Drama en Salta

El juego suicida que mató a cuatro chicos

Se ahorcaron en una desafiante prueba; tres iban al mismo colegio.

Carlos F. Pastrana

SALTA.- El estupor y el dolor se adueñaron de Rosario de la Frontera, situada 176 kilómetros al sur de esta capital. Sus 30.000 habitantes están conmovidos por las muertes de cuatro adolescentes, tres de ellas ocurridas entre el 5 y el 10 de este mes, y la restante, en abril.

Según las primeras investigaciones policiales, la causa de las muertes habría sido un juego suicida denominado "ahorcado", "seis nudos" o shocking game . La participación había sido convocada por Internet y la práctica, que persigue llegar a un éxtasis por asfixia, terminó trágicamente cuando los chicos, de 13 y 14 años, se ahorcaron con una bufanda o corbata azul, en hechos ocurridos en distintos días.

Tres de los chicos iban al mismo colegio. Uno se filmó con su teléfono celular cuando practicaba el shocking game , por lo que el trágico final quedó grabado. El material fue incorporado a la investigación policial.

El juego, al parecer, consiste en apostar al riesgo y poder evitar la muerte por asfixia. Hay que hacer seis nudos que se desarman al colgarse y queda la marca pero, si falla ese intento, lo que se encuentra es la muerte.

Los hechos trágicos comenzaron a acumularse desde el 7 de abril pasado, cuando murió una niña de 14 años. En tanto, la seguidilla que alarmó a los salteños tuvo lugar entre el 5 y el 10 de este mes. Primero, una niña de 13 años se suicidó; cuatro días después se mató un chico de 14 y, 24 horas más tarde, se quitó la vida una adolescente, también de 14 años.

El Ministerio de Salud Pública provincial dispuso conformar un comité de emergencia para trabajar con todos los sectores y prevenir eventuales nuevos hechos fatales.

El dolor y el estupor movilizaron a los 30.000 habitantes de Rosario de la Frontera. La semana pasada hubo una multitudinaria marcha, en la que los vecinos dejaron evidenciado su profundo temor.

"Estamos muy asustados", "no sabemos a qué se debe todo esto", "quienes tenemos hijos adolescentes vivimos una gran angustia", fueron las frases más escuchadas durante la marcha. Hay una preocupación generalizada ante la eventualidad de que, por imitación, puedan ocurrir más muertes de chicos en esas circunstancias.

El comisario Ariel Escalante, jefe de la seccional policial de Rosario de la Frontera, dijo a la agencia de noticias DyN que "si bien el suicidio está contemplado en el Código Penal, no es un delito, porque es la persona la que acciona contra sí misma" y aclaró que "por disposición judicial, se investiga si existió algún tipo de inducción al suicidio, ya sea por este tipo de juego o por cualquier otra circunstancia".

Escalante informó que, como parte de la investigación, se secuestrarán teléfonos y computadoras para determinar si existieron cadenas de mensajes que puedan asociarse con esa actitud.

También sostuvo que se tomó declaración a los familiares, compañeros y amigos de las víctimas. "Aún así no hemos podido recoger elementos contundentes para explicar esta conducta", dijo el policía.

Tres de los suicidas eran alumnos de la Escuela de Comercio Nº 5009 Nuestra Señora del Rosario. La vicedirectora de ese establecimiento, Mariana Soloaga, dijo a LA NACION: "Toda la comunidad está golpeada" y relató que los tres alumnos ahora fallecidos tenían buenas notas y muchos amigos en la institución.

La secretaria de Salud Mental, Claudia Román Rú, se instaló en Rosario de la Frontera para coordinar las acciones para prevenir eventuales nuevos hechos. Comentó que hay varias líneas de trabajo para investigar el origen, dar contención a las familias de las victimas y a los adolescentes en riesgo, y para atender las disfunciones dentro de los hogares.

Las tareas del comité de crisis ya tuvieron resultados positivos, pues se evitaron dos casos que hubieran derivado en un suicidio, entre el viernes y el sábado últimos.

Uno de los casos tuvo lugar en un barrio donde un joven de 18 años ya estaba colgado y fue descubierto por un amigo que cortó la cuerda.

Además, una niña de ocho años fue sorprendida cuando se estaba cortando con una hoja de afeitar desde la muñeca hacia arriba del brazo, tras lo cual fue internada en terapia intensiva.

Román Ru admitió el posible vínculo de un juego virtual en la actitud mortal adoptada por los jóvenes. Reconoció que "la participación en Internet es una realidad, un contexto natural en el que se mueven los jóvenes para comunicarse".

"En esa zona, tan rica en cuanto a la producción agropecuaria, existe una brecha muy importante que puede llevar a situaciones de exclusión", opinó, y acotó: "Esta exclusión no sólo puede darse desde la pobreza, sino que tiene que ver con la falta de incentivos o posibilidades hacia el futuro".

Román Rú reconoció la necesidad de conformar redes sociales con políticas de inclusión, que es lo que a su juicio los jóvenes demandan en este momento.

La familia, la clave
El vicario de la parroquia del Rosario, Roberto Yapura, afirmó que existe una falta de contención familiar y que los chicos no son escuchados.

"Esto influye en su ánimo y tampoco recurren a la ayuda de Dios en situaciones de profunda tristeza", dijo Yapura.

El sacerdote recordó que, en abril pasado, cuando se registró el primer suicidio, estuvo en el aula de la adolescente hablando con sus compañeros, pero, lamentablemente, una de ellas la imitó la semana pasada. Yapura también alertó sobre los efectos negativos de la difusión de los suicidios en Rosario de la Frontera.

Un profesional de la zona, que pidió reserva de su identidad, confirmó que hay mucho descuido por parte de los padres que no ponen límites a sus hijos.

"Además de salir a trabajar, suelen irse a bailar en forma separada. Se afectan los vínculos familiares. A todo esto hay que sumarle los problemas económicos y la desocupación", dijo el profesional.

Semanas atrás se hicieron talleres en el interior de Salta para jóvenes donde se habló sobre la violencia. Allí los asistentes pidieron espacios de inclusión y se quejaron porque entienden que sólo son escuchados cuando producen hechos de violencia y desorden para atraer la atención de la sociedad.

La Nación


Ola de extrañas muertes de adolescentes en Salta

Se habla de suicidios y de un juego mortal en la Web. La semana pasada murieron tres chicos de 13 a 14 años. Y anteayer hubo dos intentos de suicidios. En lo que va del año aparecieron 7 chicos ahorcados. La Policía no descarta que haya un instigador.

Por Jesus Rodríguez / Rosario de la Frontera. Enviado

El presunto suicidio de dos nenas de 13 y 14 años, alumnas de la misma escuela, y el de un chico de 14, todos ocurridos con pocos días de diferencia en la ciudad de Rosario de la Frontera (170 kilómetros al sur de la capital salteña), sembró el pánico entre los 30 mil habitantes de este pueblo habitualmente tranquilo de clase media. En lo que va del año los casos ya son siete, y la Justicia investiga si están relacionados con un macabro juego que se difunde por Internet.

A estos tres casos recientes se les suman otros dos intentos de suicidio que ocurrieron el lunes a la noche y trascendieron ayer, aunque sin que se dieran más detalles para preservar a las dos familias. Sin embargo, una alta fuente del Hospital Melchora Figueroa de Cornejo confió a Clarín que estos dos chicos, de 13 y 17 años, no son estudiantes y viven en la periferia de la ciudad.

Ante la incertidumbre y falta de respuestas de las autoridades, 3 mil personas salieron a la calle el viernes pasado para pedir que el Ejecutivo local se involucre en el tema. Ese mismo día, el gobernador Juan Manuel Urtubey ordenó que se forme un Comité de Crisis, para lo cual hizo viajar al ministro de Educación, Leopoldo van Cauwlaert, que mantuvo una reunión con directivos, docentes y padres de alumnos de la Escuela de Comercio 5009, donde estudiaban las jóvenes que se habrían quitado la vida.

Una de las chicas muertas, Fiorella (14), apareció ahorcada en una cama cucheta con una soga que le pidió a su padre, que trabaja en una ferretería. De los otros casos, sólo se sabe Lucía (13) se habría ahorcado con una corbata y que Mario (14) habría utilizado una piola.
El juez Mario Dilascio, con asiento en la cercana ciudad de Metán, unificó ayer los siete casos. Además, secuestró los chips de varios celulares de las víctimas y de algunos compañeros. En un mensaje de texto hay un chico (no se sabe si es alguien que se suicidó) que se pregunta para qué vivir. Y en un mensaje de voz que recibió la madre de una nena de 10 años, le exigían a la chica que se suicide con fuertes amenazas. “Lo que no descartamos es que alguien que conoce a los chicos esté incitando al suicidio. Esto lo vamos a saber cuado salgan las listas de llamadas”, sostuvo el comisario Ariel Escalante.

Por ahora, los investigadores y las autoridades del Comité de Crisis no coinciden acerca de los motivos que habrían llevado a los chicos a quitarse la vida. “Por ahora no hay indicios que nos permita relacionar estos suicidios con juegos que circulan por Internet”, dijo Escalante. Sin embargo, la secretaría de Salud Mental y Abordaje Integral de los Adicciones de la provincia, Claudia Román Rú, relacionó directamente esta situación con el juego “choking game”, que “de 1995 en adelante provocó el suicidio de un centenar de chicos en los EE.UU., y luego se expandió por Canadá, Perú y ahora aparentemente ya está aquí”.

El “choking game” o juego de la asfixia consiste en atarse algo al cuello para restringir la llegada de oxígeno al cerebro en búsqueda de una supuesta sensación placentera. Frente a la Escuela 5009, una de las alumnas explica que “el juego es el de ‘los siete nudos’. En Internet te van diciendo los pasos para hacer el nudo en el cuello con una corbata, bufanda o soga. Te tirás y tenés que caer parado con el nudo desatado. Si hacés mal el nudo, sonaste”.

En su despacho, María Luisa León, directora de la escuela, no sale de su asombro. “Esto me aterra. Es como si estuviera dentro de una película de terror”, sostiene. “Mire”, dice, y señala un banco con un escrito. En la parte superior se lee, en mayúsculas: “Fio. Te extrañamos mucho... Pendex. Peki – Eli – Maki – Ceci”. León cuenta que “este banco era de una alumna que se suicidó en el 7 de abril”. Maki es Macarena, que apareció ahorcada el jueves pasado (ver “Miré por la ventana...”).

El Comité de Crisis de Rosario de la Frontera –pueblo tranquilo, cuna de la soja, y uno de los principales destinos turísticos de Salta por sus aguas termales– que está integrado por la Iglesia, el Poder Judicial, representantes de los ministerios de Salud y Educación, directivos de escuelas y padres de alumnos. Ayer comenzaron las reuniones.

Conmoción en Rosario de la Frontera
“Miré por la ventana y estaba colgada de la puerta del baño”

Su hija tenía 14 años. Asegura que en su casa no había problemas familiares.

Los ojos de Ariel (33) lo dicen todo. Su hija Macarena apareció ahorcada el jueves pasado, entre las 17.30 y las 18, luego de trabar una bufanda sobre parte superior de la puerta del baño de su casa, en el barrio 126 viviendas. Tenía 14 años.

Ariel es empleado municipal. Por las noches, mozo. Además toca la timbaleta en un conjunto de música tropical. Sandra, su esposa, trabaja en una confitería céntrica de Rosario de la Frontera. Está destrozada: lleva una foto de su hija en la mano y llora. “Hay que dejarla que descanse en paz”, advierte. A Sandra las compañeritas de su hija le contaron que Macarena había dicho que se iba a matar.

Ariel confiesa: “No podemos seguir viviendo en esta casa. Cuando entro al baño, veo a mi hija muerta”. La familia se instaló en el barrio hace tres meses. Todos estaban contentos por la nueva casa. “Era todo alegría”, dice Ariel. Su esposa lo interrumpe: “No es verdad lo que dicen los medios. Nosotros nunca tuvimos problemas con nuestra hija”.

Ariel recuerda que la tarde de la muerte de su hija los tres durmieron la siesta (la otra nena estaba en la escuela). Antes de las 17, se levantó Sandra y se fue a trabajar. Ariel, que tenía que ir a buscar un pie de platillo para su timbaleta, despertó a Macarena y le dijo si quería tomar mate cocido con él. La nena le dijo que no. “Porque a vos te gusta tomarlo muy caliente”, alegó. El le respondió: “Vamos a tomarlo como a vos te gusta”.
Ariel puso a calentar el agua. Le pidió a Macarena que lo ayude a cambiar una lamparita de la pieza de ella. Ariel la subió a sus hombros, pero ni así la nena llegó a tocar la bombita. Buscaron una silla y lo lograron.

Luego se sentaron a tomar la merienda. Cinco minutos después, Ariel se levantó y salió a buscar el pie del platillo. “Le pedí que dejara la puerta del frente trabada, pero sólo con media vuelta de llave, por las dudas”, recuerda.

Ariel no demoró más de 25 minutos. Cuando llegó a la casa, vio en la puerta a su hija menor. “Macarena, siempre que llega el transporte escolar con su hermana, abre la puerta. Golpeé y nada. Fui por el ventanal del comedor, fui por las ventanas de los dos dormitorios y nada. Mi otra hija me dice que la luz del baño estaba encendida. Di la vuelta, me trepé en la pileta del lavadero, cuando miré por la ventanita, la vi colgada de la puerta del baño. Corrí a la puerta del frente y empecé a patearla porque no la podía abrir. Pegaba gritos y todo el vecindario llegó. La rompí y cuando entré al baño ella estaba blandita. Un cabo de la Policía que es vecino le hizo los primeros auxilios, pero ya estaba muerta”.

Clarin.com