Todos sabemos que dormir bien por la noche es importante, pero cuando se trata de las variaciones diarias en la duración y la calidad del sueño, es posible que la mayoría de las personas no se den cuenta del impacto que tiene en la salud a largo plazo. Un nuevo estudio publicado en Nature Medicine, basado en datos de usuarios de Fitbit, arroja luz sobre cómo la duración, la calidad y la consistencia del sueño influyen en una amplia gama de resultados de salud.
Es el trabajo más grande de su tipo hasta la fecha y es una colaboración entre investigadores del Centro médico de la Universidad de Vanderbilt, el Programa de investigación All of Us de los NIH y Google. Esta publicación difiere de estudios del sueño anteriores, que a menudo son limitados en tamaño y alcance, y se basan en diarios de sueño autoinformados, breves períodos con monitores de movimiento o costosos estudios del sueño en laboratorios que cubren un corto período de tiempo. En cambio, el presente estudio se basó en casi 6,5 millones de noches de sueño de más de 6.700 usuarios de Fitbit que participaron en el programa de investigación All of Us recopiladas durante un promedio de 4,5 años de uso.
La investigación analiza las relaciones entre el sueño y todo el espectro de enfermedades humanas en lugar de centrarse en un conjunto limitado de resultados de salud. Aquí hay seis hallazgos clave de la investigación sobre cómo el sueño afecta la salud de las personas:
- Duración del sueño: Cada hora adicional de sueño se asoció con probabilidades significativamente menores de padecer afecciones como obesidad y apnea del sueño. Se descubrió que no sólo dormir muy poco, sino también dormir demasiado, está asociado con diversas afecciones.
- Etapas del sueño: El equilibrio entre el sueño REM, ligero y profundo que se muestra en los datos de Fitbit parece desempeñar un papel crucial en la salud del corazón y el bienestar mental.
- Sueño sin descanso: Los aumentos en la métrica de inquietud de Fitbit se relacionaron con mayores probabilidades de sufrir trastornos del sueño e hipotiroidismo.
- Irregularidad del sueño: Los patrones de sueño inconsistentes estaban relacionados con una amplia gama de problemas que involucraban a casi todos los sistemas. Las fuertes asociaciones con la irregularidad del sueño incluyeron presión arterial alta, obesidad, trastornos psiquiátricos (depresión, ansiedad, trastorno bipolar) y migraña.
- Diferencias demográficas: El estudio encontró diferencias significativas en la duración media del sueño entre los grupos demográficos. Por ejemplo, las mujeres tendían a dormir más que los hombres y los participantes blancos dormían más que los negros. Esto destaca la necesidad de considerar factores individuales y posibles disparidades en la salud al investigar y promover la salud del sueño.
- Papel en el estilo de vida: El trabajo encontró que factores del estilo de vida como fumar y consumir alcohol se asociaban con diferencias en la duración del sueño. Esto subraya la interconexión de los comportamientos de salud y la importancia de abordar múltiples factores del estilo de vida para mejorar el sueño y el bienestar general.
El estudio también ofreció una visión particularmente interesante sobre cuándo duerme la mayoría de las personas. Los participantes normalmente se dormían alrededor de las 11:10 p. m. y dormían aproximadamente 6,7 horas durante su período principal de sueño del día. Incluso hay bastantes personas que tienden a tomar una siesta por la tarde, alrededor de las 2:30.
Si bien este trabajo no pretende sugerir que los datos de sueño de Fitbit sean una herramienta clínica, creemos que algunos de estos conocimientos mostrarán a los investigadores los beneficios de utilizar monitores de sueño y dispositivos portátiles rentables para estudiar cómo los cambios en los patrones de sueño a lo largo del tiempo podrían afectar la salud de poblaciones a gran escala.