Según evidencian los resultados de un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad del Sur de Florida (Estados Unidos) y publicado en el último número de la revista Neurology (2009; 72:1741-1746), las personas mayores que están más delgadas o están perdiendo peso rápidamente tienen un mayor riesgo de desarrollar demencia, muy especialmente en aquellos casos que tenían sobrepeso u eran obesas.
Para realizar el estudio, los investigadores evaluaron en el estado de Washington a 1.836 estadounidenses de ascendencia japonesa durante ocho años, período durante el cual hasta 129 participantes desarrollaron demencia. La media de edad de los participantes se estableció en 71,8 años
Los resultados mostraron que las personas con los índices de masa corporal (IMC) más bajos al inicio del estudio eran un 79% más propensas a desarrollar demencia que aquellas con IMC superiores.
De la misma manera, los participantes que perdieron peso rápidamente a lo largo del estudio fueron casi tres veces más propensos a desarrollar demencia que los que perdieron peso de forma más lenta con el paso del tiempo. Un efecto que, además, era más pronunciado en aquellos que tenían sobrepeso u obesidad al inicio del estudio.
Los resultados se mantuvieron una vez llevado a cabo el pertinente ajuste con otros factores de riesgo, caso del tabaquismo, el ejercicio y el género.
En palabras de la Dra. Tiffany Hughes, investigadora principal del estudio, “nuestros descubrimientos sugieren que la pérdida de peso rápida en los mayores podría ser un signo precoz de demencia. Esto no significa que estar obeso o tener sobrepeso sea sano para la mente o el cuerpo, pero la pérdida de peso podría ser un signo de la aparición de la enfermedad cerebral”.
De hecho, concluye la Dra. Hughes, “se ha demostrado que la demencia se desarrolla en el cerebro décadas antes de que aparezcan los síntomas. Nuestros descubrimientos podrían reflejar ese proceso. En la mediana edad la obesidad podría ser un factor de riesgo de la demencia mientras que el descenso del peso en la edad avanzada podría considerarse uno de los primeros cambios de la enfermedad que se producen antes de que finalmente afecte a la memoria de la persona”.
Publicado en "Neurology"
Los ancianos delgados presenta un mayor riesgo de demencia
El riesgo también es superior en aquellos que pierden peso rápidamente.
Fuente: Neurology (2009; 72:1741-1746)