En las secuelas de la última Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), cuyas consecuencias se vieron primero en Valencia, pero ahora las inundaciones también impactaron en Barcelona plantearon una serie de riesgos para la salud pública, particularmente infecciones asociadas a la exposición prolongada a aguas estancadas.
El sitio Gaceta Médica contactó a la doctora María del Mar Tomás, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), quien advirtió de los principales peligros de infecciones que enfrentan los residentes y trabajadores en las zonas afectadas, más allá de que se hayan implantado medidas de prevención para disminuir los riesgos.
Las infecciones más probables son las causadas por las bacterias gastrointestinales y las más remotas, el cólera o el tifus. Con todo, la especialista hizo hincapié en la diferencia entre probabilidad y realidad. Por ello, recalcó la importancia de la vigilancia y la información rigurosa. Aquí, las principales.
1. Infecciones gastrointestinales por contaminación bacteriana
La contaminación del agua por el arrastre de aguas residuales y excremento es una consecuencia inmediata de las inundaciones. Estos residuos contienen bacterias como Escherichia coli, Campylobacter, Shigella y Salmonella, patógenos que pueden provocar infecciones gastrointestinales graves al contaminar agua y alimentos. Por ello, la especialista señaló la importancia de lavar las manos regularmente con agua y jabón, y desinfectar heridas expuestas al agua estancada. Añadió que es esencial que las personas eviten consumir alimentos que puedan haber estado en contacto con aguas contaminadas y recomendó la utilización de botas y mascarillas para tapar nariz y boca durante las tareas de limpieza, porque aunque no haya un “consumo” de esa agua, el contacto de las mucosas puede enfermar.
2. Infecciones de heridas
En ambientes inundados, incluso pequeñas heridas pueden ser puertas de entrada para bacterias presentes en el agua estancada. Esto es especialmente relevante en el caso de personas inmunodeprimidas o con lesiones abiertas, quienes enfrentan un riesgo mayor de desarrollar infecciones complejas. Patógenos comunes en estos casos incluyen bacterias como Staphylococcus aureus y Streptococcus pyogenes, las cuales pueden desencadenar infecciones graves si entran en contacto con tejidos dañados. La portavoz de SEIMC volvió a recomendar el uso de botas impermeables, guantes y ropa protectora para quienes limpian áreas afectadas. También se recomendó lavar las heridas con agua y jabón y desinfectarlas con productos adecuados.
3. Tétanos
Es una amenaza siempre presente en inundaciones debido al riesgo de exposición de heridas a esporas de Clostridium tetani, una bacteria que puede estar en el suelo. Esta enfermedad, aunque menos frecuente, puede ser grave, afectando el sistema nervioso de personas no vacunadas o con el esquema incompleto.
4. Enfermedades transmitidas por vectores: dengue
A medio plazo, las aguas estancadas representan un ambiente ideal para la proliferación de mosquitos, los cuales pueden actuar como vectores de enfermedades como el dengue. Aunque los casos de dengue autóctono en España son poco comunes, las condiciones creadas por las inundaciones aumentan el riesgo de brotes, especialmente si la situación de humedad y temperaturas cálidas persiste en las próximas semanas. De hecho, la especialista consultada señaló que ya hubo brotes de Dengue en Cataluña, aunque no muy potentes.
5. Leptospirosis
Es una infección bacteriana transmitida principalmente a través de la orina de animales infectados, como roedores, que pueden sobrevivir en condiciones húmedas. En el contexto de las inundaciones, esta enfermedad, aunque poco común, podría aparecer si las aguas estancadas son contaminadas con la bacteria Leptospira, que puede infectar a humanos por contacto con piel lesionada o mucosas. Además, hay que añadir que la imposibilidad actual de recoger los residuos y su consiguiente acumulación es un factor de riesgo muy importante para la aparición de estos roedores.
Por ello, la profesional sanitaria recomendó buscar una solución con la acumulación de residuos, porque puede ser un foco claro de infección. No obstante, Tomás reconoce que la situación es muy complicada y hay prioridades mayores que el transporte de los residuos, pero no se debe de dejar, ya que a medio plazo puede ser un riesgo importante.
6. Infecciones menos probables: hepatitis A, cólera y tifus
A largo plazo, aunque se consideran menos probables, otras infecciones como la hepatitis A, el cólera y el tifus podrían surgir en caso de una falta de control sanitario adecuado. La hepatitis A es una infección viral que se transmite por ingestión de alimentos o agua contaminados y podría afectar a las personas que no hayan sido vacunadas. Por otro lado, aunque tanto el cólera como el tifus están prácticamente erradicados en España, el riesgo de aparición de casos aislados aumenta si las condiciones sanitarias se deterioran. En cuanto a la prevención de estas enfermedades Tomás explica que el camino pasa por la vacunación para hepatitis A ya que es la medida preventiva efectiva, especialmente en poblaciones vulnerables. En cuanto a cólera y tifus, aunque el riesgo es muy bajo, es fundamental mantener una vigilancia activa y tomar medidas de desinfección y saneamiento en áreas afectadas.
*Fragmento de nota la nota “E.coli, dengue o tétanos: las infecciones más y menos probables en Valencia tras la DANA”, de Fernando Ruiz Sacristán.