Caso clínico Un hombre de 74 años desarrolló dolor agudo atraumático en el hombro izquierdo y rango de movimiento (ROM) limitado 3 días después de la vacunación con COVID-19 en el deltoides izquierdo. El examen físico reveló sensibilidad en la región subacromial, ROM severamente limitado (activo y pasivo), debilidad (brazo caído, fuerza de abducción 3/5, incluso en la prueba de debilidad de ruptura) y signos de pinzamiento. Debido a la debilidad y la marcada limitación del ROM, se obtuvo una resonancia magnética del hombro para descartar rotura del manguito rotador de espesor total y capsulitis adhesiva, respectivamente. MRI mostró extensa subacromial y bursitis subdeltoidea (Fig. 1). El paciente optó por la inyección de corticosteroides en el espacio subacromial y la fisioterapia (TP). En la cita inicial con el fisioterapeuta, semanas después de la inyección, tenía plena fuerza, ROM casi completo y había reanudado sus actividades habituales con un dolor mínimo. Dada la rápida mejoría, sospechamos que la debilidad inicial y el ROM limitado se relacionaron con un dolor intenso. |
Resonancia magnética del hombro izquierdo que muestra bursitis subacromial (flecha superior) y subdeltoidea (flecha derecha).
Es probable que la bursitis subacromial posterior a la vacunación se deba a una inyección en la bolsa subacromial o cerca de ella.
El énfasis en la técnica correcta (incluida la longitud, el lugar y el ángulo de la aguja) puede reducir el riesgo de lesión en el hombro después de la vacunación. Las recomendaciones de los CDC recomiendan seleccionar la longitud de la aguja en función del peso (aguja de 1 a 1,5 pulgadas, 1 pulgada para peso <152 libras), insertando la aguja aproximadamente 2 pulgadas por debajo del proceso del acromion en un ángulo de 90 °.
* Recomendaciones de los CDC: www.cdc. gov / vacunas / hcp / admin / downloads / IM-Injection-adult.pdf