DISFUNCIÓN SEXUAL Y ANTIDEPRESIVOS
MARÍA VALERIO
MADRID.- La falta de deseo sexual que provocan algunos antidepresivos es una de las principales causas de que muchas mujeres con depresión abandonen el tratamiento a los primeros meses de iniciarlo (con las consiguientes recaídas y empeoramiento de su estado). Por primera vez, un estudio demuestra que la famosa pastilla azul que tanto ha levantado el ánimo a millones de varones en todo el mundo, también puede ayudar a las mujeres.
Por el momento, el sildenafilo sólo está indicado para el tratamiento de la disfunción eréctil masculina. Los resultados de los ensayos llevados a cabo con mujeres habían sido tan decepcionantes que incluso el fabricante del fármaco abandonó sus intentos por que las autoridades sanitarias aprobasen el fármaco para tratar la disfunción femenina.
Sin embargo, un ensayo clínico que esta semana publica la revista 'Journal of the American Medical Association' (JAMA) demuestra que el llamado 'sexo azul' también podría ayudar a recuperar el deseo en mujeres con depresión grave que están en tratamiento.
"Éste es un efecto que vemos frecuentemente en las consultas", confirma a elmundo.es Javier Quintero, jefe de la Sección de Psiquiatría del Hospital Infanta Leonor de Madrid; "porque los antidepresivos actúan sobre las vías serotoninérgicas, que son las mismas que regulan el sexo". "Aunque el efecto del sildenafilo en la sexualidad femenina es muy difícil de objetivar mediante cuestionarios psicológicos", añade por su parte el urólogo de la Clínica Puerta de Hierro Juan Ignacio Martínez Salamanca, "este trabajo intenta poner tratamiento a un hecho muy común, y cada día más habitual".
En la investigación, llevada a cabo en siete instituciones de EEUU entre los años 2003 y 2007, participaron 98 mujeres con una media de 37 años. Niguna de ellas había entrado aún en la menopausia, estaban tomando un antidepresivo de la familia de los inhibidores no selectivos de la recaptación de la serotonina y no habían tenido ningún problema sexual antes de iniciar esta medicación.
Sin sexo no hay antidepresivos
Precisamente estos fármacos (los más recetados en todo el mundo en personas entre los 18 y los 65 años) hacen que muchas pacientes con depresión pierdan el deseo sexual, sufran dolor y falta de lubricación durante las relaciones de pareja o incluso sean incapaces de alcanzar el orgasmo. Esta disfunción causada por el tratamiento provoca que hasta el 70% deje de tomar los antidepresivos en los primeros meses; y, en consecuencia, sufra un empeoramiento de su depresión.
"En estos casos, lo primero es hacer una buena evaluación del paciente", añade el psiquiatra español. "Ofrecerle soporte psicológico para que se tome con cautela este efecto, que puede ser reversible, y se plantee con más calma las relaciones sexuales. Una segunda opción es cambiar la medicación por otros antidepresivos que no tengan efecto sobre la libido". Hasta ahora, en los varones existían además la opción de recetarles Viagra; "pero la sexualidad femenina es mucho más complicada y todos los intentos por lograr una 'viagra femenina' no habían dado resultado".
El equipo de George Nurnberg, de la Universidad de Nuevo Mexico (en Alburquerque, EEUU), quería comprobar si sildenafilo alegraba la vida sexual de estas mujeres y permitía mejorar su adherencia a los antidepresivos.
Durante ocho semanas, la mitad de las mujeres fue asignada a un grupo control, de manera que únicamente recibían una sustancia inactiva (placebo) que podían tomar una o dos horas antes de iniciar el coito. La otra mitad recibió Sildenafilo (entre 50 y 100 miligramos); aunque ninguno de los dos grupos sabía qué contenía su 'pastilla azul', si sildenafilo o placebo.
Diferente mecanismo que en hombres
Al analizar sus sensaciones mediante varios cuestionarios psicológicos y de satisfacción sexual, los investigadores detectaron que el 73% del grupo placebo no había experimentado ninguna mejora; mientras que el 72% de las que estaban en tratamiento con sildenafilo sí manifestó un cambio a mejor. Lo hicieron en todos los parámetros (inicio del deseo, lubricación, llegada al orgasmo, sensación de placer...) excepto en el dolor.
Los únicos efectos secundarios experimentados por las usuarias de Sildenafilo fueron dolor de cabeza, indigestión y sofocos; aunque ninguna de ellas abandonó por estas causas. Su depresión, que estaba en remisión, se mantuvo estable, así como el cumplimiento de la terapia antidepresiva. Asimismo, los análisis endocrinos y hormonales que les hicieron a ambos grupos no mostraron ninguna diferencia.
El doctor Nurnberg considera que sus resultados son importantes, no sólo porque la incidencia de la depresión en mujeres duplica a la de los varones, sino porque estas conclusiones demuestran que "los fármacos de la familia del sildenafilo [inhibidores de la fosfodiesterasa 5] son eficaces en ambos sexos". Además, apunta, aliviando este "molesto efecto secundario de los antidepresivos" se logra también mejorar el cumplimiento de la terapia, reducir las tasas de abandono de los antidepresivos y un mejor manejo de la depresión.
Aunque como él mismo subraya en declaraciones a elmundo.es, "es importante dejar claro que el estudio se refiere a un uso del fármaco que no está autorizado por la agencia estadounidense del medicamento [FDA] y no debemos transmitir la falsa sensación de que el tratamiento está ya disponible, hasta que [este uso en mujeres] no sea mejor comprendido y estudiado".
El trabajo advierte de que no se puede suponer que los mecanismos de acción del Sildenafilo en las mujeres sean los mismos por los que alivia la disfunción eréctil en los varones (facilitando la vasodilatación para que las arterias del pene se llenen de sangre y éste se eleve). "La sexualidad femenina es muy compleja, depende de muchos más condicionantes que la del varón", apunta Martínez Salamanca; "pero el único mecanismo demostrado es que produce la vasodilatación y el aumento del flujo sanguíneo de algunos órganos, lo que provocaría la estimulación genital y clitoriana en las mujeres".
*Acceso al trabajo original (JAMA) en idioma inglés haciendo click aquí