By Genevra Pittman
NUEVA YORK (Reuters Health) - En un centro médico de Estados Unidos, un tercio de las personas que se realizaron una tomografía computada (TC) ignoraba la radiación a la que se habían expuesto.
Los autores revelaron que la mayoría de los pacientes también subestimaba el nivel de radiación que se emite en una TC y que apenas uno de cada 20 pensaba que el examen aumentaría su riesgo de alguna vez desarrollar un tumor.
La autora principal, Janet Busey, dijo que los médicos deben conversar con sus pacientes sobre los riesgos y los beneficios del examen.
"No hay duda, la TC salva vidas", aclaró Busey, de la Universidad de Washington, en Seattle. Dijo también que sus beneficios suelen superar sus riesgos.
Pero aunque el riesgo de la radiación sea bajo, los pacientes "deberían conocerlo".
La TC es una radiografía de alta intensidad que proporciona imágenes más claras, pero expone a los pacientes a entre 10 y 100 veces más radiación que una radiografía normal de cabeza o tórax.
El equipo de Busey entrevistó a 235 personas que se realizaron un estudio por imágenes programado para, por ejemplo, evaluar la diseminación de un cáncer o analizar síntomas como la disnea.
Esos estudios eran TC y otros tipos de evaluaciones, como la tomografía por emisión de fotones individuales o SPECT.
Dos tercios de los pacientes estaban convencidos de la necesidad del examen y de que sería bueno para su salud; el 84 por ciento dijo que sus médicos le habían explicado el motivo del estudio.
Otros dos tercios sabían que la TC incluía el uso de radiación, pero los médicos no le habían explicado a menos de la mitad de ellos los riesgos de esa exposición.
Pocos pacientes estaban preocupados por la relación entre la radiación y el cáncer. Más participantes dijeron que habían pensado más en cuándo podrían volver a comer o si le reconocerían el costo del estacionamiento que en los efectos de la radiación, según publican los autores en JAMA Internal Medicine.
"El médico es quien debe explicarle al paciente cuáles son los riesgos y los beneficios (...) y, a veces, eso debe hacerse mejor", opinó la doctora Angela Mills, especialista en emergentología que investigó sobre los riesgos de la radiación en el hospital de University of Pennsylvania, Filadelfia.
La dosis de radiación de una TC es de entre un par de milisieverts (mSv), comparable con la radiación anual de fuentes naturales, a casi 20 mSv, que es el límite anual de exposición para los empleados de la industria nuclear.
Aunque cada TC tiene un pequeño efecto en el riesgo vital de una persona de desarrollar cáncer, ese riesgo puede crecer en el tiempo cuantas más se realice y más aumente la exposición a la radiación.
FUENTE: JAMA Internal Medicine, online 31 de diciembre del 2012.