Estudio en Argentina

El 60% de los niños hospitalizados por influenza tenía comorbilidades y solo el 30% estaba vacunado

El 60% de los niños hospitalizados por influenza tenía comorbilidades y solo el 30% estaba vacunado.

Fuente: IntraMed

 

Los datos de un estudio multicéntrico local realizado por 5 instituciones argentinas de referenciaen el marco de la pre y post pandemia mostraron que más del 60% de los niños hospitalizados a causa de la influenza tenían comorbilidades y apenas un 30% estaba vacunado contra la gripe a pesar de tener la indicación por ser grupos de riesgo. “Tenemos que seguir trabajando para instalar la importancia de la prevención porque los chicos se hospitalizan y mueren por influenza. La percepción de riesgo sobre el impacto de la influenza y otras enfermedades se pierde cuando hay otras urgencias pero de hecho, en pediatría, en los grupos con comorbilidades, tenemos más mortalidad por influenza que por virus sincicial respiratorio”, afirmó la doctora Angela Gentile, infectóloga pediatra, Jefa del Departamento de Epidemiología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, quien presentó estos datos durante el último Flu Forum, encuentro anual de actualización científica que reúne a los principales expertos del país.

La gripe es una infección respiratoria aguda causada por el virus de la influenza. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año en todo el mundo, unos mil millones de personas se infectan con este virus ocasionando de 3 a 5 millones de casos graves y entre 290.000 a 650.000 muertes. Si bien esta enfermedad puede afectar a cualquier persona, en los niños puede ser particularmente severa. El sistema inmunológico en los primeros años de vida se encuentra en desarrollo y los menores de 5 años (y especialmente los menores de 2 años) corren mayor riesgo de presentar complicaciones graves. Lo mismo sucede con aquellos que, independientemente de la edad, presentan ciertas afecciones crónicas. Según datos del Centro de Control de enfermedades de los Estados Unidos (CDC) durante la temporada de influenza 2022-2023, el 66% de los niños de entre 0 y 17 años de edad hospitalizados con influenza tenían al menos una afección subyacente como asma, enfermedades neurológicas, obesidad o inmunodepresión.

La vacunación antigripal anual previene millones de enfermedades y consultas al médico relacionadas con esta infección y es la mejor herramienta para reducir las complicaciones, hospitalizaciones, secuelas y muertes ocasionadas por el virus influenza, ayudando a proteger a las personas vulnerables y reduciendo su impacto en el sistema de salud. Durante las temporadas en las cuales los virus de la vacuna coinciden con los virus en circulación, se ha demostrado que reduce el riesgo de tener que consultar al médico por influenza entre un 40 y un 60%. La vacuna contra la influenza elaborada en líneas celulares es la mejor herramienta para mejorar la coincidencia entre el virus circulante y el contenido en la vacuna. “Sabemos que incluso en los casos en los que la vacunación no evita la enfermedad, la evidencia demuestra que reduce gravedad de la infección, haciendo más leve sus consecuencias, disminuyendo la mortalidad y el uso de recursos sanitarios”, explicó por su parte el doctor José Montes, médico infectólogo y director médico de CSL Seqirus para Argentina y Latinoamérica.

Por otra parte, los espacios escolares son ambientes que facilitan la propagación del virus y los niños se convierten en los principales transmisores entre sus convivientes que pueden incluir grupos vulnerables como ancianos o personas con condiciones de salud preexistentes. La vacunación antigripal pediátrica es una medida preventiva clave que no solo protege a los más jóvenes, sino que también contribuye y tiene un impacto significativo en la salud colectiva. Al prevenir la propagación del virus a otros miembros de la comunidad, reduce los casos, las consultas médicas, el ausentismo escolar y el riesgo de hospitalizaciones y muertes. Hay datos que indican que la vacunación de niños y adolescentes, de comunidades cerradas, pueden conferir protección no sólo a los vacunados sino también a los miembros del hogar no vacunados y a la comunidad (protección indirecta o de rebaño).

Desafíos de la vacunación en pediatría

Si bien los datos de cobertura de vacunación antigripal en pediatría muestran cierta mejora promedio de los últimos años, todavía son muchos los desafíos que se plantean como alcanzar la vacunación oportunamente o completar el esquema de dosis. “El dato de cobertura de vacunación antigripal en pediatría no marca la realidad del riesgo. Las últimas coberturas registradas son del 76% en primera dosis y 64% la segunda pero refieren a las dosis aplicadas en todo el año y no indican si se vacunó oportunamente antes que empiece a circular el virus de la influenza en los meses de marzo, abril o mayo. Los datos registrados en hospitalizaciones responden a que no estamos vacunando oportunamente”, indicó Gentile.  

La infectóloga también hizo hincapié en la necesidad de completar el esquema de dosis con un intervalo de 4 semanas en los niños que se inmunizan por primera vez contra la gripe, ya que los anticuerpos al virus de la influenza se desarrollan luego de dos semanas de la aplicación de la segunda dosis. “La cobertura es baja en la segunda dosis y completar este esquema inicial es un gran desafío”, indicó.  El dato es relevante si se tiene en cuenta que las respuestas de anticuerpos a las infecciones por influenza en la primera infancia se recordarán más adelante al exponerse a cepas virales antigénicamente distintas del mismo viruspor lo que es clave ese primer contacto con el virus de la gripe que debe ser con una vacuna y no con el virus salvaje, y con vacunas capaces de otorgar una importante “huella inmunológica” inicial para respuestas protectoras futuras contra una variedad de cepas de influenza estacionales y pandémicas.

Finalmente, surgen hoy nuevos planteos en torno a la vacunación pediátrica, cómo cuál debería ser el objetivo de la política de vacunación pediátrica: ¿disminuir la transmisión, la hospitalización o la mortalidad? “Según los datos del estudio multicéntrico, en los niños de entre 2 a 4 años, que si no tienen comorbilidades asociadas no tienen indicación por calendario, la hospitalización fue del 22 y el 18 por ciento en los años post pandémicos. El número no es nada despreciable y nos hace pensar en la importancia de seguir las recomendaciones internacionales de incorporar en calendario la vacunación hasta los 5 años de edad. Estos niños no solo transmiten, sino que se internan y tienen morbilidad. A título personal se pueden vacunar todos los chicos y adolescentes porque realmente es un beneficio para ellos”, explicó Gentile.

Quiénes deben vacunarse

Toda persona mayor de 6 meses puede recibir la vacuna antigripal según criterio de su médico tratante y el Calendario Nacional de Vacunación la incluye de forma obligatoria y gratuita para la población más vulnerable y con mayor riesgo de complicaciones, como son: mayores de 65 años, personal de salud, embarazadas (en cualquier trimestre de la gestación, para proteger a la madre y al bebe durante sus primeros meses), puérperas hasta 10 días posteriores al parto (sino la recibieron durante el embarazo), niños de 6 a 24 meses (2 dosis solo para aquellos que la reciban por primera vez) y personas que acrediten factores de riesgo como: obesidad, diabetes, enfermedades respiratorias, cardíacas, inmunodeficiencias congénitas o adquiridas, enfermedad oncohematológica, trasplante y/o personas con insuficiencia renal crónica en diálisis, entre otros.

Según el último informe del Boletín Epidemiológico Nacional, se registran en Argentina hasta el momento un total de 633.506 casos de enfermedad tipo influenza y 141 fallecimientos. En lo que va del año ya hubo más fallecidos que en todo el 2023 donde se registraron 106 muertes. Entre los hospitalizados se registran hasta la fecha 25 casos de influenza.