En los hospitales públicos

El doble de las cesáreas de las que sugiere la OMS

Se debe a que las mujeres prefieren "planificar" el parto y a la maternidad tardía.

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Por: Gisele Sousa Dias

Hay quienes condenan a las mujeres que, sin indicación médica por embarazos de riesgo, piden dar a luz mediante una cesárea. Y hay quienes las defienden porque entienden que lo piden no sólo por comodidad sino por seguridad. Más allá de los dilemas, lo concreto es que en los hospitales públicos se hacen el doble de las cesáreas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud, y en los privados se hacen hasta cuatro veces más. Los obstetras dicen que van en aumento porque muchas mujeres no quieren ir a parto vaginal para evitar las consecuencias sobre su aparato genital o, más que nada las grandes, buscan programar partos seguros. Sostienen que es un mito que los médicos indiquen cesáreas innecesarias para cobrar más. Y que, en todo caso, muchos lo hacen para evitar juicios.

Según un estudio mundial de la OMS, un 29% de los nacimientos en hospitales públicos y un 44% de los nacimientos en las clínicas privados son por cesárea. An Argentina, en las privadas esa cifra sube a un promedio de 60%. Los números superan una recomedación de la OMS que indica que no debería ser mayor al 15%. En la Ciudad pasa lo mismo: en 2008, el 25% de los nacimientos en hospitales públicos fueron por cesárea. "La diferencia se debe a que en el hospital público la mujer entra por guardia y se espera el tiempo que sea hasta el momento del parto. El sistema privado es personalizado y no todos los médicos esperan 10 horas", dice Alberto Fernández, médico de la sección de Medicina materno fetal del CEMIC. El aumento de la cantidad de cesáreas en el país es evidente: hace 33 años en el Servicio de Obstetricia del Hospital Italiano un 11% de los nacimientos fueron por cesárea. Hoy treparon a un 50%.

Mario Sebastiani, médico del Hospital Italiano y miembro de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología dice que la recomendación de la OMS se hizo hace 30 años y no tiene rigurosidad. Y acá empieza el debate: ¿Hay o no hay un exceso de cesáreas? Sebastiani asegura que hoy el 15% de las mujeres piden una cesárea: "Son mujeres que quieren tener un evento programado porque no sienten la necesidad de que su hijo pase por su pelvis. Hay quienes respetan su autonomía y otros que creen que deben necesariamente parir por vía vaginal, una descalificación inadmisible. Ellas lo hacen por autonomía, por comodidad y por seguridad. Muchas mujeres tienen hijos cuando son más grandes y deben pasar por procedimientos de fertilización que son costosos en lo emocional y en lo económico. Atravesaron tanto que lo que buscan es un parto seguro".

Mirta Merino, asesora obstétrica de la ONG "Dando a luz" tiene otra postura: "Hay una cultura de que lo rápido y fácil es mejor. Las mujeres que piden una cesárea no saben que es una cirugía mayor que tiene más riesgos de mortalidad que un parto normal", dice. "Lo piden por miedo al dolor o porque no quieren que los genitales sufran las consecuencias de un parto vaginal. Pretenden parir sin poner el cuerpo".

Sebastiani dice que también hay más cesáreas porque hay más indicación: "Está demostrado que es más seguro en embarazos múltiples, en bebés de muy bajo o muy alto peso y en mujeres que ya tuvieron otras cesáreas".

Fernández suma razones: "Muchos médicos lo hacen para evitar represalias legales. Terminan practicando la medicina defensiva porque ante un juicio por mala praxis es más difícil argumentar que se tuvo que usar fórceps que si se tuvo que operar. Las cesáreas van a aumentar porque el obstetra trabaja con la espada de Damocles en la cabeza: lo que salga mal se traduce en una acción legal contra él".

Y el tema lleva a una creencia generalizada: que los médicos indican cesáreas innecesarias porque cobran más dinero: "El profesional cobra por nacimiento", aclara Sebastiani. "El rendimiento no es en dinero sino en tiempo. Un parto normal sin complicaciones puede durar unas 8 horas y una cesárea se hace en dos", dice Merino.

Un debate que no admite una mirada única y que por eso, seguirá sumando voces a favor y en contra.