Acoplamiento de antena

Un mecanismo nuevo de complicación de la electrocirugía por radiofrecuencia

El propósito de este estudio fue determinar qué factores influencian la magnitud del acoplamiento de antena inducido por la energía de radiofrecuencia monopolar en las salas de operaciones.

Autor/a: Dres. Robinson TN, Barnes KS, Govekar HR, Stiegman GV, Dunn CL, McGreevy FT

Fuente: Ann Surg 2012; 256(2): 213-218

Indice
1. Artículo
2. Referencias

Introducción

La energía monopolar de radiofrecuencia (el “electrobisturí”) es usada virtualmente en todas las operaciones. A pesar de su uso omnipresente, el mecanismo por el cual ocurren algunas complicaciones relacionadas con la electrocirugía permanece poco claro. Numerosos reportes han hallado lesiones electroquirúrgicas (o quemaduras) alejadas del electrodo activo, en los lugares en donde dispositivos de monitoreo, conectados con cables que se extienden por fuera del campo quirúrgico, tocan al paciente (por ejemplo, conectores de electrocardiograma [ECG], electrodos para potenciales evocados motores, monitores Doppler) [1-8]. El mecanismo que causa esas injurias no es conocido. Un reporte reciente, documentando una quemadura en un nervio con un electrodo de monitoreo alejado del campo quirúrgico mencionó: “la causa exacta [en relación con la quemadura] no pudo ser determinada después de una completa investigación”.

Una “antena” es definida como un sistema de transmisión o recepción que está diseñado para irradiar o recibir ondas electromagnéticas [9]. Tanto la antena transmisora eléctricamente activa [ATEA] (electrodo activo en la radiofrecuencia monopolar o el “electrobisturí”), como la antena receptora eléctricamente inactiva [AREI] (cable o varilla conductora) están presentes en la sala de operaciones. El “acoplamiento” se define como una interferencia de campo cercano, por una fuente de voltaje, corriente o ambas, que produce una interferencia directa en un circuito de la víctima, sin que esté involucrada una ruta conductica (galvánica) en la transferencia [10]. En términos sencillos, el electrodo activo del electrobisturí (ATEA) emite energía en el aire, la que es capturada (acoplada) por cables no activos eléctricamente (AREI), cercanos al electrodo activo, sin contacto directo entre ellos.

El propósito de este estudio fue determinar qué factores influencian la magnitud del acoplamiento de antena, inducido por la energía de radiofrecuencia monopolar, en las salas de operaciones. Los objetivos específicos incluyeron: 1) determinar si el fenómeno de acoplamiento de antena ocurre comúnmente en los cables eléctricamente no activos, en la sala de operaciones: 2) definir el efecto de la orientación espacial de las antenas transmisora y receptora, sobre la magnitud del acoplamiento de antena y 3) describir la magnitud del acoplamiento de antena desde variables clínicas comunes, que el cirujano puede modificar.

Métodos

Se obtuvo la excepción regulatoria del Colorado Multi-Institutional Review Board (08-1377) debido a la designación como investigación no humana. Este estudio examinó el fenómeno del acoplamiento de energía desde un cable a un segundo cable sin contacto directo entre ellos. Con el propósito de un mejor entendimiento, se usó el término “acoplamiento de antena” para describir ese fenómeno que, desde el punto de vista de la física, es similar a la combinación y suma de acoplamiento (de radiación) de antena, acoplamiento inductivo y acoplamiento de capacitancia (ver la discusión para más detalles).

La energía de radiofrecuencia monopolar fue estudiada en un modelo de banco, diseñado para replicar un escenario laparoscópico habitual. Para todos los experimentos, el gancho en L laparoscópico con su cable de conexión, recibió una energía de radiofrecuencia monopolar (ATEA), mientras que la punta del instrumento no tocaba ningún tejido (esto es, una activación aérea abierta). Un segundo cable no activo eléctricamente (antena receptora) fue colocado en la proximidad de la ATEA. Los cables no activos eléctricamente (antenas receptoras) usados en esos experimentos fueron elegidos por su uso rutinario en la sala de operaciones (conector del ECG, “lápiz” [mango con hoja] del electrobisturí con su cable de conexión y electrodo para monitoreo nervioso con su cable de conexión). La mayoría de los experimentos fueron realizados con el lápiz del electrobisturí no activo como antena receptora, porque tiene la mayor relevancia clínica. Durante la parte laparoscópica de la operación, el gancho en L recibía energía desde el generador (ATEA) mientras que el lápiz del electrobisturí no activo (AREI) permanecía inactivo. Dado que los dos cables son conectados simultáneamente al mismo generador, los mismos corren paralelos el uno al otro, desde el generador hasta el punto de fijación en el campo quirúrgico.

La variable de resultado primaria fue el aumento de la temperatura (°C), de un tejido muscular bovino colocado adyacente a la AREI. El cambio en la temperatura fue cuantificado usando una cámara térmica (Flir, Boston, MA), en el rango infrarrojo de 3 a 5 micrones (emisión fijada a 0,94), utilizando el programa Thermacam Researcher Professional 2.8 (Boston, MA). El aumento en la temperatura del tejido adyacente a la AREI fue registrado inmediatamente después de una activación durante 5 segundos de la ATEA (excepto para el objetivo específico 3b; ver más adelante). La técnica específica empleada para cada medición de temperatura fue colocando la AREI en contacto con el músculo bovino durante los 5 segundos de activación de la ATEA. Inmediatamente después de dicha activación, la AREI fue retirada del contacto con el músculo bovino. El cambio registrado en la temperatura fue la imagen térmica del tejido muscular inmediatamente después de haber retirado a la AREI del mismo, menos la temperatura de base del tejido muscular bovino. Tanto la ATEA (gancho laparoscópico en L) como la AREI (punta del lápiz del electrobisturí) fueron conectadas en los conectores para electrodos activos del generador durante todos los experimentos (excepto si se menciona específicamente lo contrario), para reproducir la situación en el quirófano en la vida real. Se usó un electrodo de dispersión para completar el circuito electroquirúrgico. Dicho electrodo dispersivo (almohadilla) fue colocado por debajo de tejido hepático bovino. El cable del electrodo dispersivo fue cubierto por el piso y se lo conectó en el conector para el electrodo dispersivo del generador, completando así el circuito electroquirúrgico. El cable del electrodo de dispersión estuvo colocado a 90 cm aproximadamente, por debajo de las antenas de transmisión y recepción durante las pruebas; las antenas se ubicaron sobre la superficie plana de cajas vacías de cartón (material no conductivo). Se usaron 2 generadores electroquirúrgicos monopolares (ConMed System 5000, Centennial, CO y Covidien Triad, Boulder, CO) conectados a un circuito aislado de corriente alterna.

Todos los experimentos fueron realizados utilizando el modo de coagulación a 30-W (excepto para el objetivo específico 3a). Cada medición fue repetida 5 veces. Los resultados fueron reportados como medias ± desvió estándar. El análisis estadístico fue realizado usando la prueba de t de Student y el análisis de varianza. Se fijó la significación en P < 0,05.

Objetivo específico 1: determinar si el fenómeno de acoplamiento de antenas ocurre comúnmente en los cables eléctricamente no activos en la sala de operaciones. En todos los experimentos, se envió energía monopolar al gancho el L (ATEA). Las AREI usadas para este objetivo incluyeron conectores de ECG, la punta del lápiz del electrobisturí y un electrodo de monitoreo de nervio (todos con sus cables apropiadamente conectados). El cable de la AREI se orientó paralelo al cable del gancho laparoscópico en L (ATEA). La orientación paralela de la ATEA y de la AREI se realizó encintando los 2 cables juntos cada 60 cm (la longitud total de los cables fue de 300 cm), de manera que los 2 cables aislados yacieran a 1 cm el uno del otro a lo largo de toda su longitud.

Objetivo específico 1a: determinar si la corriente que creaba calor en la punta de la AREI se acoplaba con la AREI fuera del generador o si el generador en sí mismo acoplaba la energía (enviando energía a la AREI por el conector para el electrodo activo no operativo). El calor creado en la punta de la AREI (punta del lápiz del electrobisturí) fue registrado cuando el cable fue conectado al conector para el electrodo activo no operativo y desconectado del generador cuando los cables de la ATEA y de la AREI fueron orientados paralelamente.

Objetivo específico 2: determinar el efecto de la orientación espacial de la ATEA y de la AREI sobre la magnitud del acoplamiento de antena. La orientación espacial de la ATEA fue alterada, cambiando el ángulo entre las antenas (objetivo 2a), variando la distancia de separación entre las antenas paralelas (objetivo 2b) y alterando la longitud de la antena que corría paralela junto con la otra (objetivo 2c).

Objetivo específico 2a: determinar el efecto de la angulación de las antenas sobre la magnitud del acoplamiento de antena. En todos los experimentos, se envió energía monopolar al gancho en L (ATEA). El cable del lápiz inactivo del electrobisturí (AREI) fue extendido rectamente desde el generador, mientras que el cable del gancho en L (ATEA) fue colocado paralelamente, en ángulo de 45º y perpendicular al cable del lápiz del electrobisturí (Figura 1). Además, los cables inactivos de los conectores del ECG y del monitoreo nervioso (antenas receptoras) fueron probados paralelamente y perpendicularmente al gancho en L (ATEA).

• FIGURA 1: Acoplamiento de antenas: orientación de las antenas de transmisión y de recepción.

 

Objetivo específico 2b: determinar el efecto de variar la distancia de separación entre la ATEA y la AREI paralelas, sobre la magnitud del acoplamiento de antenas. En todos los experimentos, se envió energía monopolar al gancho en L (ATEA) y no se envió energía al lápiz del electrobisturí (AREI). Tanto el cable del lápiz del electrobisturí como el del gancho en L fueron colocados rectamente (paralelos el uno al otro) desde el generador. Los cables paralelos fueron colocados directamente adyacentes (< 1 cm de separación), con una separación de 15 cm y con una separación de 30 cm.

Objetivo específico 2c:
determinar el efecto de alterar la longitud del recorrido paralelo de la ATEA y la AREI (< 1 cm) sobre la magnitud del acoplamiento de antenas. En todos los experimentos de envió energía monopolar al gancho en L (ATEA) y no se envió energía al lápiz del electrobisturí (AREI). El cable de 300 cm de longitud del lápiz del electrobisturí y el del gancho en L fueron colocados adyacentes (paralelos) el uno al otro por 300 cm (100% de la longitud de los cables), 225 cm (75% de la longitud), 150 cm (50% de la longitud) y 75 cm (25% de la longitud) (Figura 2).

• FIGURA 2: Acoplamiento de antenas: longitud del paralelismo ente las antenas de transmisión y recepción; implicaciones prácticas

Objetivo específico 3: describir la magnitud del acoplamiento de antena resultante de variables clínicas comunes, que el cirujano puede modificar. Las variables clínicas probadas, fácilmente modificables por el cirujano, fueron la fijación de la potencia del generador (objetivo 3a) y tiempo de permanencia del electrodo activo (objetivo 3b).

Objetivo específico 3a: determinar el efecto de la fijación de la potencia del generador sobre la magnitud del acoplamiento de antenas. En todos los experimentos se envió energía monopolar al gancho en L (ATEA) y no se envió energía al lápiz del electrobisturí (AREI). El cable del lápiz del electrobisturí y el del gancho en L fueron colocados adyacentes (< 1 cm) el uno al otro. La potencia enviada al gancho en L fue de 15 W, 30 W y 45 W, en modo coagulación.

Objetivo específico 3b: determinar el efecto del tiempo de permanencia sobre la magnitud del acoplamiento de antenas. En todos los experimentos, se envió energía monopolar al gancho en L (ATEA) y no se envió energía al lápiz del electrobisturí (AREI). La duración del tiempo en que se liberó la energía al gancho en L fue de 2 segundos, 5 segundos y 10 segundos.

Resultados

Objetivo específico 1: la punta eléctricamente no activa del lápiz del electrobisturí, los conectores de ECG y los electrodos de monitoreo nervioso (AREI), crearon calor cuando sus cables fueron colocados paralelamente con el cable del gancho laparoscópico en L (ATEA). Los aumentos en la temperatura del tejido desde la línea de base fueron los siguientes: conectores del ECG: 2,4°C ± 1,2°C (P = 0,002); punta del lápiz del electrobisturí: 90ºC ± 9ºC (P < 0,001) y electrodo monitor del nervio: 106°C ± 12°C (P < 0,001). Las áreas de superficie (relevante para comprender las densidades relativas de la corriente) de las 3 antenas receptoras fueron las siguientes: conectores del ECG (400 mm2), punta del lápiz (~ 2 mm2) y electrodo de monitoreo del nervio de 27G (< 0,1 mm2).

Objetivo específico 1a: la AREI (punta del lápiz del electrobisturí) aumentó la temperatura del tejido similarmente cuando fue conectada en el conector del electrodo activo no operativo del generador (90°C ± 9°C) como cuando fue desconectada (85ºC ± 11°C; P = 0,454).

Objetivo específico 2a: cambiando la orientación de las 2 antenas desde paralela a perpendicular, disminuyó el calor creado en la punta de la AREI (Tabla 1). El cambio de orientación de las 2 antenas, desde paralela en ángulo de 45º a perpendicular, disminuyó el calor creado en la punta de la AREI de una manera dosis-respuesta (Fig. 1).

• TABLA 1: Acoplamiento de antenas en cables clínicamente relevantes

 Objetivo específico 2b: el aumento de la distancia de separación entre la antena de transmisión y de recepción paralelas, disminuyó el calor creado por la punta de la AREI de una manera dosis-respuesta (Tabla 2).

• TABLA 2: Variables que afectan la magnitud del acoplamiento de antenas

 

Objetivo específico 2c: la disminución de la longitud del paralelismo entre ambas antenas disminuyó la cantidad de calor generado por la punta de la AREI de una manera dosis-respuesta (Fig. 2).

Objetivo específico 3a: el aumento en la potencia del generador enviada a la ATEA incrementó el calor generado por la punta de la AREI de una manera dosis-respuesta (Tabla 2)

Objetivo específico 3b: la alteración del tiempo de contacto de la energía enviada a la ATEA no modificó el aumento de temperatura generado por la punta de la AREI (Tabla 2).

El efecto relativo de las variables en los objetivos específicos 1, 2 y 3 sobre la magnitud del acoplamiento de antenas fue similar en ambos generadores electroquirúrgicos usados.

Discusión

El acoplamiento de antena ocurre en el escenario común de la sala de operaciones. Los dispositivos de monitoreo utilizados rutinariamente por los pacientes, con cables que se extienden fuera del campo quirúrgico, son afectados por el acoplamiento de antenas. Ese fenómeno ocurre por el acoplamiento de energía con la AREI, fuera del generador y no es liberado por la AREI vía la conexión del electrodo activo no operativo. La relación de la orientación entre la ATEA y la AREI, es uno de los factores que afectan la magnitud del acoplamiento de antenas. Las condiciones de orientación que reducen el acoplamiento de antenas incluyen colocar los cables más angulados uno al otro, aumentar la separación del paralelismo y disminuir la distancia durante la cual los cables corren paralelos. La disminución de la potencia del generador disminuye la magnitud del acoplamiento de antenas.

Las complicaciones electroquirúrgicas no son eventos arbitrarios. Por el contrario, las lesiones electroquirúrgicas siguen 5 patrones bien descritos y reproducibles. Primero, la falla en la aislación es una rotura o defecto en la cubierta aislante del instrumento laparoscópico [11]. Un ejemplo clínico de la falla en la aislación es cuando existe un defecto en la aislación a lo largo del tallo del gancho laparoscópico en L adyacente al intestino y la corriente quema inadvertidamente el intestino. escapando a través de la rotura en la aislación. Segundo, el acoplamiento capacitivo es la transferencia de corriente desde el electrodo activo, a través de un aislamiento intacto, a un material conductivo adyacente, sin contacto directo [12]. Un ejemplo clínico de acoplamiento capacitivo es cuando el tallo intacto del gancho laparoscópico en L yace adyacente al intestino y se crea calor en el punto de contacto entre ambos. Tercero, el acoplamiento directo es definido como el contacto directo de un electrodo activo con otro instrumento conductivo. Un ejemplo clínico de acoplamiento directo es cuando la punta del electrodo laparoscópico activo contacta con la punta de la cánula de aspiración/irrigación, un escenario que permite a la corriente viajar a través de toda la cánula metálica, creando una quemadura potencial del intestino que esté en contacto con la misma. Importantemente, el patrón de injuria es similar en estos 3 perfiles de complicación, en donde la corriente desviada se escapa a lo largo del tallo de los instrumentos laparoscópicos. Estos 3 patrones de injuria pueden ser prevenidos evitando la proximidad entre los tallos de los instrumentos laparoscópicos y los tejidos vulnerables (por ej., el intestino). Cuarto, la lesión por calor residual es el aumento de la temperatura del instrumento después de haberse completado la activación de energía [14]. Un ejemplo clínico de lesión por calor residual es cuando se detiene la activación del electrodo activo y la punta del mismo toca inmediatamente tejido adicional; un escenario que permite que el calor retenido en la punta del electrodo activo queme el tejido, aun cuando el dispositivo no está siendo activado. Quinto, la lesión por aplicación directa es la aplicación no intencionada del electrodo activo [15]. Un ejemplo clínico de lesión por aplicación directa es cuando la punta del electrodo activo operativo toca y quema inadvertidamente un tejido sobre el que el cirujano no intentaba aplicar energía. Aunque estos 5 perfiles de complicaciones electroquirúrgicas son comúnmente descritos, no son responsables por todos los mecanismos por los que pueden ocurrir complicaciones electroquirúrgicas.

El acoplamiento de la energía de radiofrecuencia desde un sistema de potencia a un sistema receptor es bien conocido por los ingenieros eléctricos y resulta de la propagación de los campos de radiación. En la sala de operaciones, el acoplamiento de 2 antenas representa un fenómeno de campo cercano, porque las 2 antenas están separadas por una distancia menor a un sexto (λ/2д) de la longitud de onda de radiofrecuencia [16]. Los ingenieros eléctricos han descrito previamente la importancia crítica, tanto de la orientación y distancia de separación de las antenas como de la potencia de transmisión, en la magnitud resultante del fenómeno de campo cercano de acoplamiento de antena [17]. Llevar esos conceptos establecidos del acoplamiento de antena dentro de la sala de operaciones, brinda una explicación lisa y llana para las lesiones por quemadura, que han ocurrido en el sitio de los dispositivos de monitoreo del paciente, cuyos cables se extienden por fuera del campo operatorio.

El fenómeno del acoplamiento de energía con un cable sin contacto directo es llamado “acoplamiento de antena” en este artículo. Desde el punto de vista de la física pura, no se trata de una descripción exacta. La energía que se acopla desde un cable eléctricamente activo a un cable eléctricamente inactivo, probablemente es una combinación y suma de 3 fenómenos distintos de acoplamiento: acoplamiento (o radiación) de antena, acoplamiento inductivo y acoplamiento de capacitancia. El acoplamiento inductivo y de capacitancia son los mecanismos más dominantes de transferencia de energía cuando los cables eléctrico y no eléctrico están muy cercanos uno del otro. A medida que se aumenta la distancia de separación entre ellos, el fenómeno de acoplamiento inductivo y de capacitancia probablemente disminuye y el acoplamiento de antena (o de radiación) se vuelve el mecanismo dominante de la transferencia de energía. Las razones por las que los autores eligieron el término “acoplamiento de antena” para describir ese fenómeno fueron dobles. Primero, en la sala de operaciones, en la vida real, los cables pueden estar separados a una cierta distancia debido a la cobertura estéril (por ej., el cable del conector del ECG y el cable del electrodo activo), un hecho que favorece la aparición del mecanismo de acoplamiento de antena (o de radiación). Segundo, el término “antena” es un término de lenguaje común, familiar a los no físicos (por ej., los cirujanos clínicamente activos). El objetivo final del artículo es permitir que los cirujanos comprendan ese concepto, que no está bien descrito en el campo de la cirugía y el término “antena” es mucho más intuitivo para la persona corriente que cualquier otra posible descripción, tal como “la suma de acoplamiento inductivo, de capacitancia y de radiación”. Al simplificar con el término acoplamiento de antena, existe claramente un compromiso para balancear un entendimiento más fácil para la persona común y la terminología desde un punto de vista de la física pura.

El potencial para mejorar la seguridad del paciente es la razón principal por la que este estudio es importante. El reconocimiento de los patrones de las complicaciones electroquirúrgicas es esencial para que los cirujanos puedan evitar los escenarios operatorios que tengan un mayor riesgo de lesión electroquirúrgica. Este estudio brinda un sexto y previamente no reconocido mecanismo, por el cual pueden ocurrir complicaciones electroquirúrgicas por radiofrecuencia en el quirófano.

El área de superficie juega un rol crítico en el calor generado en un circuito eléctrico. El aumento de la temperatura creada en el circuito electroquirúrgico, es proporcional a la corriente eléctrica al cuadrado, dividido por el área de superficie al cuadrado. La importancia clínica de esa ecuación es que, a medida que disminuye el área de superficie, aumenta exponencialmente la cantidad de calor creado. Un ejemplo de baja densidad de corriente en este estudio es el conector del ECG, que tiene un área de superficie grande (400 mm2) y, en consecuencia, genera un mínimo cambio térmico (2,4ºC).  Eso contrasta marcadamente con el electrodo para monitoreo nervioso de 27G, que tiene un área de superficie muy pequeña (< 0,1 mm2), lo que genera un gran aumento de temperatura (106ºC), dada una misma cantidad de corriente eléctrica. El conocimiento, por parte del cirujano, de cómo se combinan el área de superficie y la corriente eléctrica para crear el concepto de densidad de corriente dentro de un circuito electroquirúrgico, es crítico para un uso efectivo y seguro del electrobisturí.

Las implicaciones prácticas de este estudio se extienden tanto a los cirujanos como a los fabricantes de electrocirugía. Clínicamente, evitar una longitud excesiva de los cables electroquirúrgicos paralelos, es ideal. Eso puede realizarse colocando el generador de electrocirugía lo más cercano a la mesa de operaciones, en los casos en que estén presentes tanto el cable del lápiz del electrobisturí como el del instrumento electroquirúrgico laparoscópico. El acoplamiento de antena brinda una sólida explicación para las quemaduras previamente reportadas con el uso de electrodos para monitoreo nervioso [1], conectores de ECG [3-6], sondas de temperatura esofágica [2], sondas de temperatura cutánea [7] y monitores Doppler [8]. La simple maniobra de evitar la disposición paralela y la proximidad de los cables del electrodo activo (ATEA) y esos cables de monitoreo del paciente (AREI), moviendo el generador electroquirúrgico a una ubicación que brinde tanto separación como angulación, podría minimizar el acoplamiento de antena. Desde la perspectiva del fabricante, la ubicación de los puntos de inserción para los cables de los instrumentos laparoscópicos electroquirúrgicos y el cable del lápiz del electrobisturí, podría ser optimizada. Actualmente, la mayoría de los fabricantes ubican los puntos de inserción dentro de los 8 cm entre uno y otro, en el panel frontal del generador. Reubicando los 2 sitios de salida para los cables de electrocirugía en el generador, para aumentar su separación (por ej, colocándolos en lados opuestos del panel frontal o ubicando uno de ellos en un costado) podría minimizar el acoplamiento de antena.

La principal limitación de este estudio es que el efecto del acoplamiento de antena es más pronunciado en el modelo del banco de pruebas ex vivo, en comparación con el escenario de un adulto sometido a cirugía. La masa del paciente se acopla con el campo de radiación de energía de radiofrecuencia y disminuye la magnitud del acoplamiento de antena. Este concepto, de que el aumento de la masa del paciente disminuye el acoplamiento de antena, es reforzado por el hecho de que un gran número de casos reportados de quemaduras relacionadas con monitoreos ocurrió en infantes (una población con una mínima masa corporal) [3,5,8]. No obstante, aunque la magnitud del acoplamiento de antena podría ser menor en pacientes con grandes masas, también existen casos reportados de quemaduras relacionadas con monitoreo en adultos, sugiriendo que el fenómeno es clínicamente relevante en la cirugía de los pacientes adultos [1,2,4]. Otra limitación adicional de este estudio, es que se usó la técnica de activación abierta por aire de la ATEA. Eso no es clínicamente tan relevante como lo habría sido si se hubiera utilizado la técnica de fulguración o desecación. Sin embargo, la técnica de activación aérea abierta, permitió una reproductibilidad exacta de cada activación del electrodo activo. Y el principio global fundamental del hallazgo de que la energía de radiofrecuencia es capaz de acoplarse con los cables cercanos, o antena, sin contacto directo, no fue comprometido.

En resumen, el acoplamiento de antena es un fenómeno electroquirúrgico clínicamente relevante en el escenario común de las salas de operaciones. Los dispositivos de monitoreo del paciente usados rutinariamente actúan como antenas eléctricamente inactivas. El cirujano puede modificar fácilmente los factores que promueven el acoplamiento de antena. Acciones simples y prácticas para minimizar la magnitud del acoplamiento de antena incluyen angular, separar y minimizar la proximidad paralela de la ATEA y de la AREI y disminuir la potencia del generador. Las direcciones futuras de este trabajo incluyen: 1) examinar la energía de radiofrecuencia en las operaciones con un único puerto, en donde múltiples instrumentos muy cercanos entre sí corren paralelos, mientras el manojo de cables de electrocirugía y de la cámara se extienden fuera de la mesa de operaciones y 2) investigar la magnitud del acoplamiento de campo cercano de la radiofrecuencia con instrumentos conductivos grandes, en contacto con el paciente (por ej., instrumentos robóticos).

♦ Comentario y resumen objetivo: Dr. Rodolfo D. Altrudi