Los especialistas que han usado la edad, el peso y otros factores para predecir si una mujer embarazada deberá someterse a una cesárea para dar a luz, cuentan ahora con un nuevo indicador: la longitud del cuello del útero.
Según publica “The New England Journal of Medicine”, los especialistas aseguran que un estudio sobre más de 27.000 embarazos reveló que las mujeres con cuellos uterinos más prolongados son más propensas a necesitar una cirugía en el momento del parto.
La tasa de cesáreas fue del 25,7% en las mujeres con un cuello uterino de entre 40 y 67 milímetros, del 21,7% en aquellas con un cérvix de 36 a 39 milímetros, del 18,4% cuando el cuello del útero medía entre 31 y 35 milímetros, y del 16% cuando la extensión era de 16 a 30 milímetros. La longitud del cérvix se midió por ultrasonido en las semanas 22, 23 o 24 de embarazo.
"Las tasas de partos por cesárea comenzaron a aumentar cuando la longitud cervical superaba los 25 milímetros y alcanzaron un pico cuando la medición llegaba a los 50 milímetros, casi duplicándose en el rango de valores observados", señaló el equipo dirigido por el Dr. Gordon Smith, de la University of Cambridge (Reino Unido).
"Esos resultados sugieren que la extensión del cérvix a mitad del embarazo es un indicador importante del riesgo de parto a término por cesárea", agregaron los investigadores. Por otro lado, diversos estudios han mostrado que un cuello uterino corto aumenta el riesgo de nacimiento prematuro.