La acumulación de ceramidas es un sello distintivo en la manifestación de numerosas enfermedades relacionadas con la obesidad, como la diabetes mellitus tipo 2 y la aterosclerosis.
Hasta principios de la década de 2000, las ceramidas se consideraban una clase homogénea de esfingolípidos. Sin embargo, ahora ha quedado claro que las ceramidas ejercen efectos fundamentalmente diferentes dependiendo de las longitudes específicas de la cadena de acilo graso, que están integradas en las ceramidas por un grupo de enzimas conocidas como dihidroceramida sintasas.
Además, las alteraciones en la síntesis de ceramida, el tráfico y el metabolismo en compartimentos celulares específicos ejercen distintas consecuencias sobre la homeostasis metabólica.
El concepto emergente de cómo la localización intracelular de ceramidas con distintas longitudes de cadena de acilo puede regular el metabolismo de la glucosa, enfatizando así su potencial como objetivos en el desarrollo de terapias nuevas y específicas para la obesidad y las enfermedades asociadas a la obesidad.
Puntos clave
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