Instituto Nacional de la Comunicación Humana

La sordera, un mundo extraño entre el silencio y la mudez

En México es frecuente, sobre todo en poblaciones conformadas por personas de una misma familia o linaje que se relacionen entre sí.

Autor/a: Fernando Guzman

Fuente: Gaceta UNAM

La sordera en México es un problema frecuente, sobre todo en las entidades donde hay poblaciones endogámicas, esto es, conformadas por personas de una misma familia o linaje que se relacionan entre sí, lo cual incrementa la posibilidad de tener hijos con enfermedades genéticas o malformaciones.

"El Instituto Nacional de la Comunicación Humana, ahora parte del Instituto Nacional de Rehabilitación, ha realizado distintas campañas de detección en poblaciones de Morelos, Guerrero, Michoacán, Guanajuato, Oaxaca, etcétera. En ellas ha habido una gran cantidad de problemas de sordera y, por lo tanto, de lenguaje". dice Irma Zarco Padrón de Coronado, investigadora del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina.

Los diferentes grados

Nacer absolutamente sordo es estar condenado a ser sordomudo, porque al no oír no se puede aprender el lenguaje hablado. Los seres humanos necesitamos escuchar para reproducir el habla y comunicarnos.

Hay diferentes grados de sordera. Quien tiene hipoacusia leve puede escuchar algo y aprender a hablar. Pero los sordos profundos definitivamente son sordomudos. ¿Ahora bien, cómo saber si un recién nacido o un bebé es sordo?

"Desde las primeras horas de vida es posible observar las respuestas reflejas de los recién nacidos a los sonidos. El registro de las emisiones otoacústicas y la timpanografía en recién nacidos de madres sin control gestacional le premitieron a Consuelo Martínez reportar en su tesis de maestría 18.18 por ciento de fallas en la transmisión de señales desde la cónclea. Éstas deben ser corroboradas en los primeros meses de vida con el registro de los campos eléctricos generados en las vías nerviosas auditivas cuando son activadas por un sonido". explica Zarco.

Desafortunadamente, el registro de las emisiones otoacústicas mediante el conducto auditivo externo no es un estudio de rutina para detectar sordera en recién nacidos en los hospitales del país.

Los sordomudos no pueden comunicarse de manera oral, pero sí hacerlo mediante el lenguaje de señas e, incluso, aprender la lectoescritura y realizarlo por escrito.

Lenguaje de señas

el lenguaje de señas, que algunos no aceptan como tal tiene reglas gramaticales propias y, cuando se le enseña a los niños, llena el espacio de comunicación entre padres e hijos sordo, y a muchos les permite estar informados cuando es utilizado en la transmisión de noticias por televisión.

Por ello, recalcó, se requiere habilitar a quienes son sordos profundos de nacimiento o rehabilitar lo más pronto posible a quienes perdieron la capacidad auditiva luego de la adquisición del lenguaje, debido a patologías locales o del sistema nervioso.

Respecto a la lectoescritura, en México no hay muchas escuelas especializadas para sordomudos, de modo que casi siempre éstos tienen que integrarse a colegios normales en condiciones desventajosas.

"Si un individuo sordo no tiene una lesión que le afecte la visión, puede aprender a escribir y leer normalmente. Es más, parece que los niños chinos que son sordos pueden dominar más rápido la lectoescritura logográfica que los normo oyentes", comenta Zarco.

Situación del País
La cifra y los porcentajes corresponden al año 2000
281, 793 Población total de sordos
41.40% Sin nivel de instrucción
28. 70% Primaria incompleta
14.30% Primaria completa
2.10% Secundaria incompleta
5.90% Secundaria completa
4.40% Nivel medio superior
3.20%Nivel superior y posgrado
Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Geografía

 

Mecanismos neurobiológicos

Con el propósito de conocer los mecanismos neurológicos involucrados en la sordomudez y el lenguaje hablado, la investigadora universitaria se ha dedicado a estudiar las vocalizaciones de cobayos (o conejillos de indias, roedores originarios de Ámerica del Sur) recién nacidos.

"Los cobayos tienen un lenguaje "muy florido": son capaces de emitir una gran variedad de vocalizaciones, las cuales pueden servir de modelos de lenguaje en diferentes edades y condiciones: e púberes, entre macho y hembra, entre dos machos, entre machos que se agreden, etcétera", apunta.

Zarco eligió los cobayos recién nacidos porque, a pesar de que son precoces, emiten unos sonidos llamados vocalizaciones de aislamiento o de estrés de separación cuando se ven alejados de la madre.

Diferentes vocalizaciones

Se ha observado que cuando a un cobayo recién nacido se le genera sordera por medio de una cirugía, sus emisiones vocálicas son más frecuentes, intensa y arrítmicas (tesis doctoral del médico veterinario zootecnista Emilio Arch Tirado).

También se ha visto que la ingestión de chile las aumenta y, en cambio, el alcohol las reduce y las vuelve vacilantes, mientras que la hipoglucemia las prolonga hasta hacerlas parecer débiles lamentos.

Con la colaboración de Diego López Cámara, Zarco ha propuesto una clasificación de los diferentes tipos de vocalizaciones de aislamiento emitidas por cobayos de una semana de edad.

"Para realizar este trabajo nos hemos valido, previa grabación de las vocalizaciones, de un software que permite la digitalización y el análisis de los componentes de aquéllas en la computaora".

Como parte de esta fase del estudio se caracterizaron los formantes (zonas de concentración de energía) de unas 15 mil vocalizaciones. Por el análisis de conglomerados resultaron propuestos 13 diferentes tipos de vocalizaciones con frecuencias de 577 hasta cuatro mil 131 hetz (la vocalización registrada más veces tenía un valor medio de mil 220 hertz, y 77.53 por ciento de ellas estuvo por debajo de los mil 700 hertz).

Aunque parecen pocos tipos de vocalizaciones, hay que tomar en cuenta que los cobayos poseen un cerebro bastante pequeño (de delfines recién nacidos, que tienen un cerebro miles de veces más grande, B. McCowan y D. Reiss han descrito 128 vocalizaciones).

"Las frecuencias relativamente bajas de las vocalizaciones de los cobayos corresponden a las de animales que en la naturaleza viven en cavernas", dice la investigadora.

Por otra parte, Zarco Padrón de Coronado trata de establecer cómo se correlacionan los difernetes tipos de vocalizaciones de cobayos recién nacidos y ciertas áreas de su sistema nervioso que participan tanto en la transmisión de señales auditivas como en la integración de las mismas para generar vocalizaciones.

Con ese objetivo, y en colaboración con el estudiante de licenciatura Adán Pérez Arredondo, les ha causado a unos ejemplares lesiones en áreas cerebrales relacionadas con el sistema auditivo, como los tubérculos cuadrigéminos inferiores, o en diferentes zonas de la corteza cerebral (están pendientes otras lesiones y estimulaciones químicas o eléctricas en los sitemas del control motor de las emisiones vocálicas).

"Cada tipo de vocalización tiene un rango de frecuencia. Cuando ocasionamos una lesión en el cerebro de un cobayo podemos ver en qué formas se modifican las vocalizaciones. Aún estamos tratando de determinar cuáles se afectan con cada lesión", refiere.

Hasta ahora, la científica universitaria ha trabajado con cobayos recién nacidos, y tiene la expectativa de hacer el seguimiento de estos animales también durante su pubertad y madurez, con el propósito de ver qué otras vocalizaciones emiten durante estas etapas de su vida.

Aplicaciones en seres humanos

Cuando una persona está incapacitada para oír y hablar, su calidad de vida se ve afectada fuertemente, porque la incomunicación oral trae aislamiento social y marginación.

Los resultados del estudio de Zarco podrían aplicarse en un futuro cercano en recién nacidos o bebés bajo sospecha de ser sordos; y aprovecharse para adecuar o mejorar las técnicas de habilitación de sordomudos y las de rehabilitación de quienes presentan sordera posteror a la adquisisción del lenguaje o a la pérdida de capacidad de producir o comprender lenguaje (afasia), como consecuencia de algún traumatismo o padecimiento a nivel cerebral.

"Obviamente los cobayos no son modelos exactos de nuestros recursos cerebrales; sin embargo, al estudiarlos podemos ir entendiendo paso a paso los precesos de la patología humana del elnguaje", concluye Zarco.