Los estadounidenses participan de una amplia variedad de actividades sexuales, que incluyen sexo oral, sexo anal y masturbación en pareja además del sexo vaginal, según la más grande y reciente encuesta de la conducta y la salud sexuales en EE. UU.

La encuesta también encontró que los adolescentes son mucho más responsables de lo que se piensa, ya que alrededor del 70 al 80 por ciento de ellos reportan haber usado condones en su última relación sexual.

"Encontramos una enorme diversidad en el repertorio sexual de los adultos de EE. UU. Raras veces participan en tan sólo un acto sexual cuando tienen relaciones sexuales", aseguró el jueves en una conferencia de prensa Debra Herbenick, científica investigadora y catedrática del departamento de ciencias aplicadas de la salud en la Universidad de Indiana, en Bloomington. "El coito vaginal sigue siendo el acto sexual más común, pero muchos eventos sexuales no conllevan coito. El significado de tener sexo puede variar mucho de una persona a otra".

Aunque la encuesta tomó en cuenta 41 conductas sexuales, es probable que los estadounidenses participen en más, ya que algunas conductas (como besarse) no se incluyeron en el cuestionario, apuntó Herbenick.

Herbenick fue la autora líder de uno de varios artículos que conforman la Encuesta nacional de salud y conducta sexuales, que aparece en octubre en una edición de suplemento de la revista The Journal of Sexual Medicine. La encuesta fue financiada por Church & Dwight Co. Inc., fabricante de los condones Trojan, y fue llevada a cabo por un equipo del Centro para la Promoción de la Salud Sexual de la Universidad de Indiana.

Mediante el uso de cuestionarios de Internet, los investigadores encuestaron a casi 6,000 adolescentes y adultos de 14 a 94 años de edad.

Algunos de los hallazgos incluyeron:

Por lo general, los hombres y las mujeres participan en más de un acto sexual durante un encuentro sexual en particular.

Mientras 85 por ciento de los hombres percibían que su pareja había llegado al orgasmo en el último encuentro sexual, apenas 64 por ciento de las mujeres dijeron que en realidad habían llegado al clímax. Los hombres eran más propensos a alcanzar el orgasmo con el coito vaginal, pero por lo general las mujeres necesitaban una variedad más amplia de actividades.

"No podemos evitar notar la brecha sexual entre el orgasmo masculino y el femenino. Los hombres tienen poca idea sobre si su pareja tiene un orgasmo, o tal vez reciben información errónea", apuntó Pepper Schwartz, profesora de sociología de la Universidad de Washington en Seattle, y miembro del Consejo Asesor de Salud Sexual de Trojan.

Los condones se usan en uno de cada cuatro actos de coito vaginal de las parejas casadas (en uno de cada tres entre los solteros), y los estadounidenses negros y de origen hispano los usan con más frecuencia. Los índices más bajos de uso de condones se observaron entre los adultos a partir de los 40.

Los adultos y adolescentes reportaron experiencias sexuales igual de placenteras independientemente de si el hombre usaba un condón o no. "Los condones de hoy día no son esos [más antiguos] con los que crecieron los estadounidenses", apuntó Michael Reece, profesor asociado de ciencias aplicadas de la salud de la Universidad de Indiana. "Necesitamos actualizar nuestros esfuerzos educativos".

Al contrario de la creencia popular, la mayoría de adolescentes no tiene relaciones sexuales con otra persona.

Por ejemplo, 40 por ciento de los chicos de 17 años reportaron coito vaginal en el año anterior, y apenas 27 por ciento había tenido sexo en los últimos tres meses.
Índices más o menos similares de hombres y mujeres (ocho y siete por ciento, respectivamente) se identificaron como homosexuales, lesbianas o bisexuales.

La encuesta también abordó el fenómeno de "amigos con beneficios", y encontró que el trece por ciento de los hombres y el once por ciento de las mujeres de 18 a 59 años reportaron haber tenido sexo con un amigo en su encuentro más reciente.

Casi treinta por ciento de las mujeres reportó dolor crónico y continuo asociado al sexo, una cifra mucho mayor que estimaciones previas, señaló Herbenick.

Herbenick afirmó que la información de la encuesta puede mejorar la salud sexual de los estadounidenses. "La atención de salud se podría aprovechar más si atendemos a la amplia variedad de formas en que la gente tiene sexo", apuntó.

Los participantes de la conferencia dijeron que Church & Dwight desempeñó un papel mínimo en la forma en que la encuesta se estructuró y llevó a cabo.

FUENTES: Sept. 30, 2010, teleconference with Pepper Schwartz, Ph.D., professor, sociology, University of Washington, Seattle; Michael Reece, Ph.D., associate professor, applied health science, Indiana University, Bloomington, and Debra Herbenick, Ph.D., research scientist and lecturer, department of applied health science, Indiana University, Bloomington; October 2010, The Journal of Sexual Medicine.