba cuenta de que “entre la semana epidemiológica (SE) 1 y la SE 9, en la Región de las Américas, 268 casos han sido confirmados, incluyendo una defunción, en Argentina (n= 4), Canadá (n= 96), los Estados Unidos de América (n= 164, incluyendo una defunción) y México (n= 4)”.
En América Latina solo hay casos en los dos extremos, Argentina y México; pero esto recién empieza y hacen falta reacciones y acciones urgentes. Porque lo cierto es que, concretamente en México, ocho días después de lanzada la alerta, la situación seguía agudizándose.
Norteamérica |
Para comprender buena parte de lo que ocurre en México es necesario mirar hacia su vecino del Norte, que –según las autoridades sanitarias estadounidenses– está viviendo el mayor brote de sarampión de los últimos 30 años.
Un reporte emitido por la Secretaría de Salud de México el 12 de marzo indica que, hasta el día anterior, ya se habían confirmado 256 casos en dos Estados clave: 223 en Texas y 33 en Nuevo México. Clave, porque comparten una extensa frontera con el Estado de Chihuahua, en México, donde, hasta la semana epidemiológica 10, se habían confirmado 22 casos: 2 importados y 20 asociados a importación. “La presencia de brotes de sarampión en varias partes del mundo, principalmente en países de América, con los que se comparte un alto movimiento poblacional, incrementa el riesgo de presencia de casos importados en México”, destaca el reporte. Para el pasado martes (18 de marzo), la Secretaría de Salud informó que ya eran 43 los casos en Chihuahua. A ellos se sumaron 2 en el de Oaxaca, en el Sur del país.
En este caso, según el reporte, el origen fue diferente: la paciente cero, de 5 años y 8 meses de edad, llegó desde Asia. “La paciente tiene antecedente de viaje a Tailandia, Laos, Vietnam y Japón, con fecha de ingreso al país el 29 de enero y residencia actual en el estado de Oaxaca”, señala el informe. Puede parecer extraño, pero, también según el reporte mexicano, que se basa en informes de la OMS, la situación es crítica en Asia: como ejemplo, algunas cifras: Pakistán (6661 casos), India (6532) y Tailandia (6224). Y -como bien nos enseñó la pandemia de Covid-19- los virus no reconocen límites geográficos.
En el cono Sur |
La situación argentina se parece más a la de Oaxaca: “El 31 de enero de 2025 se confirmó el diagnóstico de sarampión por RT-PCR en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez de la Ciudad de Buenos Aires, y se corroboró el diagnóstico en el Laboratorio Nacional de Referencia INEI-ANLIS “Carlos G. Malbrán” en una niña de 6 años de nacionalidad ruso-argentina que había arribado al país el 22 de enero proveniente de Rusia, con escalas en Vietnam, Dubai y Brasil”, señala el comunicado que ese mismo día emitió la Sociedad Argentina de Infectología.
Por otra lado, según la comunicación epidemiológica oficial argentina del 23 de febrero, el 29 de enero la hermana menor del caso cero, de 20 meses, también presentó síntomas y requirió internación por neumonía; de ninguna de las dos hay registros de vacunación.
Para el 21 de marzo los casos en Argentina eran 13 en la región del AMBA, (Area Metropolitana de Buenos Aires) Se identificaron hasta entonces tres casos importados, ocho vinculados a los contagios iniciales y dos de transmisión comunitaria, dato que reforzó la alerta respecto de la expansión del virus. Según alertó el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, los útimos últimos diagnósticos correspondieron a "una mujer de 27 años que estaba vacunada y que corresponde a la cadena de transmisión del caso 0" y a "una persona adulta con antecedente de viaje a Tailandia desde entre febrero y marzo de este año que abre una nueva cadena de transmisión".
Medidas implementadas |
El Gobierno de México convocó el 18 de marzo a vacunar los grupos de riesgo, no solo contra sarampión, sino también contra la tosferina (o tos convulsa, como se conoce habitualmente en Argentina), enfermedad que también venía expandiéndose en ese país, y de la cual en estos tres primeros meses del año ya se detectaron 288 casos. Para ello, según anunció el martes 18 el secretario de salud mexicano, David Kershenobich, se retomará algo que era un clásico en ese país: las Semanas Nacionales de Vacunación, que no se realizaban desde la pandemia.
“Estamos fortaleciendo el programa de vacunación a nivel nacional. Se dispone de suficiente vacuna para cubrir todas las necesidades del país, por lo tanto la recomendación es que se vacunen las poblaciones en riesgo”, dijo Kershenobich en conferencia de prensa, y anunció que la vacunación contra sarampión comenzará en la Jornada de Salud que se llevará a cabo del 26 abril al 3 de mayo, de manera gratuita.
Por su parte, en Argentina, el Consejo Federal de Salud (COFESA), que está integrado por las autoridades sanitarias de las 24 jurisdicciones provinciales y el ministro de Salud de la Nación, acordó implementar una estrategia focalizada de vacunación en zonas con circulación comunitaria, según la noticia oficial.
En concreto, la propuesta es aplicar una dosis extra de la vacuna doble viral en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) a niños de entre 6 y 11 meses (que aún no han recibido dosis alguna), y a los de entre 12 meses y 4 años, que -en teoría- deberían tener ya aplicada una dosis. Esta vacuna protege contra el sarampión y contra la rubéola. Se destacó además la necesidad de recuperar los esquemas atrasados en diversas regiones, y que se procurará la disponibilidad de dosis para contactos estrechos y viajeros, según la disponibilidad de vacunas.