Eficacia y factores pronósticos

Tratamiento de moluscos contagiosos con curetaje

Evaluación prospectiva del curetaje terapéutico.

Autor/a: Dres. T. Simonart y V. De Maertelaer.

Fuente: British Journal of Dermatology, 159, 2008, pág 1144-1147

El molusco contagioso (MC) es una infección viral de los queratinocitos epidérmicos.  Se presenta más frecuentemente en niños como pápulas pequeñas, color piel, bien delimitadas, de 2-4 mm.  En personas inmunocompetentes, estas lesiones resuelven espontáneamente, por lo que el tratamiento conservador es el más aceptado por los médicos.  Sin embargo, las lesiones se resuelven en 6-18 meses.  Por lo que se intentan tratamientos variados para esta enfermedad.  Una de las terapias más comúnmente usadas es la remoción con cureta afilada. 

En un ensayo prospectivo reciente, el curetaje fue más efectivo que otras terapéuticas como la cantaridina, combinación de ácido salicílico y ácido láctico, o imiquimod, con menores efectos adversos.  No obstante, el curetaje puede asociarse con cicatrices y no es bien tolerado por los niños si hay que realizarlo en forma repetida por el miedo y dolor que les causa.

Este estudio evalúa de manera prospectiva la eficacia del curetaje en el tratamiento del molusco contagioso e identifica los factores de riesgo asociados con la falla del tratamiento.

Se reclutaron 102 pacientes desde enero del 2006 hasta julio del 2007 con diagnóstico clínico de MC.  Se excluyeron los pacientes con historia de tratamiento previo para MC (n=9), miedo excesivo previo al procedimiento (n=2) o durante el procedimiento (n=4). 

Los pacientes con más de 50 lesiones no se trataban en una sesión (n=4) o se trataban con otro tratamiento (n=6) también eran excluidos.  Los pacientes con lesiones perianales (n=2) o con lesiones en párpados (n=2) tampoco se consideraban para curetaje.  Por lo tanto, se incluyeron 73 pacientes. 

Se recolectaron los siguientes datos en la primera visita, edad, sexo, nivel educacional de los padres, número de niños en el hogar, número de niños con MC en el hogar, número y localización anatómica de lesiones de MC, asociación con dermatitis atópica, uso preferencial de ducha o baño, historia de inmunosupresión. 

Se realizaba test de HIV a pacientes  mayores de 18 años. 

Se cureteaban las lesiones los días 0 y 28, si era necesario. 

Se evaluaban el número de lesiones y su localización anatómica los días 0, 28 y 56 por el mismo observador.

Para el análisis se categorizaba a las lesiones de la siguiente manera: cara (incluyendo cuello y cuero cabelludo), tronco, axilas, brazos, piernas e ingle (incluyendo área genital). 

También se evaluaba el tamaño de la lesión más grande en cada individuo.  Se los instruía a los pacientes para no concurrir a piletas de natación y a no compartir esponjas de baño ni toallas.

La mayoría de los pacientes eran niños.  La edad media era de 6 años. 

La duración media de las lesiones de MC previo al tratamiento era de 3 meses. 

No hubo diferencias significativas entre pacientes femeninos y masculinos. 

Aproximadamente dos tercios (50/73) de los pacientes tenían lesiones en más de una región anatómica.  Las lesiones ubicadas en tronco fueron las más comunes, 54 pacientes (74%).  Existía una relación entre la localización anatómica de las lesiones y la edad de los pacientes, siendo las lesiones faciales más frecuentes en pacientes mayores de 18 años.  Dieciocho pacientes (25%) presentaban dermatitis atópica asociada.  Los pacientes con dermatitis atópica (18) presentaban más lesiones que los pacientes sin dermatitis atópica (n=55).  Un paciente fue HIV positivo.  Ningún paciente estaba recibiendo terapia sistémica inmunosupresora.

La mayoría de los pacientes (42/64, 66%) no se curaron con una sóla sesión.

La proporción de pacientes que no se curó luego de 2 sesiones de curetaje fue alta (25/55, 45%).  Existió una fuerte relación entre el número de lesiones el día 0 y el riesgo de falla del tratamiento.  Más del 80% de los pacientes con más de 10 lesiones de MC presentaban recaída 1 mes posterior a la primera sesión de curetaje.  Otros factores de riesgo de recaída eran el número de sitios anatómicos involucrados, la presencia de dermatitis atópica asociada, y el tamaño de la lesión mayor.

Los parámetros de edad, nivel educacional, sexo y número de niños en el hogar no influyeron en el riesgo de recaída.  No hubo correlación entre el riesgo de recaída de MC y la estación del año.

El curetaje se usa comúnmente para el tratamiento de MC pero se asocia a dolor y miedo.  Entre los 102 pacientes recluidos con diagnóstico clínico de MC, no pudieron incluirse 6 pacientes por temor antes o durante el procedimiento.  Aunque varios estudios sugieren que el curetaje es una opción terapéutica efectiva para el tratamiento de MC faltan estudios prospectivos que avalen su efectividad. 

Un estudio prospectivo aleatorizado mostró que en los pacientes tratados con curetaje se eliminaban más rápido los MC que en los pacientes tratados con otras opciones terapéuticas, ej: cantaridina, combinación de ácido salicílico y ácido láctico, o imiquimod.  En este estudio el 80% de los pacientes eliminaban sus MC luego de 1 sesión de curetaje.  No obstante, el estudio no provee información de los factores asociados con la falla de respuesta del curetaje.  En contraste, los autores del presente artículo encontraron que la mayoría de los pacientes con MC no se curaban luego de una sesión de curetaje. 

Los factores más significativos asociados con recaída son el número de lesiones y la presencia concomitante de dermatitis atópica.  La asociación entre carga viral y el riesgo de recaída se explica más probablemente porque el curetaje focaliza el tratamiento de lesiones visibles, dejando lesiones subclínicas de MC como áreas de posible aparición de nuevas lesiones o transmisión.  El alto riesgo de falla de tratamiento en pacientes con dermatitis atópica está en relación con la mayor prevalencia de MC en éste grupo de pacientes.  Los factores involucrados con el mayor riesgo de recaída entre los pacientes con dermatitis atópica aún deben determinarse.  Las posibles explicaciones son defectos funcionales en la inmunidad mediada por células T, diseminación de las lesiones por inhibidores tópicos de la calcineurina o por prurito.

Existía un riesgo mayor de recaída, no significativo, entre pacientes con nivel educacional más bajo.  Una posible explicación sería una diseminación más fácil del virus en condiciones precarias.  Otros estudios no encontraron relación entre la diseminación de MC y la higiene.

Este estudio concluye que el tratamiento de MC con curetaje está asociado con alto riesgo de recaída, implicando varias visitas.

Los factores de riesgo más importantes asociados con la falla del tratamiento son la presencia de dermatitis atópica concomitante y el número de lesiones el día 0.  Esto sugiere que la detección y tratamiento temprano de las lesiones puede reducir el riesgo de recaída y los costos relacionados con la terapia de MC.  Aunque el curetaje podría ser una terapia apropiada para el tratamiento de pacientes con pocas lesiones, los resultados de los autores enfatizan en la necesidad de otras opciones terapéuticas en pacientes con lesiones numerosas.

¿Qué aporta éste artículo a la práctica dermatológica?

El molusco contagioso (MC) es una infección viral de los queratinocitos epidérmicos.  Se presenta más frecuentemente en niños como pápulas pequeñas, color piel, bien delimitadas, de 2-4 mm. Existen variados tratamientos.

Este estudio evalúa de manera prospectiva la eficacia del curetaje en el tratamiento del molusco contagioso e identifica los factores de riesgo asociados con la falla del tratamiento.  Concluye que el tratamiento de MC con curetaje está asociado con alto riesgo de recaída, implicando varias visitas.

Los factores de riesgo más importantes asociados con la falla del tratamiento son la presencia de dermatitis atópica concomitante y el número de lesiones el día 0.  Esto sugiere que la detección y tratamiento temprano de las lesiones puede reducir el riesgo de recaída y los costos relacionados con la terapia de MC.  Aunque el curetaje podría ser una terapia apropiada para el tratamiento de pacientes con pocas lesiones, los resultados de los autores enfatizan en la necesidad de otras opciones terapéuticas en pacientes con lesiones numerosas.


♦ Comentario y resúmen objetivo: Dra. Geraldina Rodriguez Rivello